martes, 18 de febrero de 2020

Ernesto Cardenal (Nicaragua, 1925)


  Ecce Homo


No es que el hombre hubiera estado en él

(el Génesis sería antievolucionista)

sino que antes del hombre ya había paraíso.

Ireneo lo vio como un cambio perdido.

¡Un paraíso en perspectiva!

Sería que no logramos entrar en él.

Los primeros homínidos

(con la lujuriante selva tropical)

quedaron en los umbrales.

Todo primitivismo es una primera inocencia,

como la de la niñez,

y una desnudez.

Isaías, Oseas, Zacarías,

profetizan el paraíso en el futuro.

Pecamos en Adán dice San Pablo. Los homínidos.

El hecho es que hubo una libertad. Que se usó.

Pero en Malmö vi con Daysi el largo muelle

en un Báltico con su azul de mayo

y cisnes en el mar, agua con algas, y al final del muelle

dos plataformas rigurosamente separadas,

una para los hombres desnudos asoleándose,

en la otra las mujeres desnudas

y sólo los niños nadando escondidos podían verlas

sacando del agua las cabecitas como peces,

aunque los peces están también desnudos y no les da vergüenza:

Por qué la desnudez dio «vergüenza»

no hay teólogo ni científico que lo explique.

Por qué no andamos desnudos,

por qué striptease, revistas porno, Carnaval de Río,

pesadillas de estar desnudo uno en la calle.

Ni el pasaje de Génesis lo explica.

¿Están desnudas las palmeras y la garza?

Pero la mujer bajo las palmeras está desnuda.

La desnudez del Génesis sin hermenéutica todavía.

¿Se vieron desnudos? ¡Y qué…!

¿Será por el pecado original que andamos vestidos?

A la orilla del Lago Turkana encontraron

entre fósiles de homínidos

¡El de una hoja de higuera!

moldeada en el barro ahora petrificado

una hoja de higuera.


Dicen que dejamos de tener pelo como los monos

para estar más frescos bajo el sol tropical

y entonces fue que nos sentimos desnudos.

Y los pigmentos negros fue un pudor de la piel.


Pero sea como fuere

el Génesis no contradice el Origen de las Especies

pues el paraíso

no es origen sino meta.

Meta original, digamos.


El planeta quedó lleno de piedras

y un homínido las usó.

Silex contra sílex

y sale la flecha.

Dos flechas: una formada dentro del cerebro,

la otra aun sin forma dentro del sílex.

El filo del pedernal quitó el de los colmillos.

Pero en la evolución del Homo habilis no sería

lo principalmente determinante la perfección de herramientas.

Muchos animales cazan juntos

pero no comparten lo cazado.

Cuando el mono compartió la comida

ya no fue mono sino humano.

Dar y recibir: otra cosa que nos hizo humanos.

«La sobrevivencia del más apto».

Pero los más aptos son los más solidarios.

Comunión más que combate, dice Gould.

En aquellas selvas

no hubo ley de la selva.


El único animal en posición erguida.

Los brazos se acortaron

y se alargaron las piernas.

Hubo una capacidad física de andar en dos pies,

y una «ideología bípeda».

El estar de pie nos hizo inteligentes,

no ya un cerebro colgando de un cuerpo,

sino sobre un espinazo vertical dominándolo todo;

así se hizo más grande

y con más frente.

4 veces más grande que el del mono

por lo que la frente se hizo hacia adelante.

La mano ya no caminaba.


Mientras estaba más tiempo erecto

usaba más sus manos.

Mientras usaba más sus manos

estaba más tiempo erecto.


El fuego también sirvió para juntarnos.

El fuego fue el lenguaje, las historias.

La penúltima ramita de la evolución

los neanderthales.

La última nosotros (hasta ahora).

La manito apretada del bebé

es por el pelambre que tenía la mamá.

Neanderthal ganó al sapiens físicamente

pero no desarrolló los lóbulos frontales

(los de la imaginación y de la ética, y también las emociones).


El único vertebrado que fue filósofo.

Hacía tiempo que la cola ya no era útil.

El fuego no sólo fue útil sino fascinante.

Y todavía la es. ¡Niños con fósforos!

Adultos ante las llamas de la chimenea.

Metimos el fuego en la cueva y fuimos hombres.

Del interior del bosque —algún árbol ardiendo.

Metimos el sol en la cueva y en derredor danzamos.

«Como que una fuerza extraña escogió una especie afortunada».

El hombre es en grupo.

Sólo existe el hombre como comunidad humana.

Mientras tanto quedaron frustrados los delfines.

Aerodinámicos, por tanto sin mano derecha o izquierda.

Y en el agua, sin poder encender el fuego.


El instinto que hay en los niños de trepar a los árboles…

Todavía no se sabe por qué nos pusimos en dos pies.

Pero el ser erectos nos comprometió con el suelo,

a ser ya exclusivamente terrestres.


Los dedos pudieron moverse separados,

y el pulgar y el índice formar un círculo.

Los ojos habían sido para la noche y eran grandes.

Después fueron para el día y siguieron grandes

pero ya fueron mirados los colores.

Lo que en la selva monocroma fue ventaja:

un mundo en colores, tridimensional y tocable,

donde poder distinguir la fruta, cogerla y cortarla

—y darla.

Separar lo concreto de su entorno.

Eso fue ya pensamiento. Y lenguaje.

Ver en colores se debe pues a las frutas maduras.


La curva hacia atrás sobre el lumbar

hizo erecto al cuerpo y más bello también.

Fue tal vez entonces que se sintieron desnudos.

El sexo en mitad de sus cuerpos.

La fruta del conocimiento ético fue sabrosa.

El Edén era en África.

Homo erectus: cuando ya fuimos hombres y no monos.

El paraíso no fue dado sino ofrecido.

Al hombre y no al animal. El paraíso era el progreso

no ofrecido al animal.


Miraron por eones las estrellas

con alguna regularidad y muchas irregularidades

El estar mucho tiempo juntos en la cueva

aumentó la comunicación.


Los monos menos humanos se perdieron en el monte.

¿El lenguaje nos hizo humanos

o el cerebro humano hizo el lenguaje?

Comenzaron a tener ideas, nociones, la muerte por ejemplo.

El único animal que sabe que va a morir.

El lenguaje fue con fines prácticos primeramente,

pero después pasó al mito y a cosas espirituales.

«Los riñones ya no sólo para hacer orines

sino también filósofos».

Domesticó plantas y animales


pero antes se domesticó a sí mismo.



El único animal vestido.

¿Los vestidos para ocultar la animalidad?

Sin pelambre más que en la cabeza,

por el sol,

y en el sexo, para resaltarlo.

Las nalgas muy juntas sin verse el ano.

Bellos ojos, labios, dientes, del Homo sapiens.

Evolución de una especie para dominar la evolución.

Otra diferencia con los animales: que somos responsables.

Otra diferencia también:

que somos para algo o para alguien.

«Un poco menos que los ángeles…» —dice el Salmo.

¿Pero por qué con pedos y con intestino recto?

Sus fósiles apenas se distinguen de los otros animales.

Homo sapiensEcce Homo

Donde encarnó Dios. Lo que pasmaba a Tertuliano:

¿Dios sacado a la luz por unas partes vergonzosas

y alimentado de manera ridícula?


Todo cambio evolutivo fue para la sobrevivencia.

Hasta nosotros.

Y siendo la más adaptable de las especies

¿no nos adaptaremos también tras la muerte?

Fácil es concebirlo:

Una conciencia colectiva

cuyo cuerpo es el universo.

Sabe que va a morir. Pera resucitar. Pero a morir.


El único animal que llora cuando nace.

y se preguntaban: ¿Qué son ellas?

Más tarde aprendieron aritmética contando ovejas,

aritmética que los llevó a contar galaxias.


El único animal con nalgas.

Y en posición erecta se le ocultó el ano.

La mujer único mamífero con mamas permanentes,

y única hembra con orgasmo, y en celo todo el año.

Para que hubiera en esas cuevas un amor permanente.


El único animal que sonríe.

Los labios modificados para poder sonreír.

Separados de las encías, y así poder sonreír.

También la nariz se alargó

y la barbilla (ambas cosas para el lenguaje).

Los colmillos se atrofiaron

lo que nos cambió la cara y nos hizo hablar.

La lengua menos larga que en los monos,

eso también para hablar.

Primero sonidos simbólicos individuales,

que después fueron de todo el grupo.





(Fuente: Biblioteca Ignoria)

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