domingo, 23 de febrero de 2020

Noémia de Sousa ( Mozambique, 1926 - Potugal, 2002 )





Súplica
 

¡Quítennos todo,
pero déjennos la música!
¡Quítennos la tierra en que nacimos,
donde crecimos
y donde descubrimos por primera vez
que el mundo es así:
un tablero de ajedrez…
Quítennos la luz del sol que nos calienta,
su lírica de xingombela*
en las noches mulatas
de la selva mozambicana
(esa luna que nos sembró en el corazón
la poesía que encontramos en la vida),
quítennos la choza – la humilde barraca
donde vivimos y amamos,
quítennos la machamba** que nos da el pan,
quítennos el calor del fuego
(que nos es casi todo)
-pero no nos quiten la música!
Vendernos como mercancía, encadenarnos
a la tierra, de sol a luna y de luna a sol,
¡pero siempre seremos libres
si nos dejaran la música!
¡Allí donde estuviera nuestra canción
aun esclavos, señores seremos;
y aun muertos, viviremos,
y en nuestro lamento esclavo
estará la tierra donde nacimos,
la luz de nuestro sol,
la luna de los xingombelas,
el calor de fuego,
la choza que vivimos,
la machamba que nos da el pan!
Y todo de nuevo será nuestro,
aun con cadenas en los pies
y aun azotes en la espalda…
¡Y nuestra queja
será una liberación
derramada en nuestro canto!
-Por eso pedimos,
de rodillas pedimos:
¡Quítennos todo…
pero no nos quiten la vida,
no se lleven nuestra música!



* “xingombela”: danza tradicional para jóvenes, originaria de Mozambique.
** “machamba”: campo de cultivo.




 
Traducción Renato Sandoval Bacigalupo


(Fuente: Caína bella blog)


 

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