domingo, 13 de octubre de 2019

Floridor Pérez (Chile, 1937 - 2019)



Al finao de Rokha


Aquí donde usted me ve,
en medio del potrero
y en mitad del camino de la vida,
veinte o más años antes de pegarme
como usted un tiro, emberrado, enrabiado
gritándoles ¡carajo!
……………………………..a los pájaros
que me arrancan el trigo,
cojo un grano pensando en la espiga,
en las trillas de antaño
y en la bien llamada dulce chupilca
que hubiéramos tomado juntos.



Pre-epitafio


Aquí ni siquiera yace
pues no ha muerto todavía
un tipo que día a día
cargó la cruz que a Dios pace:
plantó un árbol, hizo clases
le dieron y dio lecciones,
tuvo hijos, publicaciones
y -de serle concedido-
reeditara lo vivido
con dos o tres correcciones.



Imitación de Catulo


Me preguntas, Natacha, cuántos besos
me harían por fin desirte “¡basta y sobra!”
Cuantas arenas hay en Isla Negra
entre la cabaña de Nicanor
y el locomovil anclado en el patio.
Cuántos astros titilan a lo lejos
contemplando a los amantes que graban
corazones en la casa de Pablo.
Tantos besos bastarían, Natacha,
más nunca sobrarán a este loco.
Ya lo sabes tú, pero los intrusos
no sabrán cuántos besos envidiarnos.



(Fuente: Vallejo & co)


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