jueves, 11 de abril de 2019

Kristina Lugn (Suecia, 1948)


Yo en realidad no quería morir...

 

Yo en realidad no quería morir
en realidad sólo quería ser una bibliotecaria
verdaderamente amante de sus clientes
sí, yo quería ser una perla para todo el mundo
una perla que recita poesía en soledad
y toma té de frambuesa
en los sótanos
y en los balcones de sacudir alfombras

Yo quería saber manejar aguja e hilo
tenedor y cuchillo, hoja de afeitar y clavo
también quería tener un taladro y un cortacésped
algo calmante y algo estimulante
yo no quería tener una alambrada de púas
en torno a mis obscenos bártulos de alcoba
cuando el pájaro de nadie
silbaba para nadie
en los tejados
y en los arroyos

Entonces yo quería ser una secretaria de asuntos sociales
que verdaderamente comprende a sus clientes
oh entonces quería ser una enfermera
que verdaderamente sabe bien su oficio
una mímica inteligente quería tener también
y un porte inspirador de confianza
un secador eléctrico quería yo tener
un sostén elástico
y un par de ligas blancas

Yo en realidad no quería morir
prefería con mucho ser un gozo para todo el mundo
un gozo que hace aplicaciones de tela en su tiempo libre
y toma licor de diente de león
una hora antes del amanecer
cuando la madre de nadie
silba para nadie
bajo la estrella más peligrosa
entre los rascacielos ruinosos
sola



(Fuente: Asamblea de palabras)

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