lunes, 31 de diciembre de 2018

Leónidas Lamborghini

Operación Masacre



En el basural
éste es el lugar
de las maravillas
donde casi ninguno
se salvó
de que lo liberaran
cuando llegó
el camión
con ellos que no querían
ser liberados
«por favor
no nos liberen»
― Esto fue
antes de la descarga
cuando la orden
de bajar
fue obedecida
dijo el que se salvó para contarlo
entonces
― ¡Corran! ¡Corran!
dijeron los libertadores
cada uno
detrás de su máscara
de libertador
― ¡Corran! ¡Corran!
«y cuando bajamos
empezaron a tirar
y cuando tiran
empezamos a caer»
«y es de noche
pero no la de Atenas
y yo toda la noche
las tinieblas
arrastrándome
por el basural»
«después una descarga
con un hilo de vida
que me dieron
por muerto»
«pero los demás
casi todos los demás
allí
sobre el basural
 sangre de lo mejor
goteando
derramada en lo podrido
en lo fétido»
«y cuando el camión
se fue
sentí la bala
clavada en mi garganta»
«toda la noche ―pero no la de Atenas―
arrastrándome
por el basural».



(en Reescrituras)

domingo, 30 de diciembre de 2018

Reynaldo Jiménez (Perú, 1959)


Profusos y distraídos
 
a
 
Nos veremos en Carbono Catorce del Real
Con enterito de mónada nos vestiremos
Diremos el plural fue corte y confección
El panorama anormaromáticamente
El Sin Peso ajeno este bigote atusará
Nos oleremos de tan cerco que ni estrechos
Ni cuaderno de florales rigores
Ni entrepierna sempiterna
Del crujir internando al insecto aquí presente
 
b
 
Nos sabremos la deshuesada memoria melodía
Con la contención de ultrazules ecos dentro del negro
A través de la muralla joyesca de ojos orejas agujeros
Por donde secuestrarse a la razón de melodía
En laberinto pulsátil daría igual la tal
Diferencia semejante hacia las partes paranatales
Encuentro al ras de usura con las auras

Difusas hojas de amorfo nombre distraídas





No sé tu sino
 
No sé tu sexo sino el desliz
Sino perdidizo no sé tu eco
Si no es tu eco será el rocío
El ocio minucioso del minúsculo
trastorno intercambiar en carne
propia la pulpa recién despierta
Postrimerías de la jugosa noche
Pronto albor no abolirás la máquina
de filtrar este parloteo de gotas
Ser el gotero el recipiente pendiente
de tu lóbulo ola del ardor la bocamaga
No sé mirarte ni confiarte estas secretas
Adonde cicatrizan dibujos más que ajustar
Dama de lotos del códice pasajero me inclino
en la veranda del vermut donde se junan lobos
Sin espaldas en lodo cada recodo de bobera triza
el ocular globo oculta ahúma suma confitura al recoveco
Cada eco que inclínase hace nacer al abismo
Transparencia don de la estrella
Al remontar a Venus por el lomo

Pendiente de tu hombro de cruda
 
 


Traductor
 
a
 
La transparencia del estrato.
Deja que suceda. Deja que duela.
Oh inflorescencia del junar,
la perpetua cacatúa te apronta
y de punta los velos dispone,
a punto de lugar fugaz.
Los guijarros lunares. Maquinar,
máscara de atormentarse maravilla.
La luciérnaga áurea, prismática,
traslúcida minera de esa gotícula
en su prisión primera de palabras,
párpado gótico de diosajes
que jamás escuchan o no atienden

todavía. Y cuando llamas mucho más.


b
 
La cuarta persona ni plural ni singular
se atenía a las consecuencias de una putrescencia
u omniforma: astro en amnios y sin centro,
con la misma comisura de pregunta hacia la boca
presunta del desmadre
en desarmaderos del silencio. Llevaba
por destino cierta cola y en cuatro
en su pura ley de disolvencia, se le mezclaron
las edades con las metas y a punto del desafuero
se encontraron consigo las demás personas. “Me
volvería margen a imagen de su neta
energía si emergiera, mera, todavía…”



c
 
La espesura natal se desbroza
en una algarazara de alborotos
que rasgan el vestido de luces
bajo el apronte del Ápeiron,
con los hormigueantes
montículos del minuto.
Plus ultra de los bichos
que supimos hacernos
consagrar, tatuajes del filo
reúnen tal deseo con su muesca,
a medida que desmadran impelidos
de furor los sanguíneos velocísimos,
infusos en supina podre,
los élitros en modo fasma,
a través del aún caliente movimiento
que nos junta de cuajo en el diamante
recién escapado larva de su abertura. Y
acuso recibo todavía del escarpe despiadado.
 
 
 
 
 
 
(Fuente:  Sol Negro blog)
 
 
 

viernes, 28 de diciembre de 2018

Blanca Varela (Perú, 1926-2009)


Canto villano

 

y de pronto la vida
en mi plato de pobre
un magro trozo de celeste cerdo
aquí en mi plato

observarme
observarte
o matar una mosca sin malicia
aniquilar la luz
o hacerla

hacerla
como quien abre los ojos y elige
un cielo rebosante
en el plato vacío

rubens cebollas lágrimas
más rubens más cebollas
más lágrimas

tantas historias
negros indigeribles milagros
y la estrella de oriente
emparedada
y el hueso del amor
tan roído y tan duro
brillando en otro plato

este hambre propio
existe
es la gana del alma
que es el cuerpo

es la rosa de grasa
que envejece
en su cielo de carne

mea culpa ojo turbio
mea culpa negro bocado
mea culpa divina náusea

no hay otro aquí
en este plato vacío
sino yo
devorando mis ojos
y los tuyos

Ruth Fainlight ( Nueva York, 1931)






La medialuna

Mi barra de crema de cacao se ha gastado
hasta formar la misma medialuna
que fue lo primero que advertí
sobre el lápiz labial de mi madre.
Marcaba la presión de su existencia
sobre el mundo de la materia.

Imaginen la severa fijeza
de mi mirada, observándola untar
la brillante grasa sobre sus labios
desde un tubo lustroso como una bala.
La forma en que ella la alisaba
con la punta del meñique
(la traza que dejaba, aun luego
de lavarse las manos, explicaba
lo de “dedito rosado”) y su lengua puntiaguda
lamiendo como la de un gatito,
fascinaba, irritaba.

Era parte del misterio de
los sostenes, las polleras y las carteras
cuyo significado era ser adulto. Yo pensaba
que a mis propios talones les tendría que salir
una suerte de espolón que se insertara
en el agujero interior de los tacos altos.

Ahora estoy más tranquila y ya no
me pinto los labios salvo con esto,
pálido como un cadáver kosher
o una vela votiva,
la cera cuajada por un costado,
como si enfrentara al viento
que sopla desde el pasado, llama
reflejada como una luna creciente
contra una nube
en el estanque de luz derretida.

Porto el signo de la luna
y mi madre, un talismán
en un pequeño tubo de plástico
dentro de mi cartera, una reliquia santa
fundida por los besos
de los creyentes, y cada vez
que me suavizo los labios con el ungüento
los siento fruncirse y estirarse
en la eterna sonrisa
de su sobrevivencia a través de mí,
siento su boca sobre la mía.




Traducción Mirko Lauer


(Fuente:  Caína bella blog) 

Sebastián Salazar Bondy (Perú, 1924-1965)


Navidad del ausente

 

Yo sé que allá, a esta hora, alguien
habrá desempolvado el pino pascual de la infancia
y encenderá las falsas estrellas de su copa.
Y sé que alguien bebe y oscila
al mortecino compás de un vals peruano
agitando el orden familiar de diciembre.

Estará servida la mesa y en torno a ella
las cabezas no se volverán para ver cómo llego
hasta el convite y tomo mi puesto de hijo mayor,
y canto, y me embriago, y rompo el silencio
con algo más ardiente que una tarjeta postal.

Les diré: «Feliz Navidad», como si les dijera:
«Retorno siempre», porque amo esa paciente quietud
donde el tiempo sin prisa labra pausadamente
la dicha en el envés oculto de la penuria.

Yo sé que allá, a esta hora, alguien
como un ave a mi encuentro remonta las distancias
y me recibe alegre, alegre.

jueves, 27 de diciembre de 2018

Paul Celan (Alemania, 1920-1970)


En alta mar

París, el barquito, está anclado en el cristal:
así comparto contigo la mesa, bebo en tu honor.
Bebo hasta que te reluce oscuro para ti mi corazón,
hasta que París navega en su lágrima,
hasta que toma rumbo hacia el lejano velo
que nos oculta el mundo donde cada tú es una rama
de la que cuelgo como una hoja suspendida y silente.

Estoy solo, coloco la flor de ceniza
en el vaso lleno de negrura en sazón. Hermana boca,
ni dices una palabra que sobrevive ante las ventanas,
y silente trepa por mí lo que soñé.

Mi florecer se da en la hora marchita
y reservo una resina para un pájaro tardío:
lleva el copo de nieve en su pluma rojo-vida;
el grano de hielo en el pico, atraviesa el verano.




(Fuente: Asamblea de palabras)

miércoles, 26 de diciembre de 2018

Irene Gruss


"El jardín", del libro Sobre el asma

 
¿Estás cansada del viaje, Diana?
¿Dejaste las valijas y te asomaste a ver el sol
en tu jardín, fuiste allí
rápidamente, pausadamente?
¿Echaste una ojeada a las plantas
o mirás cada una, sabiéndola,
descubriéndola, cuidás
tu jardín, hablás, cantás con
la regadera en la mano?
¿Estás cansada de vuelta del viaje,
Diana? ¿Estás contenta?
¿Alguien te acarició, jugó otra vez
con tu melena de fénix,
te besó los párpados
como quien desea tocar
una mirada así de azul, de gris
según el tiempo? ¿Fuiste feliz,
Diana? ¿Intenso y duro, el viaje?
¿Acomodaste la cabeza en el asiento del avión?,
¿descansaste?
¿Estás repleta de memoria, de sentidos
por el viaje, Diana?
¿Comerías conmigo para contarme?
¿Pasaste hambre en la estadía,
Diana, pasaste hambre?
¿Te embriagaste? ¿En algún momento
llegaste a marearte por el viaje?
¿En algún momento, sentiste
esa nada en la boca
del estómago, ahí donde dicen que
está el alma? ¿Llenaste
con qué esa nada, con la gente,
con las cosas, tuviste
necesidad? ¿Observaste
la vida tranquila? ¿Así, como te veo
ahora, calma
y sabihonda? ¿Conociste
la muerte en el viaje,
Diana? ¿Te asustó, la asustaste?
¿Trajiste fotos, postales,
documentos?, ¿abrazaste a
muchos, te abrazaron?
¿Gozaste, tradujiste el amor
loca de deseo? ¿Hablaste demasiado, callaste
demasiado? ¿Por qué
estás diciéndome
que escribir es lo único
que tenemos? ¿Estás
cansada, es por eso, porque
estás cansada del viaje? ¿Querés
dormir, recostarte en un hombro,
querés reír, llorar un
poco? ¿Acaso el viaje mismo
no te consuela,
Diana? ¿No es como el tacto
de otra mano, no lo es, verdad?
¿Comerías conmigo para
contarme?
¿Ya floreció la rosa
en tu jardín? ¿Es tan bella?
¿Los pétalos reventaron
plenos de vida, la vida es
púrpura después de un viaje,
Diana,
es así?

Irene Gruss (Argentina)


Movimiento


Una mujer sola frente al mar
es más majestuosa que él.
Puede pasar una gaviota
augurando la muerte
o puede caer el sol humedeciendo
las lonas de las carpas
hasta apagarlas,
pero una mujer
frente al mar
mece su soledad como una dueña
y no se estremece.
La luz
del mar tiene la importancia
y el movimiento de su ánimo, de su alma.
El viento suena alrededor
de la mujer
y la despierta:
ahora se trata de la playa sin luz, una mujer,
el sol caído, el sonido del mar,
carpas levantadas,
el viento que lo da vuelta todo.
en La luz en la ventana, 1982









martes, 25 de diciembre de 2018

Hugo Gola (Argentina)




Y además
mi corazón
tiene la culpa
porque nació
tan tibio y sorprendido
y yo también un poco
y este cielo
y estas mañanas libres
y estas calles
por donde el aire estalla
y este gran infierno de los hombres
tiene la culpa
Pero
sobre todo
mi corazón
que no me deja
mi corazón
que me derrama y me pierde
La culpa es mía
la traigo desde lejos
pero qué puedo hacer sino vivir así
y andar a cada rato
con un dolor y un sueño
custodiándome
Qué puedo hacer
si el corazón
me vino enorme
y tiembla
por cada soplo liviano
qué puedo hacer sino abrazarlo
o cuanto más echarlo al aire





Poema extraído de FILTRACIONES: Poemas reunidos, de HUGO GOLA.

lunes, 24 de diciembre de 2018

T.S. Eliot

El cultivo de los árboles de Navidad




De las muchas actitudes ante la Navidad,
hay algunas que debemos rechazar:
la social, la torpe, la comercial,
la desordenada (la de los bares abiertos hasta medianoche)
y la infantil que no es la del niño
para el que la vela es una estrella
y el ángel dorado que despliega sus alas
en la cima del árbol, no decoración, sino ángel.
El niño ante el árbol se asombra.
Dejémosle que siga en su espíritu
con la Fiesta que es tal y no pretexto.
De ahí que el rapto brillante, la maravilla
del primer árbol de Navidad que se recuerda,
de ahí que las sorpresas, las delicias
de las nuevas posesiones (cada una
con su peculiar olor y emocionante),
la espera del ganso o del pavo
y el alborozo de su llegada.
De ahí que la alegría y la reverencia
no deban olvidarse en la experiencia posterior,
en la cotidianidad o el tedio o la fatiga,
en la certeza de la muerte o la conciencia del fracaso
o en la piedad del converso
que puede corromperse por la vanidad
que no gusta a Dios y desagrada a los niños
(y aquí recuerdo con gratitud a Santa Lucía,
su villancico y su corona de fuego):
De ahí que antes del fin, la navidad número ochenta
(y “ochenta” significa la que sea la última)
los recuerdos acumulados de la emoción anual
deben concentrarse en inmenso gozo
que será también inmenso temor
como en la ocasión en que descienda
el terror a cada alma:
porque el principio debe recordarnos el fin
y la primera venida, la segunda.
 
 -------------------------------------------
 
 
 
The  Cultivation of Christmas Trees
 
There are several attitudes towards Christmas,
Some of which we may disregard:
The social, the torpid, the patently commercial,
The rowdy (the pubs being open till midnight),
And the childish – which is not that of the child
For whom the candle is a star, and the gilded angel
Spreading its wings at the summit of the tree
Is not only a decoration, but an angel.
The child wonders at the Christmas Tree:
Let him continue in the spirit of wonder
At the Feast as an event not accepted as a pretext;
So that the glittering rapture, the amazement
Of the first-remembered Christmas Tree,
So that the surprises, delight in new possessions
(Each one with its peculiar and exciting smell),
The expectation of the goose or turkey
And the expected awe on its appearance,
So that the reverence and the gaiety
May not be forgotten in later experience,
In the bored habituation, the fatigue, the tedium,
The awareness of death, the consciousness of failure,
Or in the piety of the convert
Which may be tainted with a self-conceit
Displeasing to God and disrespectful to children
(And here I remember also with gratitude
St.Lucy, her carol, and her crown of fire):
So that before the end, the eightieth Christmas
(By “eightieth” meaning whichever is last)
The accumulated memories of annual emotion
May be concentrated into a great joy
Which shall be also a great fear, as on the occasion
When fear came upon every soul:
Because the beginning shall remind us of the end
And the first coming of the second coming.
 
 
 
*Traducción: José Luis Justes Amador
 
 
 
 
(Fuente: Blog del amasijo)

Raúl González Tuñon, Buenos Aires, 1905 - 1974.






En Santa Cruz, entre el mar y los montes
yo he visto el pequeño cementerio de los huelguistas
fusilados.
Unos, mal enterrados, en la fosa abierta por ellos,
asoman la punta del zapato con tierra y lagartijas.
Otros, enterrados vivos quizá,
una mano de hueso implorante picoteada por los cuervos.
Y no es extraño ver a lo largo del camino restos de otros,
curioso contenido de la intemperie.
Las caravanas de los desposeídos de la tierra, las largas
filas de linyeras forzados,
la multitud de todos los países que se dirige al sur de la
tierra
en busca del pan y de la muerte,
la multitud de todos los países que se dirige al sur de la
tierra en busca de la nostalgia y el olvido,
se detiene ahí, donde, el oasis del viento patagónico, la tierra
estéril lanza
sus perros amarillos.
Allí donde la aullante tierra reseca desafía a las nubes,
viajeras de tres cielos
Allí, donde las brújulas de los barcos perdidos, ya fantasmas,
señalan contra las costas, al fin, el rumbo de una próxima
venganza.



sábado, 22 de diciembre de 2018

Pontus Lindh (Suecia, 1974-2018)


15 poemas de Pontus Lindh

 



el alce avanza

en el amanecer el atardecer
el soberano de esta tierra
alimentándose de nenúfares


*



Suecia se ha retirado por el día
la luz descansa en madrigueras
silencio de gorriones
en el supermercado un hombre compra
carne picada cerveza pasta sal
no se ha reído en tres días
lenta la sangre
el jadeo


*



el verano al norte del círculo polar
es el más bello de los cadáveres
capilla ardiente del otoño temprano
sepultura del otoño tardío


*



sueño con el Sahara Occidental
este no-país
este lugar de sistemas nerviosos olvidados
se dice que allí los camellos
han dejado de beber dejado de mecerse dejado


*



sobre las profundidades de Bornholm ronda
la gaviota más anciana del Báltico
un ser de sangre salobre
cielos abrasados



*



el fotógrafo filtra sal de plata
de la luz de la luna
su espalda se distingue en la sombra del bosque
ángulo del omóplato
hace medio día
justo antes de llegar a Knäred
se resbaló en la cerca
el fotómetro se partió en dos


*



barcos de carbón anclados
el hello my friend de los vendedores de playa
sus movimientos sisíficos
inclemente el sol
un demonio amarillo
me encorvo bajo la sombrilla
observo lo que ya ocurrió
el destino el azar
esos maleantes


*



sol indio
batalla de pigmentos
cómo se va la piel
la oscuridad de diciembre se desintegra
y el presente
aletea hacia la vida
se levanta de entre los muertos


*



no es cierto
Dios Darwin
o quizás Ganesha
alguien es responsable
los ojos del elefante
esos ojos de pez
esconden una mirada desviada


*



me despierta el canto de los andamios
un coro voluminoso
de cinco pisos de altura
dirigido por el viento
más tarde en la mañana
su silencio engaña


*



la cantidad de garbanzos
que cada día
tragan las gargantas de Malmö
no se pueden contar matemáticamente
la pregunta es más de orden filosófico
de qué serán capaces
las gentes de la ciudad



*



la superficie turbia del agua del canal
oculta días de verano
esqueletos de bicicleta oxidándose
la mandíbula de un perro
y el diario de una niña
lentamente disuelto
línea por línea


*



la antibiografía de la ciudad
besos nunca besados
pelotas nunca bateadas
acallados gritos
es un libro gordo como una biblia
con hojas en blanco


*



trescientos mil nervios ópticos
todo difuminado luz oscuridad
cuando el futuro golpea más cerca
hay también pulmones disponibles
lápices
y una hora exacta
un detenido momento


*



sitios que no figuran
en los mapas
inexistentes casas
perros gente
conducimos lentamente
obnubilados por




Trad. Lalo Barrubia

(Fuente: Vallejoandcompany)


viernes, 21 de diciembre de 2018

Octavio Paz (México, 1914-1998)

Un poeta


—Música y pan, leche y vino, amor y sueño: gratis. Gran abrazo mortal de los adversarios que se aman: cada herida es una fuente. Los amigos afilan bien sus armas, listos para el diálogo final, el diálogo a muerte para toda la vida. Cruzan la noche los amantes enlazados, conjunción de astros y cuerpos. El hombre es el alimento del hombre. El saber no es distinto del soñar, el soñar del hacer. La poesía ha puesto fuego a todos los poemas. Se acabaron las palabras, se acabaron las imágenes. Abolida la distancia entre el hombre y la cosa, nombrar es crear, e imaginar, nacer.

Por lo pronto, coge el azadón, teoriza, sé puntual. Paga tu precio y cobra tu salario. En los ratos libres pasta hasta reventar: hay inmensos predios de periódicos. O desplómate cada noche sobre la mesa del café, con la lengua hinchada de política. Calla o gesticula: todo es igual. En algún sitio ya prepararon tu condena. No hay salida que no dé a la deshonra o al patíbulo: tienes los sueños demasiado claros, te hace falta una filosofía fuerte.

jueves, 20 de diciembre de 2018

Juan Carlos Villavicencio

Tres poemas de "Oscuros Ríos"


IX

Caminan ignorantes cargando cruces i cadenas,
                                                                 la traición.
Confunden los silentes gritos del pánico
                                                       i la inmundicia
             con los antiguos bosques frente al mar.

Las ruinas de una república perdida.





XXXVII

Del fénix la sangre
              i de cerdos las cenizas:
ajeno el fuego a los azules ojos
              que se van pudriendo en el espino.

La cruz ardiendo entre los árboles del Sur.

Un círculo rojo entre las piedras junto al mar.





XLIV


Es el
pue
blo
el
que
carga su destino como cruz en palabras 
que
se
en
tur
bian
an
te
el
mie
do
e
in
jus
ti
cia
la condena
el respiro de los días












2018





(Fuente:  Descontexto)













martes, 18 de diciembre de 2018

Cyprian Norwid (Polonia, 1824-1883)


Soledad

 

Silencio. Sólo de vez en cuando una araña mueve su tela,
o el viento roza suavemente un álamo delante de la ventana.
¡Oh! ¡Qué bien se respira, con qué dulzura puede soñar el alma!
No hay aquí ningún ruido, ninguna sonrisa que limite mis pensamientos.

Como el esclavo que con su fuerza rompe las ataduras
y siente de nuevo en el corazón la vida apagada,
así yo, liberado un instante de penosos tormentos,
siento y entiendo la belleza y el encanto del silencio.

Porque cuando nuestro corazón no se integra en el círculo del banquete,
cuando pensamientos diversos tienen que convivir,
cuando un alma es incapaz de entenderse con otra,
de nada sirve embriagarse con el néctar de la bebida,
ni la risa, ni el canto, ni la fiesta. ¡Todo es tormento!
Allí donde mi pensamiento sea libre, allí habitan el placer y la vida.
 
 
 
 
(Fuente: Asamblea de palabras)

Walt Whitman (Estados Unidos, 1819-1892)


¡Oh capitán!, ¡mi capitán!...

 

¡Oh capitán!, ¡mi capitán!, nuestro viaje terrible ha terminado;
el barco ha sufrido todas las embestidas, el premio que buscábamos está ganado;
el puerto está cerca, oigo las campanas, el pueblo que te aclama,
los ojos siguiendo la quilla impertérrita, la nave imponente y audaz:

              Pero ¡oh corazón!, ¡corazón!, ¡corazón!
                 Oh las sangrantes gotas rojas,
                      allí donde en el puente yace mi capitán,
                          tendido frío y muerto.

¡Oh capitán!, ¡mi capitán!, levántate y escucha las campanas;
levántate –por ti es izada la bandera? por ti trinan los clarines;
por ti ramos y coronas encintadas –por ti las playas apiñadas;
claman por ti, la ondeante muchedumbre; sus rostros ansiosos volteándose;

              ¡Bueno capitán!, ¡padre mío!
                 Mi brazo bajo tu cabeza;
                      es un sueño que en el puente,
                          estés tendido frío y muerto.

Mi capitán no responde; sus labios están pálidos e inmóviles;
mi padre no siente mi brazo, no tiene pulso ni voluntad;
el barco ha anclado sano y salvo, su viaje cumplido y terminado;
del viaje terrible, el barco triunfante regresa con su objeto ganado.

              ¡Playas, alegraos, y repicad campanas!
                 Pero yo, con pasos tristes,
                      recorro el puente donde yace mi capitán
                          tendido frío y muerto.






(Fuente: Asamblea de palabras)

lunes, 17 de diciembre de 2018

Günter Grass (Alemania)





Inundación


Esperamos que cese la lluvia,
aunque nos hemos acostumbrado
a permanecer invisibles, tras la cortina.
La cuchara es colador ahora y nadie
se atreve ya a extender la mano.

Muchas cosas flotan por las calles,
cosas bien escondidas en tiempo seco.
¡Qué penoso ver las sábanas usadas del vecino!
Vamos a menudo al indicador de nivel
y comparamos, como relojes, nuestras cuitas.
Algunas cosas pueden regularse.
Pero cuando los aljibes se desborden y se colme la medida que heredamos
tendremos que ponernos a rezar.
El sótano está sumergido, hemos subido las cajas
y comprobamos con la lista el contenido.
Todavía no se ha perdido nada...
Como es seguro que las aguas bajarán pronto
hemos empezado a coser sombrillitas.
Será muy duro volver a cruzar la plaza,
claramente, con sombra de plomo.
Al principio echaremos de menos la cortina
y bajaremos al sótano a menudo
para contemplar la marca
que las aguas nos legaron.




sábado, 15 de diciembre de 2018

Sakutarō Hagiwara (Japón, 1886-1942)


Piedad amorosa

 

Sin duda, con tus dientes bellos y duros,
mujer, masticarás el verdor de hierbas.
Mujer,
con esta tinta de hierba verdegay,
el rostro te pintaré del todo,
te excitaré a la lujuria,
y nos divertiremos con juegos secretos a la sombra del follaje.
Mira,
aquí las campánulas mueven el cuello,
allá cimbrean los brazos las gencianas.
¡Oh! abrazaré tu seno con firmeza.
Tú, tú me empujarás con toda fuerza el cuerpo.
Así, en medio de este campo desolado,
retocemos como dos culebras.
¡Oh! yo, yo te acariciaré apretándote,
te mancharé la piel hermosa con el verde jugo de la hierba.
 
 
 
 
(Fuente: Asamblea de palabras)

Luis Eduardo García (México)


Hola, soy un bot de Adrienne Rich (en fase beta)


Imagina que quieres escribir un poema
sobre una mujer que entreteje el cabello
de otra mujer. Mejor sería que supieras
si las mujeres del poema podrían respirar
y permanecer unidas o si sus cuerpos
podrían pertenecerles realmente.

El lenguaje puede pisarnos el cuello, puede
ocultarnos en sitios estrechos.
La tentación de lustrarlo es muy grande, ¿será
que existe un impulso interior o algo
nos controla a distancia?

¿Te darías cuenta si ambas mujeres
quisieran escapar?
¿Te darías cuenta si perdieras
todo rastro de filo?

Tienes que saber esas cosas.




(Fuente: El Hombre Aproximativo blog)

jueves, 13 de diciembre de 2018

Carla Diacov (Sao Paulo, Brasil, 1975)


[…LA VENUS DE WILLENDORF TIENE…]


la venus de willendorf tiene
la capacidad abierta y usada desde siempre
dicen especialistas
la venus de willendorf
era usada en ritos de fertilidad
pequeña usable
era usada como amuleto era
usada como objeto de limpieza abyecto
introducido en la
capacidad de las venus ordinarias era
usada como peso para sostener puertas abiertas
era usada para revolver alimentos ritualísticos
era usada en el hervor de los alimentos más corrientes
usada en la tierra era plantada antes de los alimentos
usada dispersor de aromas se ponían gotas
de aceite de corteza de árbol corriente en la capacidad
de la venus de willendorf
que ahí quedaba para uso del recinto
la venus de willendorf era usada
dicen los especialistas
usada para machacar hierbas
usada para amplificar la pequeñez
de las demás venus
todas corrientes
usada para ablandar
carnes relaciones cueros discusiones
pues basta mirar a la venus de willendorf
notable pequeña usable
hoyendía los especialistas usan
a la venus de willendorf
en sus especialidades
la venus de willendorf jamás dejó de ser usada





[…a vênus de willendorf tem…]


a vênus de willendorf tem
a capacidade aberta e usada desde sempre
especialistas dizem
a vênus de willendorf
era usada em ritos de fertilidade
pequena usável
era usada como amuleto era
usada como objeto de limpeza abjeto
introduzido na
capacidade das vênus ordinárias era
usada como peso de segurar porta aberta
era usada para mexer alimentos ritualísticos
era usada na fervura dos alimentos mais ordinários
usada na terra era plantada antes dos alimentos
usada bolota aromatizadora pingava-se
óleo de casca de árvore ordinária na capacidade
da vênus de willendorf
que ficava ali ao uso do recinto
a vênus de willendorf era usada
dizem os especialistas
usada como socador de ervas
usada como amplificadora da pequenez
das outras vênus
todas ordinárias
usada para amaciar
carnes relações couros discussões
pois basta olhar para a vênus de willendorf
notável pequena usável
hojendia os especialistas usam
a vênus de willendorf
em suas epecialidades
a vênus de willendorf jamais deixou de ser usada



(Fuente:  Hablardepoesía blog)

miércoles, 12 de diciembre de 2018

William Butler Yeats


Los cisnes salvajes de Coole


Los árboles son bellos en otoño,
las sendas de los bosques están secas;
bajo el crepúsculo de octubre, el agua
refleja un cielo inmóvil;
sobre el agua que brilla entre las piedras,
cincuenta y nueve cisnes.
 
Diecinueve otoños han pasado
desde que los conté por vez primera;
vi, antes de terminar
a todos ascender súbitamente
y dispersarse en grandes semicírculos
sobre sus clamorosas alas.

He admirado a estos seres espléndidos,
mas ahora me duele el corazón.
Todo ha cambiado desde que al ocaso
por vez primera oí en esta orilla
el tañer de sus alas sobre mí
y pasé con un paso más aleve.
 
Aún sin fatigarse, amante junto a amante,
chapotean en los helados
arroyos amigables o se elevan;
sus corazones no han envejecido;
pasiones o conquistas, donde vayan,
aún los acompañan.
 
Pero ahora vagan sobre el agua inmóvil,
misteriosos, hermosos;
¿en qué cañaveral harán su nido,
al borde de qué lago o de qué charca
deleitarán los ojos de los hombres
cuando despierte un día y vea que han volado?


En Poesía reunida
Traducción: Antonio Rivero Taravillo



The Wild Swans at Coole

The trees are in their autumn beauty,   
The woodland paths are dry,
Under the October twilight the water   
Mirrors a still sky;
Upon the brimming water among the stones   
Are nine-and-fifty swans.

The nineteenth autumn has come upon me   
Since I first made my count;
I saw, before I had well finished,
All suddenly mount
And scatter wheeling in great broken rings   
Upon their clamorous wings.

I have looked upon those brilliant creatures,   
And now my heart is sore.
All's changed since I, hearing at twilight,   
The first time on this shore,
The bell-beat of their wings above my head,   
Trod with a lighter tread.

Unwearied still, lover by lover,
They paddle in the cold
Companionable streams or climb the air;   
Their hearts have not grown old;
Passion or conquest, wander where they will,   
Attend upon them still.

But now they drift on the still water,   
Mysterious, beautiful;   
Among what rushes will they build,
By what lake's edge or pool
Delight men's eyes when I awake some day   
To find they have flown away?









(Fuente: Biblioteca Ignoria)


Dew Donelon


Cero en la verdad de una uva.

 
A la esposa primitiva,
destinada a generar como el lodo,
o sea, muerte.



Los espectadores saben, todos sin excepción, que no existe diferencia entre mi señora y aquel que se convierte en una sed sin centro.

Todos duermen con las sílabas dormidas.
En cuanto se vacían de sexo y edad, reciben de El Antiguo
las manos y las lenguas en la dimensión pequeña.
Según la escritura autóctona se ha hablado del uso de los rápidos del sol,
aquí femenino.
El sol fue tomado de un león y se refiere a la intimidad.
Como una medusa que aborta al primer atisbo de archipiélago.

Acabamos de decir muchas cosas.
Muchas cosas no han cambiado, aunque sí la intención fundamental:
contra lo indecible se convierte tarde
en insecto se escarcha el hueco de su pantalón.

La propensión de la gente a aspectos rodeados por picos
corresponde en canto quejumbroso a
espíritu-que-podría-entrar-en-conflicto-con-el-fenómeno-de-las-estaciones.
¿No te parece precioso?

La lectura de los agujeros nos unía.
Me deshice de lo que se tradujo.
Del primer caos surge La que invita.

No fue fácil convencer a ese hombre de que quien tenía que venir
era una mujer anónima.
Se trata en este caso de una hija de Israel que nos ama con ese amor
que además de sacarse del pozo anuncia
lo que se encuentra al otro lado de la Santa Misa de la Jornada de la Defensión.

Al insomnio llega una lluvia sin principio y sin espalda y el horario parece enemistarse contigo.
Es una palabra mal formada, contigo es una palabra que empieza y termina exactamente igual.

Levanta entonces dos dedos el que entiende y afirma: toda paralela conduce a un punto, el punto de acumulación. Suma topológica: el resultado es el límite en el espacio.

Pañuelo y paño. Ciruela y cera. Duelo y dolo. Me gustaría deletrear el sufijo de las madres que habitan el mundo, que son cerámica, mundo y término.

A sus pies me coloco. Está amaneciendo en los alimentos, en dirección contraria. El Pantocrátor del poema observa.
Y me digo a modo de ley sagrada: entre los perfectos la vergüenza es la segunda causa de mortalidad.

Aparta las mantas, hace lo necesario. Bebe, me dice. El calor se derrama por la barbilla y el pecho. La madre de piel triste se habría cortado las manos. Un espejo roto hubiera sido suficiente, unas tenazas.

El meteoro que te ocupa los ojos te recorre la entraña, hace días que abandonó la blancura en beneficio de las malas ideas.
Abandonada en los escombros.
El perro negro ha muerto en sus inmediaciones, en el mismo solar, a escasos metros de la antigua casa de sus padres.

Ato los zapatos al caballero ciego. ¿Dónde están los demás? me pregunta.
Al fondo ríen los seis bufones extranjeros y la lombriz se desliza a lo largo de estas líneas sucesivas.

¿Dónde están los demás? ¿Detrás de las puertas? ¿Encogidos en la oscuridad que se va?
¡Se va, se va!
¿No te parece precioso?
El Pantocrátor del poema sigue observando. Le gusta mirar.

Me precipito si digo: contigo es una palabra que empieza y termina exactamente igual.

Escribo en el papel, con miedo a equivocarme: mis hijos, que también fueron blancos, esperan mi regreso.




(Fuente: Vallejo & Co.)

Kurt Folch


Tierra negra

Dos poemas





La estela


debemos probar técnicas heredadas
la memoria prende en cada detalle
sin cariño sin atención en lo que fija
si desarman la secuencia
brotan relieves como esto
y lo otro se sorprende con su imagen
familiar en una escena
inesperada después de la fila o de pagar
la verdad no interesa demasiado pero
si llegamos a puerto nos ahorramos
las explicaciones los intercambios inútiles
sacados de una noche repetida al fondo
con silencio entre cavernas bajo el hielo
había dibujos trozos de cerámica huesos
el conjunto significa también otra cosa






Reciclado


ardiendo a veces con cada paso cerro arriba en la lluvia
deja marcas en las ruinas que avanzan que cruzamos
contra el oleaje y las espigas de a uno o era un paisaje
de árboles que hasta el paradero escucho
no son nubes que restan en cambio un sonido
de ramas con charcos o amebas dibujados
desde la base soñábamos lo mismo si los ríos perdían
o daban revelaciones torcidas con un poco de tierra
un verdadero oleaje petrificado bajo la nieve o el polvo






Publicado por Editorial Una casa de cartón, 2018





(Fuente: Descontexto blog)

Doris Lessing (Irán, 1919 - Londres, 2013)



Ser rebelde lleva la vida entera,
borrarte los privilegios de la piel,
inscribirte en la soledad del desacuerdo,
dejar atrás a los usurpadores....
No hay premio a una rebelde
más allá de poder regar sus flores en el tiempo que apropia,
salir a dar de comer a las aves una mañana donde el capital devora,
sonreír con los dientes maltrechos ante la desventura del desayuno,
ser indigente en la casa que nadie sueña.
Las rebeldes saben de qué están hechos los premios,
rechazan los mendrugos que lanza la mano del opresor.
Una rebelde tiene como único premio la vida,
porque de ella nadie se apropia,
en ella nadie la usurpa,
porque es la única tierra propia de cada rincón donde duerme.
Su rebeldía alcanza siempre a cobijar el
desánimo del progreso
y si de paso una rebelde tiene la alegría
en soledad, ha vencido al mundo


martes, 11 de diciembre de 2018

María Alejandra Rendón (Venezuela)



Que el poema no muera


Que el poema no muera
envenenado de poesía
que sea un desimposible.
Que crezca en verdades
y la candidez no le alcance.

Que no enmudezca el poema
que se haga de todas las manos
de todas las bocas
de todas las lenguas.

Que no calle y llene los vacíos.
Que se salve el poema del poeta
de la ornamenta
de la palabra torpe.

Que el poema sea el pan
el hechizo prendido de las cosas
maravilla auténtica de la fugacidad.

Que sea el poema un destello inatrapable
arisco ante mí y mis anatemas
libre de mis emanaciones mudas y luciferales.

Que se libre de la lógica de la oferta y la demanda
de dios y del diablo.
Que el poema ocupe su lugar
ese donde nace
sin advertir ninguna forma.

Que se libre este poema
de estas palabras
que son un accidente.



Reclamo

«Hembra, hembra, hembra (…) que mezclas todas las heridas…» Juan Gelman


Estoy aquí
absuelta
sin kamikazes.
Como un río
sin sombra
he venido adoptando por siglos la forma del mundo.
Pero, esta vez advierto
que todo caudal esconde un filo
una rabia mortal
una felonía.
Bajen la voz
que estoy de parto
esta vez es la boca la que se dilata
su diámetro es el universo
no pienso seguir murmurando
presta a los mejores modales.
He aquí con mi falda acomodada
no vine por cuotas
ni acuerdos
vine a desdecir de injurias, pecados y potestades
a mostrarme no a medirme
ni cara ni sello.
He venido curándome de espantos
apartando en silencio la carroña
con el útero expuesto a la metralla.
Vengo por mis respectivos honores
a recuperar mi nombre
no por concesiones
ni por complacencias
no vengo a negociar (NO)
definitivamente
NO.



Aunque no diga lo correcto

Es preciso que yo diga
pueden venir a enjuiciar mis palabras
hacerlas espanto y sombra
signo prohibido
mordaza de silencio sideral
no podrán callarme
aunque me corten la lengua.
Mis palabras ocupan mil lugares
se unen a los gritos unánimes
son mi casa
el vigor de todas las luchas que me antecedieron.
Mi palabra es este cuerpo hecho multitud en mil batallas.
Todos mis besos han hablado de mí
asesinos a mansalva de mil bocas.
No podrán callarme
no hay manera.
Hay en las palmas de mis manos un discurso
vale más que mil imágenes.
No importa si no digo lo correcto
mientras intente decir la verdad.
Mi dios entendería si algún día tengo que matar
halando el gatillo de la verdad
con la mirada puesta en un enemigo mortal
o empuñando la espada
que defiende a los que han sido despojados de todo
criminalmente.
Hambre de justicia
Junté todas las migajas del mundo,
le di de comer.
Murió de hambre.


Adrienne Rich (Estados Unidos, 1929-2012)


Sueño que soy la muerte de Orfeo

 

Estoy caminando aprisa por las estriaciones de luz y oscuridad tiradas bajo una arcada.
Soy una mujer en la plenitud de la vida con ciertos poderes,
y esos poderes severamente limitados
por autoridades cuyas caras raramente veo.
Soy una mujer en la plenitud de la vida
manejando a su poeta muerto en un negro Rolls-Royce
a través de un paisaje de crepúsculos y abrojos.
Una mujer con cierta misión
que obedecida al pie de la letra
la dejará intacta.
Una mujer con nervios de pantera
una mujer de contactos entre Hell's-Angels
una mujer sintiendo la abundancia de sus poderes
en el momento preciso en que no debe usarlos
una mujer juramentada con la lucidez
que ve a través de fuegos humeantes
y de mutilaciones criminales de estas subterráneas calles
a su poeta muerto aprendiendo a caminar
hacia atrás contra el viento
al otro lado del espejo





(Fuente: Asamblea de palabras)

domingo, 9 de diciembre de 2018

Miguel Hernández (España)



El hombre acecha

Se ha retirado el campo
al ver abalanzarse
crispadamente al hombre.
¡Qué abismo entre el olivo
y el hombre se descubre!

El animal que canta:
el animal que puede
llorar y echar raíces,
rememoró sus garras.
Garras que revestía
de suavidad y flores,
pero que, al fin, desnuda
en toda su crueldad.
Crepitan en mis manos.
Aparta de ellas, hijo.
Estoy dispuesto a hundirlas,
dispuesto a proyectarlas
sobre tu carne leve.
He regresado al tigre.
Aparta o te destrozo.
Hoy el amor es muerte,
y el hombre acecha al hombre.

Heinrich Heine (Alemania)


Epílogo:


Enterrar quiero mis cantos,
Quiero enterrar mis quimeras;
Féretro insondable quiero,
Fosa necesito inmensa.
Ha de guardar muchas cosas
El ataúd bajo tierra;
Quiero que tenga más fondo
Que el tonel de Heidelberga.
Buscadme féretro duro,
De planchas fuertes y espesas,
Aun más largo que el gran puente
Que hay sobre el Rhin en Magencia.
Y buscad doce gigantes
De más vigor y más fuerza
Que el enorme San Cristóbal
Que hay de Colonia en la iglesia.
Que lo arrojen al profundo
Seno de la mar inmensa;
Que tal ataúd, tal fosa
Es necesario que tenga.
¿Sabéis ¡ay! por qué es preciso
Que enorme el féretro sea?
Porque en él enterrar quiero
Mis amores y mis penas.


sábado, 8 de diciembre de 2018

Zbigniew Herbert (Polonia, 1924-1998)


Substancia

 

Ni en las cabezas que apaga la afilada sombra de los estandartes
ni en los pechos abiertos abandonados en los rastrojos
ni en las manos que sujetan el frío cetro
ni en el corazón de la campana
ni bajo los pies de la catedral
se contiene todo

ésos que llevan los carros por un suburbio mal adoquinado
y los que huyen de un incendio con una botella de barszcz
los que vuelven a unas ruinas y no para llamar a los muertos
sino para encontrar el tubo de una estufa de hierro
los que sufren hambre son los que aman la vida
los golpeados en el rostro son los que aman la vida
es difícil llamarlos flor
pero son un cuerpo
o sea plasma vivo
dos manos para cubrirse la cabeza
dos piernas rápidas en la huida
la capacidad de conseguir el alimento
la capacidad de respirar
la capacidad de transmitir la vida bajo el muro de una cárcel
mueren esos
que aman más las bellas palabras que los olores grasientos
pero por suerte éstos son muy pocos

la nación persiste
y volviendo con los sacos llenos de itinerarios de la huida
levanta un arco de triunfo
para los bellos muertos.
 
 
 
 
(Fuente: Asamblea de palabras blog)