POEMAS DE SIN TIERRA A LA VISTA
Mis dobles
Cuando era joven, las mujeres me apartaban en las fiestas
para decirme que les recordaba
a un hermano muerto, o a un antiguo amante
con pequeñas gafas redondas como las mías.
Uno yació en una bañera con las venas cortadas,
otro se fue a dar una vuelta en globo
y no se supo nada de él desde entonces.
Otro tocaba el piano de forma tan hermosa
que los extraños llamaban a su puerta
rogándole que les permitiera entrar para escucharlo.
En cuanto a mí, la última vez que alguien me vio,
estaba en el metro leyendo la Biblia,
negando con la cabeza y riéndome entre dientes.
―――――――――――
Para que lo sepas
Ninguno de estos bastardos acaparadores de dinero
y sus aburridas esposas, flacas como avispas,
tienen un alma que vender, Sr. Diablo.
Tendrías más suerte con sus caniches,
aunque algunos tengan mal genio
y pueden morderte los tobillos.
Sin embargo, si aún estás dispuesto,
esta pareja de ancianos vive en un ático
con vistas a la Estatua de la Libertad.
―――――――――――
En el confinamiento
Podría haberme vuelto loco,
si no hubiera sido por mis recuerdos,
mis compañeros de toda la vida
encerrados conmigo durante meses
deseosos de consolarme
con historias de hombres y mujeres
que se apartaron del mundo
y soportaron años de soledad
y noches oscuras del alma
creciendo en algún agujero en la pared
donde encontraron una larga paz
obedeciendo a una voz en sus cabezas
que les decía que sólo se sentaran en silencio
para que el silencio les mostrase
todo aquello que debían saber.
―――――――――――
El viento ha muerto
Barquito mío,
ten cuidado.
Sin
tierra a la vista.
Charles Simic
Sin tierra a la vista
Traducción de Nieves García Prados
Vaso Roto Poesía
(Fuente: Papeles de Pablo Müller)
No hay comentarios:
Publicar un comentario