Cuando dije que me iba
Tuve que hacer una lista
de todas las cosas que no tendría:
un lugar fijo, un número que cerrara
conmigo adentro, una pareja
que aguantara mis largos paseos
por el bosque, un auto
de esos modernos
que se conectan a un panel solar.
A cambio tuve tiempo
y miedo a perderlo, tuve dinero
y miedo a perderlo
tuve amigos
aunque ahora hayan otros gestos
dando vueltas por mis manos.
Sólo perdí amantes, personas
que amé con paranoia
y más tarde que temprano
en otros cuerpos logré rearmar:
ojos tras un mostrador
en otros ojos, una espalda
en otra espalda
el borde una performance,
una voz
en otra boca
que habla un idioma por teléfono.
No sé si para todos será así:
la escritura demanda una vida
para aprender a leer.
El canto obliga abandonarse
al silencio del mundo.
En Voces periféricas. Antología de poetas latinoamericanos en Alemania, edición de Timo Berger; Equidistancias, Buenos Aires, 2024
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Foto: Latinale
(Fuente: Otra Iglesia Es Imposible)
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