domingo, 26 de mayo de 2024

Marcelo D. Díaz (Villa Mercedes, San Luis, 1981)

 

Rompevientos.
 

Porque yo que creí en la felicidad
Habré vuelto a ver de nuevo las irrefutables estrellas.
Zurita
 
 
Hoy es el fin del mundo, lo escribo como en sueños
te hablaría de mi vecina
correteando por el parque
dando saltitos con su padre;
dos estrellas encendidas en medio de ladridos
y música de departamentos.
¿Querías escuchar una fábula? Es así: todo terminó
la claridad es una flor abierta en tu mente
en tu futuro y ya se seca así.
No sé quién hizo con las hojas una fogata
la tristeza es una llama que no deja de crecer
la tierra moviéndose
y en su recorrido desde lejos
la hojita ardiendo te saluda:
“Hola fantasmita de la alegría,
hola pajarito miedoso,
hola reparito de la oscuridad”
Es el corazón lo que se desvanece
y es terrible nombrar las formas de la luz
digo, yo estoy ardiendo.
¿Vas a acompañar a un animal invisible
quemado por el hielo,
imantado por la única luz que nos queda
o vas a irte flameando en la hoja
que alguien quemó como si un ángel venido
del fondo de la mente fuera a salvarte?
¿Me desvaneci? ¿Dónde estás?
¿Dónde estaba? Al final me volveré más brillante
y vos y el universo por eso ya todo
se tornará luminoso
como ese día en que la luna brillaba
y era verano
y los días quedaron consumidos
en un círculo de fuego irreconocible
parecido a una llamarada
cuando en el fondo éramos nosotros.-

 

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