miércoles, 29 de mayo de 2024

Rubén Vélez (Colombia, 1953-)

 

Usted no sabe con quién se está metiendo

¡Oh! –dijo el borrico:

¡Qué bien sé tocar!

¿Y dirán que es mala la música asnal?

Tomás Iriarte

 

 

ARDID DE ARDILLA

 

Pese a que sólo dispongo del título de la fábula del día, me precipito a escribirla. ¿No es lo mejor que podría sucederle al hilo? Ahora tiene la oportunidad de irse por las ramas, de estar por fin a la altura del personaje de turno. El tema obliga a dar pasos de animal pesado, así se trata de una mariposa o un colibrí. Su ausencia, en cambio, autoriza los experimentos, las fintas, los saltos; en suma, la irresponsabilidad…

Una ardilla demasiado presente podría ser tomada por una vaca o una roca, y a mí no me gusta defraudar al respetable.

(Si crees haberle visto nada más que la cola, o escuchado un mugido de vaca de Chagall, me daré por satisfecho).

 

LA ZORRA TIENE RAZONES QUE LA RAZÓN NO TIENE

 

Donde había uvas, allá estaba la zorra. Todas le llegaban; las verdes, las pintonas, las maduras; todas, hasta las que debían ser llamadas de otra manera. Y no le arredraba el hecho de que algunas de ellas se encontraran en zonas de alto riesgo (acantilados, callejones sin salida, selvas, etcétera). Las más de las veces no tenía suerte. Con todo, no se le caía el ánimo. ¿Era una optimista incurable? Si bien no tenía una buena opinión de las frutas esas, consideraba que el absurdo que imponían era el único que casaba con su manera de ser.

 

UN PRÍNCIPE DE LAS VOLUTAS

 

El maestro Ángel es de los que todavía piensan que poesía no rima con transpiración. Para él, ser poeta es levantarse tarde, fumar marihuana y matar la noche en sitios de mala muerte. Ah, y no usar desodorante. “Quien se preocupa por disimular su esencia de animal, es un farsante más”. Dice la Biblia que por sus obras los conoceréis. Como hasta el día de hoy nuestro poeta no ha hecho poesía, ni nada que medio se le parezca, tendremos que juzgarlo por sus volutas, que son de antología.

 

LA PESADILLA DEL CAMELLO

 

Por cada paso que doy, la arena da tres: cuando llegue al oasis, no encontraré ni agua ni pasto. MI viaje no tiene sentido. Lo lógico sería que desistiera, que me echara, pero las patas no me obedecen, y corren, y la arena, ay de mí, vuelta. A un paso del oasis, doy marcha atrás, y las hienas rompen a reír, y se rompe la ficción.

 

POR AMOR DE DIOS, UN MORDISCO

 

Dice la leyenda que los espejos se niegan a reflejarme. Ojalá eso fuera cierto. Cada día me sentiría autorizado para imaginarme distinto. Cada día sería otra historia. ¡Trescientas sesenta y cinco máscaras al año! Venecia en vez de la seriedad. Tú y los demás vivos en vez de rigor mortis… Si los espejos me pasaran por alto, o al menos me sorprendieran de tarde en tarde, no tendría que lanzar esta especie de S.O.S. No sé si me conozco a fondo, pero ya estoy al tanto de todos mis límites; sólo un gesto tuyo podría trastornar las cosas. No digo cambiar, porque ningún espejo vería con buenos ojos que un hombre entrado en años se hiciera grandes ilusiones.

No tendrás que bajar a la cripta: te esperaré en el vstíbulo.

 

 

POSITIVISMO A LA LUZ DE LA UNA DE TRANSILVANIA

 

Hoy más que nunca me gustaría creer en un ser perfecto –creer en el Creador-, para desahogarme a fondo, para volver a la normalidad… Oiga usted, esa sombra suya, esa sangre de su sangre… ¿Qué corre ahora por sus venas? Criaturas aguachentas, criaturas sin una gota de aguarrás… ¿La comida posmoderna? ¿El cine y la televisión?… Oiga usted, ¡qué falta de consistencia!, ¡qué falta de carácter!… La otra noche mordí el cuello de un poeta que impetraba el “aliento de Nosferatu”, y saltó un chorro de babas… ¡Yo que usted me decidiría por el papel de Destructor!

Hoy más que nunca creo que todo fue cosa del azar.

 

EL EVANGELIO SEGÚN VOLTAIRE

 

Y el cuarto rey mago, que no era rey ni mago, se postró a los pies del primogénito de José y María, y depositó su presente: la linterna de Diógenes.

 

CON SANGRE, POR FAVOR

 

¿Sabías que Drácula sólo lee libros que han sobrevivido por lo menos cincuenta años? Nuestro eterno convaleciente sostiene que si al cabo de ese tiempo todavía circulan, es que fueron escritos como manda la Literatura: con sangre.

(Ya lo sabes, señorito escribidor: si quieres que tu obra haga parte de la biblioteca de Transilvania, vas a tener que deshacerte de cinco litros de aguachirle).

 

DE LA IMPORTANCIA DE NO SER IMPERTINENTE

 

Y la babosa llegó a Roma. Y lo bonito del cuento es que para llegar tan lejos no tuvo que cambiar de naturaleza (volverse águila o zorra). La babosa, para salirse con la suya, sólo tuvo que ser babosa a todas horas. Me explico: no ser en ningún momento.

 

UNA LECCIÓN DE SENSATEZ

 

Cuando Narciso empezó a verse feo, supuso que las aguas le estaban jugando sucio para obligarlo a ahogarse. ¡Para tenerlo en su seno por los siglos de los siglos! Supuso un amor loco. Pero él no amaba la irracionalidad. Así que rompió con las aguas y dedicó el resto de su vida a la búsqueda de un espejo que sólo tuviera ojos para la belleza interior, el único, en su opinión, que no se preocuparía por darle una lección de romanticismo.

 

Usted no sabe con quién se está metiendo. Medellín. Fondo Editorial Universidad Eafit. 2006. Págs. 25, 41, 65, 108, 152, 157, 159, 166, 184, 191.


(Fuente: La Mecánica Celeste

 

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