tres poemas
antes
de tensar la goma y calcular la distancia entre uno y el hundimiento
de la piedra pensemos en un niño al descubrir la cadencia en el
retroceso de las olas en la púa del erizo entre las algas del coral y en
la soltura de dos hermanos que practican muay thai sobre un campo de
margaritas pensemos en la porfía de quien promueve su propio tropiezo su
propia zancadilla y en un parapentista que en la masa térmica ajusta
con total pericia los binoculares en el cinto de su arnés pensemos en
las golondrinas ensayando un vuelo errático en apariencia o en un cactus
a punto de florecer sin inmutarse siquiera pensemos en quienes aseguran
que la puntería es un asunto secundario cuando lo importante es la
brisa apenas perceptible que interviene y desenfoca el blanco pensemos
en ello o en algo parecido en un pescador por ejemplo en la lienza
enrollada en su tarro y en toda la bruma del lago por delante
~
por
amor al aire o por el aire mismo pensemos el arrayán a orillas del
estero y antes de resbalar digamos demasiada arcilla demasiado hielo
demasiado estruendo habrá un exceso de ímpetu en quien parte linterna en
mano ante lo poco que se distingue de los tablones en el puente del
hacha tras la puerta de la estufa para secar el barro y pensemos en que
mañana tal vez alguien clave su última estaca y los colores del macizo
justifiquen este ascenso el instante en que todo enmudece y el aire se
detiene como el respiro que desde su cuenca el ojo reclama
~
porque
la memoria es un músculo que tarde o temprano se desgarra nos
detendremos aquí para protegernos de la ventisca y en favor de las
fuerzas que nos faltan reposar la musculatura perdida también en la
mirada porque no hay apuro en llegar a destino ni en agotarse por culpa
de un cansancio innecesario nos tumbaremos aquí y en medio de la holgura
por amor al aire o por el aire mismo esperaremos como quien espera el
ronquido con el que anuncia su desborde el alud
Proyecto Patrimonio
(Fuente: La comparecencia infinita)
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