sábado, 24 de febrero de 2024

Fernando de las Heras (Badajoz, España, 1981)

 

3 poemas

 


POR INCREÍBLE QUE PAREZCA





Un día de estos al relincho de los caballos

responderá el silbato de los hipódromos,

Un día de stos al relincho de los caballos

responderá el silbato de los hipódromos,

en cada frontera sellada se presentará un niño

con las rodillas manchadas de una hierba fluorescente.

A cada pregunta lanzada al aire

replicará un rumor de piedras en el fondo del río

y las sirenas del cuartel militar

recitarán a los poetas desertores.

Por increíble que parezca, nadie

llegará demasiado pronto

ni demasiado tarde

si un día decide volver tras sus pasos.


No hay más verdad

que esta urgencia de sueño que nos rodea.


El día menos pensando, vendrá la vida

a llevarse a la vida por delante.




 

UNA CASA





Mi casa se hizo en el aire y le dejé crecer las raíces

para que tomara de la tierra los nutrientes más selectos.


Con un libro orientado hacia el sol

se hizo la casa, a la que beso en la frente

cuando comienza el día

y dejo reposar su belleza sobre la ropa olvidada

y los retratos familiares.

En ella caben exactas las vidas

que un hombre y una mujer pueden llorar

mientras se transforma como una antigua montaña

bajo un volcán en erupción.

Si movemos sus muebles parecerá

que vivimos una vida distinta,

que olvidamos cómo sucedieron las cosas,

el camino que nos atrajo hasta aquí.


Las puertas de mi casa se abren hacia ambos lados de mi casa.

Nunca sabes si estás dentro o fuera.





NO ESTABA ESCRITO





Me basta con saber que en este mismo lugar

nuestros antepasados redoblaron la ternura

como quien añade pan a la mesa.

Que sellaron la felicidad sobre un abrazo

en el que edificaron

con otro abrazo la casa,

y bendijeron

la misión de las lombrices

fortaleciendo el futuro de los recién nacidos,

la fertilidad de los sueños más ágiles.

Aunque pronto los cimientos del día

doblaron sus espaldas

hasta besar la tierra que otros habría de pisar.


Nada de lo sucedido estaba escrito,

pero convéncete, estas y otras cosas

estaban dispuestas a salvarnos.


Por eso desde entonces

no necesitamos morirnos todos juntos

para comenzar de nuevo.

 

 

Fernando de las Heras. Hablar en sueños. De la luna libros, Ed. 2014

 

(Fuente: Voces del extremo)

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