sábado, 16 de marzo de 2019

Sharon Olds (California, 1942)





Su lista

Ella tiene, en el desayuno, una lista de cosas
que pensó durante la noche. Quiere
decir que mató a un sapo, una vez –
lo puso en el radiador,
y se le escapó, y lo volvió a poner
y se le escapó, y lo volvió a poner
y lo desplegó. Quiere contarme
que no lloró en el entierro de su madre,
me muestra como espió
por entre los cortinados del velatorio, a
los asistentes, los labios apretados,
los ojos achinados, como una joven hechicera.
No estaba triste cuando murió su madre,
ella y su hermana simplemente se miraron,
se subieron al auto de la hermana,
manejaron durante la mitad
de la noche, hablando y haciendo planes.
Se inclina sobre la mesa de desayuno, consulta
su lista. Su madre le tiró el ensayo de fin de año
por la ventana, a la lluvia.
Su madre vino a su clase de quinto grado y
les dijo a todos los compañeros que ella era una mentirosa.
Su madre la sentó en el inodoro hasta que se le pegó –yo sabía eso
su madre le sacó los ruleros mientras dormía –yo sabía eso.
Su madre llegó dos horas tarde
a una fiesta en su honor, y no los dejó a ellos, sus hijos,
comer o tomar nada, porque
la fiesta era en su honor,
no en honor a ellos. Los ojos
feroces de mi madre se achican para mirarme,
como si estuviera furiosa conmigo –cuando se mordía
las uñas, su madre la ató a la cama
y no la dejaba ir a hacer pis.
¿Cuántas veces hizo eso?
Una, creo, dice mi madre.
Y yo la miro –ella me ató a mí
una única vez. ¿Sabes como le dicen a esto ahora, le
digo, mamá? Fuiste un poco abusada.
Se ríe sin placer, me mira sin
deleite ni pena, dice, nunca pensé en eso. Y yo
la abrazo, le acaricio el bulto duro en la espalda, su
cabecita con permanente está tan cerca de mi pecho –
pero si intentara algo, pienso salvajemente, no sería
difícil romperle la muñeca. Palmeo
su joroba cartilaginosa,
era una niña, llegó sin haber lastimado a nadie.
Se había formado en la oscuridad, dentro de su madre, en
el líquido que su madre no había tocado nunca
y con el que su madre tenía poco que ver. Se formó en la palidez,
la forma de lo que serían sus pechos
y su útero nadaban, libres, por su cuerpo,
hacia el lugar de su amarra.




Traducción Inés Garland e Ignacio Di Tullio


(Fuente: Caína bella blog)
 

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