jueves, 18 de febrero de 2016

Emily Dyckinson

Durante tantos años tuve hambre...



Durante tantos años tuve hambre- 
Hasta que llegó mi mediodía -mi hora de comer- 
Temblando me acerqué a la mesa- y probé el vino 
extraño-
Era lo que había visto sobre otras mesas- 
Cuando volvía, hambrienta, a casa y veía por las 
ventanas la opulencia que no podía pretender para mí-
No reconocí la abundancia del pan- Tan diferente 
de las migajas que los pájaros y yo compartíamos 
en el comedor de la naturaleza-
La plenitud me lastimó -era algo tan nuevo- Que me sentí 
enferma -y rara- como un fruto del árbol montañés- 
transplantado al camino.
Tampoco estaba hambrienta ya -descubrí Que el hambre 
es algo que sienten aquellos que miran por las ventanas 
desde afuera y que, entrando, lo pierden. 
 
 
Versión: Isaías Garde

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