viernes, 1 de enero de 2016

Poemas de Franco Bordino


ZOON POLITIKÓN


Cada uno es una criatura posible
y la imposibilidad de muchas otras.
Así entendió algún hombre el cosmos,
el ser tal cosa en cada cosa. Sólo
en él la esencia se comporta
así, como una furia negadora,
como una afrenta contra el prójimo:
sólo en el hombre hay
aquella nada destructora.
Viles hombres
odian al que odia
lo que ellos aman, aman a lo igual.
No pueden sostenerse
en su ser tranquilos. La herida te abre:
sabés la muerte y, con ella, la eternidad:
el deseo de no ser carne, la acritud de lo infligido,
el deseo de mandar. Junto a otros hombres,
se amasan pueblos contra pueblos, sistemas que recubren
la disparidad. El amor es un refugio de los necios.
Mirame... ¿Quién puede amar? Con tanta imagen,
¿quién puede ver? Apenas aire que se toca,
un rápido fulgor y corriente modulada,
una idea que pasa y que se adosa...
Todo ello, al fin, es más fuerte
que cualquier corazón:
desentierra el odio de la especie,
impone para todos la recta dirección.
Hombre de las tabernas,
de ritos y cafés
donde el destino de otros se debate:
sólo el odio pone a un hombre sobre otro,
sólo la amnesia nos separa:
la voluntad es sagrada,
el poder es un vicio enquistado,
una vez, demasiado hondo.
 

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