ANTES DE HABLAR HAY QUE APRENDER A ESTAR SOLOS
¿Es la vida del poeta
violencia y rencor,
celos que hacen del corazón
un archivo de miserias?
Para qué
escribir infamias, ambiguas dedicatorias,
traicionar Al Maestro o Al Joven Discípulo,
imaginar epitafios para los vivos en lugar de amarlos
como se ama el sol y la noche interminable
que nos une a todos
en la palabra que nos separa de todo.
(EL MEJOR MAESTRO ES EL VIENTO.
El mejor poema, un amigo.)
HAY QUE APRENDER DE LOS ÁRBOLES
EL SILENCIO Y LA CAÍDA.
(Fuente: La reversible)
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