viernes, 27 de noviembre de 2020

Gustavo Caso Rosendi (Esquel, Chubut, Argentina, 1962)

 

 

NO ES QUE LLORE...

 
 
No es que llore, sólo tengo un "Pelusa" en el ojo.
Ídolo con pies de barrio.
Eterno botín jamás colonizado.
Patada en la redondez de los glúteos del mismísimo poder.
Tobillo inflado como el globo terráqueo.
Ganas de que alguien me bese, como a una camiseta.
Todos alguna vez le hicimos trampa al más tramposo.
Y luego (de manera formidablemente leal), para
que no queden dudas: un cuadro pintado por Da Fiorito.
Luces y sombras de un país siempre en gambeta.
Rebelde y obstinado; tripa y corazón.
Puteando a lo querido porque le han herido al himno.
Hijo del viento y de la luz.
Conexión neuronal superlativa.
Tartamudeo producido por una blancura extrema.
Nariz de cueva de Altamira.
Ahí lo está viendo al "Pájaro", sabe muy bien dónde ponerla.
Jueguitos con una chapita de gaseosa.
Era como una foca en el circo, pero más triste.
De una tristeza que daba alegría.
Ahora Diego está armando un "picado" en el cielo.
 
 
 

(25 de noviembre de 2020)
 
 
(Fuente: César Cantoni)

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