sábado, 28 de noviembre de 2020

Jacques Roubaud (Francia, 1932)

 

 

Meditación de la certeza 

 


La puerta rechazaba la luz.

Yo sabía que ahí había una mano. ¿quién me concedería en adelante todo el resto?

Después de haberla visto, después de haber reconocido la muerte, que no sólo parecía ser así, sino que era así con certeza, y no tenía ningún sentido dudarlo.

Después de haberla visto, después de haber reconocido la muerte.

Alguien me habría dicho: “no sé si eso es una mano”. yo no habría podido responder. “mírala más de cerca.” ningún juego de lenguaje podía desplazar esta certeza. tu mano colgaba al borde de la cama.

Tibia. tibia solamente. tibia todavía.

La sangre se había espesado al final de los dedos. como un fondo de guinness en un vaso.

Yo no la veía humana. “hay sangre en una mano humana”. entendía muy claro el sentido de esta oración. porque contemplaba su confirmación negativa.

No me hacía falta decirme: “la sangre corre por una mano viva”. cosa que sin embargo nadie vio jamás. esa sangre sin duda alguna no corría. yo no podía ponerlo en duda. para dudar me faltaban razones.
 
 
 

incluido en Poesía francesa actual (Biblioteca digital, República Dominicana, 2009).
 
 
(Fuente: Asamblea de palabras)

 

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