¡VIVAN LAS CAENAS!
La presentadora de televisión reprocha la falta de democracia
y libertades del comunismo, y lee, indignada,
cómo el gobierno chino censura la información sobre la huelga,
y a cambio, solo emite unas pocas imágenes de los descontrolados
arramblando con el mobiliario urbano
que los antidisturbios neutralizan con diligencia
y sin demasiada violencia, porque vete a saber si
los revoltosos no son también antidisturbios disfrazados de antisistema
que actúan en la farsa para demostrar lo mala que son las huelgas
y lo inconveniente de las manifestaciones ciudadanas.
A continuación, la presentadora, lee,
muy seria y con mano temblorosa,
los nombres de las 44 mujeres asesinadas este año,
víctimas mortales de la violencia machista, mientras,
con la otra mano, hace una bola que tira a la papelera
con la noticia de que, también este año,
siete mil personas han fallecido en España
víctimas de la pobreza energética.
-Uno se pregunta qué lista leería la presentadora
si el informativo lo pagaran los 44 asesinos de mujeres
y no el lobby de las eléctricas-
Salimos a la plaza y guardamos un minuto de silencio,
pues así lo dicta la ordenanza, por las asesinadas.
Salimos de la conciencia,
pues también así lo dicta el sistema,
y guardamos ochenta años de silencio
por los desaparecidos, por los desahuciados,
por los que se irán a la cama sin cenar,
por los que hoy morirán hoy de frío.
En Todos atrapados en la misma trampa. Ed. Garum, 2020
(Fuente: Voces del extremo)
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