“Al volante del Chevrolet por la carretera de Sintra”, de Álvaro de Campos
Traducción de Draupadí de Mora
(Alvaro de Campos es uno de los heterónimos de Fernando Pessoa)
Al volante del Chevrolet por la carretera de Sintra
a la luz de la luna y al sueño, en la carretera desierta,
solitario conduzco, conduzco casi despacio, y un poco
me parece, o me esfuerzo un poco para que me parezca,
que sigo por otra carretera, por otro sueño, por otro mundo,
que sigo sin que haya Lisboa detrás o Sintra por ver
que sigo, ¿y qué más hay en seguir sino no parar, sino seguir?
voy a pasar la noche a Sintra por no poder pasarla en Lisboa,
pero cuando llegue a Sintra tendré pena
de no haberme quedado en Lisboa.
de no haberme quedado en Lisboa.
Siempre esta inquietud sin propósito, sin nexo, sin consecuencia,
siempre, siempre, siempre,
esta angustia excesiva del espíritu por cosa alguna,
en la carretera de Sintra, o en la carretera del sueño,
o en la carretera de la vida…
o en la carretera de la vida…
Maleable a mis movimientos subconscientes del volante,
galopa debajo de mí, conmigo, el automóvil que me prestaron.
Sonrío por el símbolo, al pensar en él, al girar a la derecha.
¡Cuántas cosas que me prestaron conduzco como mías!
¡Cuánto me han prestado, ay de mí!, ¡yo mismo lo soy!
A la izquierda la casucha –sí, la casucha- a la vera del camino.
A la derecha el campo abierto, con la luna a lo lejos.
El automóvil, que parecía hace poco darme libertad,
es ahora una cosa donde estoy encerrado,
que solo puedo manejar si estoy encerrado en él,
que solo domino si me incluyo en él, si él me incluye a mí.
A la izquierda, allá atrás, la casucha modesta, más que modesta.
La vida ahí debe ser feliz, solo porque no es la mía.
Si alguien me vio desde la ventana de la casucha, soñará:
aquél es el que es feliz.
aquél es el que es feliz.
Tal vez para el niño que espía por los vidrios de la ventana
del piso de arriba
del piso de arriba
quedé (con el automóvil prestado) como un sueño, un hada real.
Tal vez para la muchachita que miró, oyendo el motor,
por la ventana de la cocina
por la ventana de la cocina
de abajo,
soy algo parecido al príncipe de todo corazón de muchacha,
y ella me mirará de reojo, a través de los vidrios,
hasta la curva en que me perdí.
hasta la curva en que me perdí.
Dejaré sueños detrás de mí, ¿o es el automóvil que los deja?
¿Yo, el conductor de un automóvil prestado,
o el automóvil prestado que yo conduzco?
o el automóvil prestado que yo conduzco?
En la carretera de Sintra a la luz de la luna, en la tristeza,
ante los campos y la noche,
ante los campos y la noche,
conduciendo el Chevrolet prestado desconsoladamente,
me pierdo en la carretera futura, desaparezco en la distancia que alcanzo,
y, en un deseo terrible, súbito, violento, inconcebible,
acelero…
Pero mi corazón se quedó en el montón de piedras,
del que me desvié al verlo sin verlo,
del que me desvié al verlo sin verlo,
a la puerta de la casucha,
mi corazón vacío,
mi corazón insatisfecho,
mi corazón más humano que yo, más exacto que la vida.
En la carretera de Sintra, cerca de la medianoche,
a la luz de la luna, al volante,
a la luz de la luna, al volante,
en la carretera de Sintra, qué cansancio de la propia imaginación,
en la carretera de Sintra, cada vez más cerca de Sintra,
en la carretera de Sintra, cada vez menos cerca de mí…
Ao volante do Chevrolet pela estrada de Sintra
Ao volante do Chevrolet pela
estrada de Sintra,/ Ao luar e ao sonho, na estrada deserta, Sozinho
guio, guio quase devagar, e um pouco/ Me parece, ou me forço um pouco
para que me pareça,/ Que sigo por outra estrada, por outro sonho, por
outro mundo,/ Que sigo sem haver Lisboa deixada ou Sintra a que ir ter,/
Que sigo, e que mais haverá em seguir senão não parar mas seguir?/ Vou
passar a noite a Sintra por não poder passá-la em Lisboa,/ Mas, quando
chegar a Sintra, terei pena de não ter ficado em Lisboa./ Sempre esta
inquietação sem propósito, sem nexo, sem consequência,/ Sempre, sempre,
sempre,/ Esta angústia excessiva do espírito por coisa nenhuma,/ Na
estrada de Sintra, ou na estrada do sonho, ou na estrada da vida.../
Maleável aos meus movimentos subconscientes do volante,/ Galga sob mim
comigo o automóvel que me emprestaram./ Sorrio do símbolo, ao pensar
nele, e ao virar à direita./ Em quantas coisas que me emprestaram guio
como minhas!/ Quanto me emprestaram, ai de mim!, eu próprio sou!/ À
esquerda o casebre — sim, o casebre — à beira da estrada./ À direita o
campo aberto, com a lua ao longe./ O automóvel, que parecia há pouco
dar-me liberdade,/ É agora uma coisa onde estou fechado,/ Que só posso
conduzir se nele estiver fechado,/ Que só domino se me incluir nele, se
ele me incluir a mim./ À esquerda lá para trás o casebre modesto, mais
que modesto./ A vida ali deve ser feliz, só porque não é a minha./ Se
alguém me viu da janela do casebre, sonhará: Aquele é que é feliz./
Talvez à criança espreitando pelos vidros da janela do andar que está em
cima/ Fiquei (com o automóvel emprestado) como um sonho, uma fada
real./ Talvez à rapariga que olhou, ouvindo o motor, pela janela da
cozinha/ No pavimento térreo,/ Sou qualquer coisa do príncipe de todo o
coração de rapariga,/ E ela me olhará de esguelha, pelos vidros, até à
curva em que me perdi./ Deixarei sonhos atrás de mim, ou é o automóvel
que os deixa?/ Eu, guiador do automóvel emprestado, ou o automóvel
emprestado que eu guio?/ Na estrada de Sintra ao luar, na tristeza, ante
os campos e a noite,/ Guiando o Chevrolet emprestado
desconsoladamente,/ Perco-me na estrada futura, sumo-me na distância que
alcanço,/ E, num desejo terrível, súbito, violento, inconcebível,/
Acelero.../ Mas o meu coração ficou no monte de pedras, de que me
desviei ao vê-lo sem vê-lo,/ À porta do casebre,/ O meu coração vazio,/ O
meu coração insatisfeito,/ O meu coração mais humano do que eu, mais
exacto que a vida./ Na estrada de Sintra, perto da meia-noite, ao luar,
ao volante,/ Na estrada de Sintra, que cansaço da própria imaginação,/
Na estrada de Sintra, cada vez mais perto de Sintra,/ Na estrada de
Sintra, cada vez menos perto de mim...
(Alvaro de Campos es uno de los heterónimos de Fernando Pessoa)
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