Geometrías
Hasta la línea recta, que no existe, se cansa
de insistir en ser lo que, por cierto, no es:
advierte, aunque ya es tarde, que ella misma
se cierra en un círculo inabarcable, fantástico,
que por natural naturaleza es horizonte:
la línea recta, inventada para atravesarlo todo,
es ajena a la curva de una mano que encrespa
el remolino de los cuerpos en sí íntimos:
condenada a padecer eterno el infinito,
su oculto deseo, lo sé, es el punto final.
(Fuente: Miguel Gaya)
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