2 poemas de DE LA IMPERTURBABLE INOCENCIA DE LOS VENCEJOS
Del llanto contenido
con la opresión firme de los sucesos,
de los ojos hacia dentro
contemplando las hojas de mi otoño interno,
mientras bailan mis manos,
libres como como pájaros ardiendo,
de las bocas del miedo que se teje en los tejados
y del canto perpetuo de la lluvia en los caminos
mientras crepita la llama del fuego
y se vuelcan los vientos en mi pelo,
de todo esto…y de ti
y de nuestro insomnio contenido
sobre la pradera verde del silencio
quisiera hablar contigo
porque la música que nos viene
del bosque y de los álamos
nos inunda del todo
y se desborda sobre los cantos rodados
de tu vientre encendido…
y yo ahora me pregunto
con tu frente en mi boca
y tu pelo entre mis dedos
qué fue de los gritos
guardados en el cofre de mi lengua,
del sabor de las amapolas perdidas
entre tus piernas
y de la aurora que vino
a decirnos, como siempre,
vivid y bailad al son de las hojas templadas
que llueven de los árboles
***
Cuando el camino duela en la piel
y el cuerpo se agoste extenuado
me gustaría descansar en una casa que luciera blanca.
y que todas sus paredes y muros
tuvieran una enorme boca desdentada
con branquias para drenar el aire y las aguas.
Con una ventana abierta a un jardín
donde dormiría un viejo roble
de alma húmeda y ojos encendidos,
solo él sabe que la lluvia no duele
ni daña el alma,
con hojas que caerían de vez en cuando
como versos templados
al suelo mojado…
y que también volara como un poema único
el canto de los chamarices.
La puerta siempre abierta, hospitalaria,
para que entrara el viajero
y me contara las historias de su tránsito.
Francisco Javier Sánchez Durán. De la imperturbable inocencia de los vencejos. Ed. Niebla, 2022
(Fuente: Voces del extremo)
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