miércoles, 31 de julio de 2024

César Seco (Venezuela, 1959)

 

Puede ser una imagen en blanco y negro de niños

 
JAZZ DEL HOSPITAL AL FINAL DE LA CALLE
 

                          <<La paranoia es, en el sentido literal de
                             la palabra, una enfermedad del poder>>
                                                       Canetti, sobre Schreber
 
 
1.
¿Importa ver el rostro a la razón? Dime.
¿Importa saber a dónde mira y si en
verdad tiene pies en qué andar? Dime.
¿Importa quién con sus ojos de mirar
te está mirando sin ver? Dímelo ya.
¿Importa el ir y venir de inyectadoras/
cóctel dosificante de cada quien?
¿Importa si estrábicos afirman que
ven: ese lugar en movimiento de sólo
ser, desnudos todos de la cintura hacia
arriba? ¿Importa si pueden coherente
hablar? Bien sea hambre o sea sed_
"ESTOY CIEGO DE VER", el aforismo
de Lowell/ herida con clavo dejada en
la pared de la Sala de Espera sin saber
de quién es o cuándo fue escrita allí/
Estoy aquí buscando a Telémaco entre
los tantos que deambulan o sólo son
suma de codos, manos y dedos en
bancos de duro cemento, o frases a
lo largo y estrecho de un pasillo de
celdas para encerrar a los zombis y
todo oscuro es. Llanto que escucho
entrecortado y a solas sin saber si es
de él. Antes que la bolsa plástica del
enfermero cumpliera, un cheveve vino
y su aguijón hundió en mí/ delgada
aguja otra en su pinchazo y no me
dolió como lo hizo la aberrante mugre
que le fue asignada por habitación_
-Señor Nadie, no puedo con esto y si
salgo de aquí para dónde ir-. No es
la alegre voz del que cantaba ¡GOL!
cuando de volea la encajaba en la red.
¿Quién me habla es su lengua al revés?
(CAMA, LUNA, POZO, NADA, PARED).
Erizado latir, flor del presagio, sola y
única mudez por un largo rato............
 
2.
Llaves y cerraduras un sólo sonar. El
grito de uno es el del otro que se deja
oír. Pasos de felpa y cartón, descalzos
pies_ Lo que perturba escondido diría:
-Vive esto en una burbuja de jabón-.
Es una enfermedad que no sangra ni
duele. Si fuera plancha de un defensa
antes que solo queden el arquero y tú,
y puedas decirlo como quieras o no.
Olores, gemidos, risa de no sé quién.
Hablar al muchacho con baba suya
en mí voz ( ) indistinta de todo y nada:
-Telémaco, esto no es más que un
conturbado reloj de cuando fuistes yo
y también el otro que nos mira enterado
de para dónde vamos a ir. La camilla
sacan para orear el enflaquecido//
colchón ahogado de orine y te levantan
de espaldas a mí, de espaldas a todo,
con las manos atadas para no hacerte
daño, mentira, y el miedo sudando su
costumbre ya entre un ritmo lento lo
que de aire queda y como astronauta
caminando vienes a mí sin saber que
después de la visita no seré el que vino
y seré solamente quien ya dejó de ser.
 
 
en Jazz de Itaca. C.S. 2013-2021.
Fotografía: Raymond Depardom

 

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