tres poemas
Ventanas
Los nenúfares flotan en el fondo del escritorio
Una colina del más intenso verde y el cielo azul
Ninfeáceas y otras flores protectores de pantalla
Todas las preguntas están hechas
Pudimos cruzar calles para cantar canciones
Todos los discos se borran
Seguimos almacenando memorias
parecidas a sueños
Hemos cambiado como un fondo de pantalla
en presentación de diapositivas
~
Nos perderemos en el malestar
entre conversaciones binarias
entre violetas flotando como salvapantallas
entre las infinitas listas
entre servidores abandonados como ciudades fantasma
entre los algoritmos que se encargaron de fallar
porque todo apuntaba a que nunca nos conoceríamos
Nos perderemos cuando el capital acabe
sin que quede registro de nuestro encuentro
En la nube donde practicamos el coleccionismo
entre las hojas de cálculo de árboles virtuales
entre poemas plagiados
entre capturas
en modo avión
No habrá manera
de evitar la catástrofe
porque nos habitamos desde realidades con pantalla
~
La noche es un sueño que se lleva la mañana
Eres mi guachita hasta que te lleve el sol
Tunacola
El día del fin del mundo
nos recostamos en el pasto para tomar vino
todos lloraban y se despedían
Como para decir que había llegado la hora
se encendieron los aspersores
Nosotros también nos abrazamos
Nos despedimos cuando aún estaba oscuro
aunque sabíamos no se trataba del fin
esperamos sentados el amanecer
y a lo lejos un sol de tantos lo quemaba todo
Postales desde el fin del mundo (2017-2022). Ciudad de México: UNAM-SECTEI, 2023.
(Fuente: La comparecencia infinita)
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