domingo, 28 de julio de 2024

Sebastán Jaka (Buenos Aires)

 

CARNE



“Un cielo como de carne”, repetias vos
y le dabas patadas en la panza
a tu trigésima esposa
para evitar otro bebé.
Entonces supe que ahí
de súbito
mientras maltratabas a esa chica de espíritu salvaje
pero de una afectividad enclenque, "pura carne", repetias vos
(y a tu hija y a tu nieto
respectivamente, en la fácil mnemotécnica de la carne:
“Todos hechos de carne” y “Como el cielo”, repetías
con la metonimia engarzada como un fiordo
en la pulpa hedionda
de tu cerebro)
me había nacido un hijo para salvar
en el cielo
y un padre para matar en la carne.

 

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