Transformancias 3
En temporada de peonías, me estalla la cabeza en silencio, un alivio. La erupción delicada va a visitar a todes o si no todes van a morir de sí mismes. Yo soy un mineral intercambiado entre gencianas, prestamista retorcida. Hablar produce ondas que rebotan contra las estructuras que invisibles nos rigen. Yo me ecolocalizo y encuentro arquitectura maligna en todas partes. Sigo hablando para tratar de discernir su forma a fin de no convertirme en ella, de evitar que me absorba. Pero igual recibo cargamentos de basura que no son “míos” porque como sugirió Eliza, algunos son mentales y otros parecen no respetar en absoluto las fronteras, como el aire y como el agua, y también como el fuego con su humo y también las montañas que se alzan de ese humo, y asimismo los ciervos que como te podrás imaginar se están yendo de ahí igual que las criaturas para las cuales no es opción la fantasía de las fronteras.
Traducción de Ezequiel Zaidenwerg
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