Los sueños en retirada
Primero:
Llegará el día en
que podré exclamar
a mis seres
queridos, personal doméstico, proveedores en general:
Vengo de renunciar y
estoy en éxtasis.
Segundo: en la
construcción de la Gran Obra
apenas soy un
insignificante operario;
en cuanto mis
superiores se distraen
aprovecho para no
hacer nada,
cuando intensifican
los controles
le soy infiel al
trabajo con la mente.
Tercero: si fuera mi
tarea bajarles el pulgar uno por uno
a objetos que se
ofrecen a la contemplación estética,
no le ofrecería el
mismo brazo a una anciana decrépita
para pasearla por
las calles,
además, a qué
moverse de casa si sólo el metal
también lo
blandengue se amoneda y circula.
Cosas que respondí,
cuando me preguntaron
si mi experiencia
fue significativa.
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