domingo, 28 de enero de 2018

Frank O'Hara

Maiacovski


1
¡Mi corazón está perturbado!
estoy de pie en la bañera
llorando. Madre, madre
¿quién soy? Si él
volviera solo una vez
y me besara en el rostro
su áspero cabello rozara
mi sien, ¡está latiendo!
 
entonces podría vestirme
creo, y andar las calles.
 
2
Te amo. Te amo,
pero estoy volviendo hacia mis versos
y mi corazón se cierra
como un puño.
 
¡Palabras! Sean
tan enfermas como lo soy yo, extasíense,
pongan en blanco los ojos, un charco,
 
y observaré insistente
mi herida belleza
que, a lo mejor, es solo un talento
para la poesía.
 
No puedo gustar, no puedo cautivar o ganar
¡vaya poeta!
y la transparente agua se espesa
 
con golpes salvajes sobre su cabeza.
Abracé una nube,
pero cuando me elevé
comenzó a llover.
 
3
¡Qué gracioso! ¡Hay sangre en mi pecho!
ah, cierto, he estado cargando ladrillos
¡qué gracioso lugar para romperse!
y ahora llueve sobre el ailanto
mientras paseo sobre el alféizar
las huellas detrás de mí están llenas de humo y
brillando apasionadas por correr
salto en las hojas, verdes como el mar
 
4
Ahora espero tranquilamente
que la catástrofe de mi personalidad
finja ser bella otra vez,
e interesante, y moderna.
 
La región es gris y
de árboles marrones y blancos
nieves y cielos de risa
siempre apagándose, menos graciosa
no simplemente oscura, no simplemente gris
 
Este puede ser el día más frío
del año, ¿qué es lo que piensa él de
eso? Quiero decir, ¿qué pienso yo? Y si lo pienso,
quizás sea yo mismo de nuevo.

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