domingo, 17 de septiembre de 2017

Brian Alvarez (Buenos Aires, 1991)


SESIÓN DE AUTOAYUDA PARA SERES DE LUZ

 

Usted lanza la caña.
La caña lo convierte en alguien
que lanza. Buscan.
Al final de un pasillo hay una puerta con luz,
y buscando en la luz, la caña.
Al final de la caña hay luz
y detrás de la luz, usted, que sostiene y ya no lanza.
Entre usted y la luz hay ahora
un vínculo: el vínculo
no lo convierte en luz,
sino en alguien enlazado a la luz
por la caña
y los tres buscan con la forma
de la red, del lazo. Los tres y el lazo.
(Pero usted no es la luz: no recibe la caña.)
Ésa es toda la solidaridad
que es posible esperar de otros
cuando todavía no se pertenece.
Pero usted ahora conoce la luz y sabe
que la luz lo rechaza.
La luz busca la caña, pero no la ve.
La caña no rechaza. Viene de la luz.
(El rechazo es una forma de unión,
no sufra, y toda unión
necesita un filo de rechazo.)
Usted sostiene la luz por medio de la caña.
Del mismo modo, al paraíso
se accede por el último portón del mal.
Hace la diferencia el deseo
que se persiga
una y otra vez, la decisión
de qué es lo que se va a buscar por siempre
y con qué resultado. ¿No es una metáfora
aburrida
la eternidad?







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