miércoles, 30 de agosto de 2017

Jaime García Terrés (México)

Otras versiones


TRIOLET

(G. K. Chesterton)


QUISIERA ser una medusa
que a rodar no se fuera por ninguna escalera;
entre todas las cosas que desear pudiera
quisiera ser una medusa
sin ambición abstrusa
pues ya no tiene que pensar siquiera:
“Quisiera ser una medusa
que a rodar no se fuera por ninguna escalera.”

martes, 29 de agosto de 2017

Antonin Artaud

Noche


Los mostradores del cinc pasan por las cloacas,
la lluvia vuelve a ascender hasta la luna;
en la avenida una ventana
nos revela una mujer desnuda.

En los odres de las sábanas hinchadas
en los que respira la noche entera
el poeta siente que sus cabellos
crecen y se multiplican.

El rostro obtuso de los techos
contempla los cuerpos extendidos.
Entre el suelo y los pavimentos
la vida es una pitanza profunda.

Poeta, lo que te preocupa
nada tiene que ver con la luna;
la lluvia es fresca,
el vientre está bien.

Mira como se llenan los vasos
en los mostradores de la tierra
la vida está vacía,
la cabeza está lejos.

En alguna parte un poeta piensa.
No tenemos necesidad de la luna,
la cabeza es grande,
el mundo está atestado.

En cada aposento
el mundo tiembla,
la vida engendra algo
que asciende hacia los techos.

Un mazo de cartas flota en el aire
alrededor de los vasos;
humo de vinos, humo de vasos
y de las pipas de la tarde.

En el ángulo oblicuo de los techos
de todos los aposentos que tiemblan
se acumulan los humos marinos
de los sueños mal construidos.

Porque aquí se cuestiona la Vida
y el vientre del pensamiento;
las botellas chocan los cráneos
de la asamblea aérea.

El Verbo brota del sueño
como una flor o como un vaso
lleno de formas y de humos.

El vaso y el vientre chocan:
la vida es clara
en los cráneos vitrificados.

El areópago ardiente de los poetas
se congrega alrededor del tapete verde,
el vacío gira.

La vida pasa por el pensamiento
del poeta melenudo.



(Trad. Aldo Pellegrini)

sábado, 26 de agosto de 2017

Antonin Artaud


La enfermedad es un estado,
la salud no es sino otro,
más desgraciado,
quiero decir más cobarde y más mezquino.

No hay enfermo que no se haya agigantado,
no hay sano que un buen día no haya caído en la traición,
por no haber querido estar enfermo, como algunos
médicos que soporté.

He estado enfermo toda mi vida y no pido más
que continuar estándolo, pues los estados de privación
de la vida me han dado siempre mejores indicios
sobre la plétora de mi poder que las creencias
pequeñoburguesas de que:

BASTA LA SALUD.




jueves, 24 de agosto de 2017

Gustavo Roumec


INSTRUCTIVO


Se cava una fosa común.
Se deposita allí el futuro.
Se tapa.
Se apisona bien la tierra negra
Para que no se note nada extraño.
Se coloca una N,
A su lado se coloca otra N.
Así, se borra un nombre.

Se amenaza a la luna,
Siempre testigo.
Se la intimida.

(No tendré paz
Hasta que conozca tu rostro).

lunes, 21 de agosto de 2017

Mario Santiago Papasquiaro (México, 1953 - 1998)


JOSÉ REVUELTAS 
 
(El día de su expulsión de la Liga Leninista Espartaco) 
 
 
Esclavo inmigrante en el planeta Tierra
así me dicen sacándole el poto a la jeringa evidente de mis ojos
Aliento de taladro / patas de aguarrás
   Yo amo como el Indio Bedoya en
     Sierra Madre
  Port Clignancourt me achica el pito
      Del Hostal El Molinón
/ no he arrancado ni aguas nimias
La estancia de mi ser: la sed de mi estandarte
se llama
 Locura Total o me despido
Miren que contaminado de normales el bajovientre de esta estepa
Bugambilia marchita a la que se le escabulló el Deseo
Miren / absorviendo
en la hora celestial del ojo
el peso de las hordas que celebran el furor
  de 1 cuchillo que no olvido
La dialéctica tiene patas de cangrejo /Uyuyuy/
& al error de esta materia inanimada
que lo saje su chingada madre
porque yo ya me cansé
&
de pilón y posdata:
Al Ministro de Disparates del País de Liliput
sólo ruego & deseo que se lo lave.

jueves, 17 de agosto de 2017

Luis Alberto Arellano


MALAS PALABRAS


En caso de reventar por los costados:
1 Calme a la persona de su extrema derecha
1.1 Si llega a salpicar pida disculpas
2 Hidrate el área purulenta
2.1 Utilice sólo agua o Sidra
2.2 Lance chorros regulares al área infectada
3 Reconozca que es un zombie
3.1 Diga en voz alta: Mi nombre es Luis Alberto Arellano y soy un zombie
3.2 Arranque una oreja mientras toma fuerza para continuar confesando
3.3 Simule que ha perdido la vista y debe tocarlo todo. Todo.
4 Guarde los dedos que vaya perdiendo o en su defecto vaya encontrando
4.1 O se re injertan o son un buen snack para largas caminatas en busca de carne fresca.
5 Préndase fuego
5.1 Mucho fuego
5.2 Alto octanaje para arder parejo
5.3 Deje a un lado los objetos metálicos que pueden causar daño a altas temperaturas
5.4 Vocalice la Ibis de Ovidio mientras aún tiene la mandíbula sujeta al cráneo
6 Despídase lentamente y todo el daño colateral en vasos de plástico rosa

Marosa di Giorgio (Uruguay)


Mi alma es un vampiro grueso, granate, aterciopelado...
Mi alma es un vampiro grueso, granate, aterciopelado. Se
alimenta de muchas especies y de sólo una. Las busca en la
noche, la encuentra, y se la bebe, gota a gota, rubí por rubí.
Mi alma tiene miedo y tiene audacia. Es una muñeca grande,
con rizos, vestido celeste.
Un picaflor le trabaja el sexo.
Ella brama y llora.
Y el pájaro no se detiene.


sábado, 12 de agosto de 2017

Porfirio Barba Jacob (Colombia, 1883 - México, 1942)


Lima . 1926


Lima es como un lienzo
lleno de colores
que arrulla mis horas
ayunas de amores...
Todas las mañanas nacía de una ojera,
limpiaba las cúpulas con albo pañuelo,
y se dibujaba un poco azulina
sobre el escarlata límpido del cielo.
A veces lloraba tiernamente ungida
por constelaciones de finos diamantes.
Recogía colores con delicadeza,
y con el del cielo,
plasmaba en hermoso cuadro a la tristeza.
Sus horas pintadas,
galas de donceles,
eran como un bello
trotar de pinceles.
Pero sobre todas las amables horas,
¡oh, sus deliciosas horas pecadoras!
muerte y vida juntas, dentro de un temblor;
azules delirios, fiebres tentadoras,
¡que hacen de la vida la ley del amor!

PAUL CELAN




UNA CANCIÓN EN EL DESIERTO
 
 
Una guirnalda fue tejida con hojas negruzcas en la comarca de Acra: allí monté mi oscuro caballo y con la daga puncé en pos de la muerte. Y de cuencos de madera bebí la ceniza de las fuentes de Acra y con la visera cerrada cargué contra las ruinas del cielo. Porque muertos están los ángeles y quedó ciego el Señor en la comarca de Acra, y no hay nadie que el sueño me cuide de los que llegaron aquí a su reposo.
Quedó destrozada la luna, la florecilla de la comarca de Acra: florecen así, imitando las espinas, las manos con anillos herrumbrosos.
Y así debo inclinarme por fin, para el beso, cuando rezan en Acra... ¡Oh mala fue la coraza de la noche, rezuma la sangre por las hebillas! Y así me convertí en su hermano sonriente, el férreo querube de Acra. Así pronuncio yo el nombre y aún siento el ardor en las mejillas. 
 

LA ARENA DE LAS URNAS
De verde herrumbroso es la casa del olvido.
Ante cada una de las puertas batientes azúlase tu juglar decapitado.
Para ti toca el tambor de musgo y vello amargo del pubis;
con el dedo llagado del pie tu ceja pinta en la arena.
La dibuja más larga de lo que era, y el rojo de tu labio.
Llenas aquí las urnas y cenas tu corazón.
 
 
ELOGIO DE LA DISTANCIA
En el manantial de tus ojos
viven las redes de los pescadores del Mar Extravío.
En el manantial de tus ojos
mantiene el mar su promesa.
Aquí arrojo,
corazón que moró entre los hombres,
de mí los vestidos y el brillo de un juramento:
Más negro en lo negro, estoy más desnudo.
Sólo desavenido soy fiel.
Yo soy tú cuando yo soy yo.
En el manantial de tus ojos
surco y sueño pillaje.
Una red atrapó una red:
nos separamos abrazados.
En el manantial de tus ojos
un ahorcado estrangula la cuerda.
 
 
EN EGIPTO
 
Debes decirle al ojo de la forastera: sé tú el agua.
Debes buscar a las que sabes en el agua en el ojo de la forastera.
Debes llamarlas fuera del agua: ¡Rut, Noemí, Miriam!
Debes adornarlas, cuando yaces con la forastera.
Debes adornarlas con el cabello de nube de la forastera.
Debes decir a Rut y a Miriam y a Noemí:
¡Mira, con ella duermo!
Debes adornar más bella que nada a la forastera junto a ti.
Debes adornarla con la pena por Rut, por Miriam y Noemí.
Debes decir a la forastera:
¡Mira, yo dormí con éstas!

CRISTAL
 
En mis labios no busques tu boca,
ni delante de la puerta al forastero,
ni en el ojo la lágrima.
Siete noches más arriba el rojo va hacia el rojo,
siete corazones más hondo llama la mano a la puerta,
siete rosas más tarde susurra la fuente.
 
CON LLAVE CAMBIANTE
 
Con llave cambiante
tú abres la casa en la cual
la nieve oscila de lo silenciado.
Según la sangre que te mane
de ojo, boca u oído,
tu llave cambia.
Si cambia tu llave, cambia la palabra,
a la que le está permitido oscilar con los copos.
Según el viento que a empujones te aparta,
se amontona la nieve en torno a la palabra.

ATARDECER DE LAS PALABRAS
Atardecer de las palabras — ¡buscador de manantiales en el silencio!
Un paso y otro paso más,
un tercero, cuyo rastro
tu sombra no elimina:
la cicatriz del tiempo
se dilata
y anega la tierra de sangre —
Los dogos de la noche palabral, los dogos
repercuten ahora medio a
medio dentro de ti:
festejan la sed más salvaje, la hambruna más salvaje...
Una luna postrera te asiste:
arroja a la jauría
un largo hueso de plata
—desnudo como el camino por el cual venías—,
pero eso no te salva:
el rayo que suscitaste
se encrespa todavía más cerca,
y encima nada un fruto
que mordiste hace años.



Traducción: Pablo Oyarzún
Fotografías: Anja Bührer
 
 


viernes, 11 de agosto de 2017

Juan Calero Rodríguez (Cuba, 1952)

Marilyn

                                                             
Yo, Thomas Noguchi, médico forense
cotizado por gladiadores del Universo
ante este semidiós de la mitología contemporánea
desnuda sobre una mesa fría común a todos los muertos
declaro:
Norma Jean Baker. Treinta y seis años
ciento diecisiete libras
con estómago limpio de barbitúricos
y útero tamaño natural sin temores
amado desde los nueve años
por un padrastro innoble
hasta el presidente más poderoso
por supuesto nombrado y respetable John F. Kennedy
precipitada a la confianza
burlando vértigos y lluvias
ingenua, cosmetómana, narcisista
torpe frente a la soledad
indisciplinada y maravillosa
perdida en alguna grieta bastarda
ebria de autógrafos y tranquilizantes
con casi kilogramo y medio de cerebro
pulmón derecho pesando cuatrocientos sesenta y cinco gramos
y corazón deseado por millones de hombres
tuvo de todo, menos la vida.
Ella que soñó reinar desnuda
entre aplausos en alguna iglesia
hoy soy su público
y la poseo sin fotógrafos.
Declaro:
Caso forense No. 81128
fue asesinada
por sus fieles admiradores.

Apaguen reflectores. Ha muerto la reina.

jueves, 10 de agosto de 2017

Fabio Morábito (Alejandría, 1955)



Para sentirse vivo
 
En la naturaleza todo está de pie:
los árboles,
los pájaros que están sobre los árboles,
las hojas que se estiran para limpiarse de las ramas.
Y cada uno piensa que los otros son el suelo.
Las hojas creen que toda rama está acostada y ciega,
los pájaros que el árbol ya no crece,
que es una especie de ruina,
y el árbol cree que no hay más árboles,
no cree más que en sí mismo.
Nadie soporta que el sustrato en que se apoya tenga
(una vida propia,
que no esté muerto,
extinto,
que sea ligero.
Para sentirse vivo hay que pisar una desolación,
algo que ya no tiene nada que decir.





(De Poesía del Toro de barro)


viernes, 4 de agosto de 2017

Karl Shapiro


"El funeral de la poesía”




 
La contraseña del siglo veinte: el culto a las Comunicaciones (como si nosotros las hubiésemos tenido que inventar). Animales y caníbales tienen formas de relacionarse; pájaros, abejas e incluso unas pocas criaturas humanas llamadas artistas (generalmente preservadas para destruir la sensatez). Pero el grueso de la humanidad tuvo que inventar sistemas de Comunicaciones. Los romanos tuvieron las mejores rutas del mundo, pero no tenían nada que comunicar entre ellos. Los americanos han conquistado los espacios y usos horarios mundiales; pueden charlar con los cuatro rincones de la tierra a la hora del desayuno. El sistema solar completo está en manos de caricaturistas.
Estoy sentado en mi cocina de Nebraska y miro a una mujer cuyo cuerpo amortajado yace en un supermercado de Karachi. La viruela la arrebató. Hace frío y siento que ellos necesitan amor. Pero ahora todo es la sexualidad mística de las Comunicaciones. Una muchacha abraza contra su barriga un altavoz y se derrama como salsa en cada abertura. El dinero era amor; el poder era amor; pero ahora el amor son las Comunicaciones. Esta es la primavera del ascenso de Hitler. Pronto vendrán tiempos de atropellos y humillaciones.
Un hombre aparece en la esquina de mi calle; preparo mi hospitalidad. Hombre o ángel, que sea bienvenido. Pero aun así estoy temeroso y refuerzo la cerradura de la puerta. Con ocasión de la muerte de tal o cual partido político, entregué un epitafio a través del correo de la Western Union. Tampoco fui al funeral de la poesía. Permanecí en mi casa y lo seguí por televisión.
en Covers: 36 poetas en lengua inglesa (Antología),  2010




(Fuente:  Descontexto)







jueves, 3 de agosto de 2017

Emilio Westphalen (Perú 1911-2001)




Un árbol se eleva hasta

Un árbol que se eleva hasta el extremo de los cielos que lo cobijan
Golpea con dispersa voz
El árbol contra el cielo contra el árbol
Es la lluvia encerrada en tan poco de espacio
Golpea contra el ánima
Golpea con las ramas la voz el dolor
No hagas tal fuerza por que te oigan
Yo te cedo mis dedos mis ramas
Así podrás raspar arañar gritar y no solamente llorar
Golpear con la voz
Pero tal levedad me hiere
Me desola
No te creía de tal ánimo
Y que no cabes en el espacio
Cómo golpea el árbol al árbol el árbol
Agua
Y navegan los rojos galeones por la gota de agua
En la gota de agua zozobran
Acaso golpea el tiempo
Otra gota
Agua
La garganta de fuego agua agua
Matado por el fuego
La llamarada gigantesca
Maravilloso final
Muerto sin agua en el fuego
La mano arañaba el fuego
La mano
Y nada más que sangre agua
No sangre fuego último fuego
Definitivo fuego
Las gotas cuentan otra cosa
Nadie cuenta las gotas
Las lágrimas son de más perfecta forma
Su música más suave apagada
El rostro de una niña alumbra una lágrima con su luz suave apagada
La lluvia llora en todo el espacio
Anega el alma su música
Golpea otra ánima sus hojas
Las gotas
Las ramas
Llora el agua
El tiempo se cuenta con las gotas el tiempo
La música dibuja el cielo
Camina sobre el agua la música
Golpea
El agua
Ya no tengo alma ya no tengo ramas ya no tengo agua
Otra gota

Aunque me ahogue
Ya no tengo alma
En la gota se ahogaron los valientes caballeros
Las hermosas damas
Los valientes cielos
Las hermosas almas
La música da traspiés
Nada salva al cielo o al alma
Nada salva la música la lluvia
Ya sabía que más allá del cielo de la música de la lluvia
Ya
Crecen las ramas
Más allá
Crecen las damas
Las gotas ya saben caminar
Golpean
Ya saben hablar
Las gotas
El alma agua hablar agua caminar gotas damas ramas agua
Otra música alba de agua canta música agua de alba
Otra gota otra hoja
Crece el árbol
Otra hoja
Ya no cabe el alma en el árbol en el agua
Ya no cabe el agua en el alma en el cielo en el canto en el agua
Otra alma
Y nada de alma
Hojas gotas ramas almas
Agua agua agua agua
Matado por el agua



Cecilia Quílez




Un poeta nace de espaldas
                     
Un poeta nace de espaldas
Una poeta nace de espaldas
Su madre y su padre lo saben
Y callan
Como una vergüenza mal parida
Apagan con ellos el primer cumpleaños
Les cubren con bengalas lo que aún no dicen
Un poeta no recuerda la papilla sino la fruta podrida
La leche agria
Una poeta sabe de la ubre de la vida
Busquen al poeta que no busca
Un poeta respira en el verso genitalmente
No sabe no entiende no hace falta
La poeta lo mismo
Lo sabe lo entiende y lo arrulla
Aunque no sea de nadie
Un poeta una poeta la poesía
Mienten e inventan los que crean
Que rimar un final bien enmendado
Es ejercicio fácil más no saben
Que un poeta una poeta
Olvidan todo
Y sólo escriben escriben
Con sed de cualquier día
Mamando y mamando
Así se acabe todo y en la absurda
Cadencia del momento
Todo signifique un estar más
De menos
Que un natalicio excepcional
Un poeta una poeta
Deberían morir
Cantándose en la miseria
Alabar el parto inocente
Del mañana
Y tú tú y tú
Aunque no seas todavía
Aunque no
No sepas quién eres
 
 
 
(De Poesía del Toro de Barro)