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Usted preguntará...?
Usted preguntará por qué cantamos
Usted preguntará por qué escribimos
Usted preguntará por qué preguntamos
Ud. debiera preguntar
¿Por qué todavía cantábamos?
¿Por qué todavía escribíamos?
¿Por qué todavía esperábamos?
Ud. debiera preguntar por qué
Ud. debiera preguntarse
¿para qué cantamos? ¿para qué
preguntamos?
Ud. debiera preguntar :
¿Ay qué haremos? ¿Dónde iremos a
parar?
Si el Norte es una quimera y el sur..,
el sur tampoco existe, Ud. preguntará
¿por qué mejor no dejamos decantar
tanta pregunta?
¿por qué insistimos con el canto?
¿para quién canto yo entonces?
Ud. preguntará :
¿El cantar tiene sentido?
¿Entendimiento y razón, tiene?
¿Entendimiento y razón, tiene?
¿El cantar tiene razones que el sentido no
entiende?
entiende?
¿Hay cantos que no llegan a destino?
Ud. preguntará
Ud. no dejará de preguntar
( ya hace bastante que pregunta )
( ya hace bastante que pregunta )
Nosotros sugerimos :
Levántate güevón
que acá canta un argentino.
Esto no parece de Vicente Narioh, a no ser por la genialidad postrera de clausurar tanta intensidad interrogante con una respuesta tan inesperada como lo es el vano argumento ramplón, pedante, grosero al acentuar el exabrupto y rozando lo soez que se infla e inflama enarbolando el nacionalismo más vil e inopinado... ¡Ay! Es como si dijera: mirá por donde me paso todas las preguntas, todos los sentidos, las memorias del sentido... (No me pasa inadvertido el mecanismo -o sistema- de citas concurrentes o "casuales": conté siete) Los recursos de VN son inagotables... Hay que sacarse el sombrero.
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