dos poemas
Rosagrama para Víctor Toledo
Desde un interno hablar a paraíso
supo el poeta a la rosa sin espinas
dar sonido al color y una memoria
encendida y honda a su fragancia.
Revelado el Edén de los jardines,
nimbada fue la rosa allí, súbitamente,
con su pureza de luz y una añoranza
de sumergida alba que despunta.
Busco un hilo de luz para esa rosa
que en laberinto vegetal o escrito
desentrañe al oído el ser más puro;
busco un hilo de luz que la desande,
por su honda intimidad, en la belleza
del amante jardín que nos espera.
~
Chastity
Desde hondo extrae la rosa su fragancia
buscando adentro de sí esa belleza
que nos llama en lo interno a procurarla
con los ojos cerrados… sin tocarla.
Y tomarla sin piel, vestida en sueño,
poseerla en lo interno suspendida
con su intangible ser venido lejos
de geometría perfecta e inconclusa.
Efusiva espiral que se deshoja,
su aroma es un amor que va a nimbarnos
desde un centro aún inmerso en su radiancia.
Amor como el de un santo es esta rosa
que nos lleva al interior mudo a buscarnos
en la honda claridad que hay en las fuentes.
Letras Libres
(Fuente: La comparecencia infinita)
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