viernes, 21 de abril de 2017

Octavio Paz (México, 1914-1998)


Soy hombre: duro poco
y es enorme la noche.
Pero miro hacia arriba:
las estrellas escriben.
Sin entender, comprendo:
también soy escritura
y en este mismo instante
alguien me deletrea.


sábado, 8 de abril de 2017

André Breton


Hay un hombre partido en dos por la ventana Hay un hombre partido en cruz por la ventana Hay un hombre partido en luz por la mañana Ay un hombre un partido o dos uno dos por la veintena Hay uno ay hay un hombre par impar impartido impávido impasible imposible imperfecto en dos y dos y dos y dos Por la ventana hay un hombre apartheid por la ventana que no tiene perspectivas de cambio de meta de metamorfosis Pero el hombre que hay no está no es partido en dos Es cortado en dos por la ventana cortado recortado recortado en dos en doce en do Hay un hombre cortado en dúo por la aventura Hay un hombre cortado- Corta
Hay un hombre cortado en dos por el destino.

André Breton

lunes, 3 de abril de 2017

Friedrich Nietzsche

Esta moneda



Esta moneda, con la que
todo el mundo paga
-la gloria-
con guantes la toco yo,
con asco la pisoteo.

¿Quién quiere ser pagado?
Los que se dejan comprar...
¡El venal
extiende sus sebosas manos
hacia esa gloria universal de sonora hojalata!

- ¿Quieres comprarlos?
Todo se deja comprar.
Pero ¡puja muy alto!
¡Haz sonar tu bolsa repleta!

-De lo contrario se fortalecen,
Fortaleces su virtud...
¡Son todos tan virtuosos!
Gloria y virtud riman entre sí.

Mientras el mundo exista,
pagará el parloteo virtuoso
con el glorioso bullicio
-el mundo vive de esta algarabía...

Ante todos los virtuosos
quiero yo ser culpable,
¡que se me impute la mayor culpa!
Ante estos vocingleros de gloria
mi codicia se transforma en gusano.

Entre tipos semejantes me divierte
ser el más abyecto...

Esta moneda, con la que
todo el mundo paga
-la gloria-
con guantes la toco,
con asco la pisoteo.



domingo, 2 de abril de 2017

Julián del Casal


LA CANCIÓN DE LA MORFINA


Amantes de la quimera,
Yo calmaré vuestro mal:
Soy la dicha artificial,
Que es la dicha verdadera.


Isis que rasga su velo
Polvoreado de diamantes
Ante los ojos amantes
Donde fulgura el anhelo;

Encantadora sirena
Que atrae, con su canción,
Hacia la oculta región
En que fallece la pena;

Bálsamo que cicatriza
Los labios de abierta llaga;
Astro que nunca se apaga
Bajo su helada ceniza;

Roja columna de fuego
Que guía al mortal perdido,
Hasta el país prometido
Del que no retorna luego.

Guardo, para fascinar
Al que siento en derredor,
Deleites como el amor,
Secretos como la mar.

Tengo las áureas escalas
De las celestes regiones;
Doy al cuerpo sensaciones;
Presto al espíritu alas.

Percibe el cuerpo dormido
Por mi mágico sopor,
Sonidos en el color,
Colores en el sonido.

Puedo hacer en un instante
Con mi poder sobrehumano,
De cada gota un océano,
De cada guija un diamante.

Ante la mirada fría
Del que codicia un tesoro,
Vierte cascadas de oro,
En golfos de pedrería.

 Ante los bardos sensuales
De loca imaginación,
Abro la regia mansión,
De los goces orientales,

Donde odaliscas hermosas
De róseos cuerpos livianos,
Cíñenle, con blancas manos,
Frescas coronas de rosas,

Y alzan un himno sonoro
Entre el humo perfumado
Que exhala el ámbar quemado
En pebeteros de oro

.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

Quien me ha probado una vez
Nunca me abandonará.
¿Qué otra embriaguez hallará
Superior a mi embriaguez?

Tanto mi poder abarca,
Que conmigo han olvidado,
Su miseria el desdichado,
Y su opulencia el monarca.

Yo venzo a la realidad,
Ilumino el negro arcano
Y hago del dolor humano
Dulce voluptuosidad.

Yo soy el único bien
Que nunca engendró el hastío.
¡Nada iguala el poder mío!
¡Dentro de mí hay un Edén!

Y ofrezco al mortal deseo
Del ser que hirió ruda suerte,
Con la calma de la Muerte,
La dulzura del Leteo.