domingo, 29 de mayo de 2016

Juan Ramón Jiménez


 - IDEOLOJIA -


Tres Categorías.
Los que estiman lo malo.
Los que estiman lo bueno.
Los que estiman lo que parece bueno.
Esta es la peor categoría porque está compuesta de jentes
que pretenden tener un sentido estético.

Cantemos nuestro cuerpo desnudo y nuestra alma libre,
y no envejecerá el canto –ni lo cantado.
Donde quiera que la jente se esté riendo, tened la seguridad
de que hay algo que llorar.
La descripción prolija es completamente inútil. ¡Oh, una frase corta espiritual única, que lo evoque todo sin decirlo! El verdadero arte no debe mostrar, sino evocar. Y como en nuestra mente de viajeros eternos de la vida y del ideal no hay nada definido, la evocación hará surgir enjambres pintorescos, llenos de la verdadera virtud de realidad, confusos y bellos, como la vida.
Tan bien la idea en su verso como un alma que se sintiera a gusto en su cuerpo.
¿Quién es ese que siempre se alegra aquí dentro de nuestros fracasos espirituales?
Cada mañana, al despertar, me arruino.
El poeta es, ante todo, responsable.
Hay que tener en cuenta, para los actos sensuales de la vida, que el paisaje en que se está nunca es el paisaje que se ve.
Es inútil trazarse una senda; el pensamiento es flor del día.
Lo espresado sigue tan nuevo como lo no espresado.
La única perfección perfecta es la perfección subconciente del espíritu vijilante.
En toda la copla andaluza, domina el ¡ay! ¿Cómo yo, andaluz, no he de tenerlo?
¡Qué gozo poder entrar, haber merecido por tanta belleza escrita, entrar en el “Reino último” de la poesía no escrita.


Juan Ramón Jiménez, Ideolojía, Editorial Anthropos, 1990, 1ª. Edición, Barcelona.
Tomado del blog Contracorrientes / Letras contra Letras

No hay comentarios:

Publicar un comentario