martes, 31 de mayo de 2016

Arthur Rimbaud


"La bandera va al paisaje inmundo, y nuestra jerga
ahoga el tambor.
En los centros alimentaremos la más cínica prostitución.
Masacraremos a los lógicos rebeldes.
¡A los países de pimienta y humedad!
-al servicio de las más monstruosas explotaciones industriales
o militares.
Hasta la vista, aquí, no importa dónde.
Reclutas de buena voluntad, nuestra filosofía será feroz;
ignorantes de la ciencia, hábiles para el confort;
que este mundo reviente.
Es la verdadera senda. ¡Adelante, en marcha!"



A. Rimbaud

domingo, 29 de mayo de 2016

Juan Ramón Jiménez


 - IDEOLOJIA -


Tres Categorías.
Los que estiman lo malo.
Los que estiman lo bueno.
Los que estiman lo que parece bueno.
Esta es la peor categoría porque está compuesta de jentes
que pretenden tener un sentido estético.

Cantemos nuestro cuerpo desnudo y nuestra alma libre,
y no envejecerá el canto –ni lo cantado.
Donde quiera que la jente se esté riendo, tened la seguridad
de que hay algo que llorar.
La descripción prolija es completamente inútil. ¡Oh, una frase corta espiritual única, que lo evoque todo sin decirlo! El verdadero arte no debe mostrar, sino evocar. Y como en nuestra mente de viajeros eternos de la vida y del ideal no hay nada definido, la evocación hará surgir enjambres pintorescos, llenos de la verdadera virtud de realidad, confusos y bellos, como la vida.
Tan bien la idea en su verso como un alma que se sintiera a gusto en su cuerpo.
¿Quién es ese que siempre se alegra aquí dentro de nuestros fracasos espirituales?
Cada mañana, al despertar, me arruino.
El poeta es, ante todo, responsable.
Hay que tener en cuenta, para los actos sensuales de la vida, que el paisaje en que se está nunca es el paisaje que se ve.
Es inútil trazarse una senda; el pensamiento es flor del día.
Lo espresado sigue tan nuevo como lo no espresado.
La única perfección perfecta es la perfección subconciente del espíritu vijilante.
En toda la copla andaluza, domina el ¡ay! ¿Cómo yo, andaluz, no he de tenerlo?
¡Qué gozo poder entrar, haber merecido por tanta belleza escrita, entrar en el “Reino último” de la poesía no escrita.


Juan Ramón Jiménez, Ideolojía, Editorial Anthropos, 1990, 1ª. Edición, Barcelona.
Tomado del blog Contracorrientes / Letras contra Letras

Severo Sarduy (Cuba, 1937 - 1993)


“Que a la flor de loto, el diamante avenga”, de Severo Sarduy (Poema neoconceptual)







A la Diosa que arpone un búfalo.
 
Dioses recién nacidos agitando labios carcomidos,
risita de sarcoma, hongos en las órbitas.
Serpientes le entran por el ano.
Con el dolor de sus cabellos unidos,
llega el de las vísceras quemadas.
La baña la baba verde del muerto,
encorvado avanza.
El lecho cubierto de tapices persas, frascos de droga,
para que venga a habitarlos con su risa.
Un tiempo de derrumbe,
de espesamiento, Más conocimiento s’il vous plait.
En un libro aparece:
“Escrito sobre un cuerpo, Pup, l monstrua vestida”.
 
 
Origen: Cobra
en Neoconceptualismo, el secuestro del origen, 2001
 
 
 
(Fuente: Descontextos)





sábado, 28 de mayo de 2016

Wislawa Szymborska


Un gato en un piso vacío / Wislawa Szymborska

Un gato en un piso vacío

Morir, eso no se le hace a un gato.
Porque qué puede hacer un gato
en un piso vacío.
Trepar por las paredes.
Restregarse entre los muebles.
Parece que nada ha cambiado
y, sin embargo, ha cambiado.
Que nada se ha movido,
pero está descolocado.
Y por la noche la lámpara ya no se enciende.


Se oyen pasos en la escalera,
pero no son ésos.
La mano que pone el pescado en el plato
tampoco es aquella que lo ponía.


Hay algo aquí que no empieza
a la hora de siempre.
Hay algo que no ocurre
como debería.
Aquí había alguien que estaba y estaba,
que de repente se fue
e insistentemente no está.


Se ha buscado en todos los armarios.
Se ha recorrido la estantería.
Se ha husmeado debajo de la alfombra y se ha mirado.
Incluso se ha roto la prohibición
y se han desparramado los papeles.
Qué más se puede hacer.
Dormir y esperar.


Ya verá cuando regrese,
ya verá cuando aparezca.
Se va a enterar
de que eso no se le puede hacer a un gato.
Irá hacia él
como si no quisiera,
despacito,
con las patas muy ofendidas.
Y nada de saltos ni maullidos al principio.


Wislawa Szymborska

viernes, 27 de mayo de 2016

Charles Bukowski


MANUAL DE COMBATE


Dijeron que Céline era un nazi
dijeron que Pound era un fascista
dijeron que Hamsun era un nazi y un fascista.
pusieron a Dostoievsky frente a un pelotón
de fusilamiento
y mataron a Lorca
le dieron electroshocks a Hemingway
(y vos sabés que se pegó un tiro)
y echaron a Villon de la ciudad (París)
y Mayakovsky
desilusionado con el régimen
y luego de una pelea de enamorados,
bueno,
también se pegó un tiro.
Chatterton se tomó veneno de ratas
y funcionó.
y algunos dicen que Malcom Lowry se murió
ahogado en su propio vómito
borracho.
Crane se tiró a las hélices
del barco o a los tiburones.

El sol de Harry Crosby era negro.
Berryman prefirió el puente.
Plath no encendió el horno.
Séneca se cortó las muñecas en la
bañera (es la mejor manera:
en agua tibia)
Thomas y Behan se emborracharon
hasta morir y
hay muchos más.
¿y vos querés ser un
escritor?
es esa clase de guerra:
la creación mata,
muchos se vuelven locos,
algunos pierden el rumbo y
no lo pueden hacer
nunca más.
algunos pocos llegan a viejo.
algunos pocos hacen plata.
algunos se mueren de hambre (como Vallejo).
es esa clase de guerra:
bajas por todas partes.
está bien, adelante
hacelo
pero cuando te ataquen
por el lado que no ves
no me vengas con
remordimientos.
ahora me voy a fumar un cigarrillo
en la bañera
y luego me voy a ir a
dormir.

jueves, 26 de mayo de 2016

Alfonso Solá González


Los poetas

Nadie podrá decir, ni los dioses unidos,
Ni el calor de las plantas fértiles y
Amadoras,
Ni los episodios de la guerra
Escritos en las arenas de este o el otro
Desierto,
Ni el agua de la boca de Góngora
(gima el lebrel en su cordón de seda)
Ni Apollinaire escribiendo en los
Ojos
De la Jolie Rousse
La historia de la tradición
Y la aventura,
Ni Quevedo
(miré los muros de la patria mía)
Nadie, ni los abastecedores, ni las fábricas,
Ni la lengua azulada del aceite,
El petróleo,
Podrán decir que el poeta
Ha
Mentido.



Alfonso Sola González (Paraná, 1917-Mendoza, 1975), c. 1970, inédito
Gentileza de María del Rosario Sola

martes, 24 de mayo de 2016

Rodolfo Fogwill


Versión (de Versiones sobre el mar)

El mismo mar nos pierde: nos encuentra
y nos pierde con su pulso marino.
Y con su eterno nunca nos despierta
del siempre breve sueño de un camino.
Pero no hay mar: el mar es solo ausencia
en la sílaba mar: pasa el sonido
y queda el hombre frente a un mar que inventa
y pierde entre los pulsos del sentido.
Pulsos del mar que intermitentes traman
su recomienzo siempre suspendido.
Fondo que es forma, superficie y pausas
de un deseo en rompientes que reclaman
perderse por partir o estar partido
y aquí quedarse en un hacer sin causas.


Versión (de Sentimiento de Sí)

Voz que creada de sí, gritando a nada
vuelves a aparecer intercalada
aquí en mi voz grabando tu cadencia:
eco que canta donde me silencia.
Eco que me silencia y me revela.
Eco que es yo, que fuí y que me desvela
habitándome aún con oraciones
que forman mi razón: sus omisiones.
Misión de oír y de escuchar latidos
de tantos muertos que en la voz habitan
(Se repiten en mí cuando los mido
midiendo estas palabras que los citan).
Yo estoy entero aquí, pero partiendo
frases que me dividen y no entiendo.


jueves, 12 de mayo de 2016

Wendy Guerra (Cuba)


ROPA INTERIOR
 

Dejamos sobre las duchas de los hombres nuestros cuerpos
 

bien amarrados a la tubería solar.

Marcamos territorio como animales en celo


con las trusas saturadas de arena y el olor sideral que los aísla.


En los baños quedan restos del sexo que les hicimos ayer,


agua de flores y velas de vainilla derramada.


Lágrimas rotas en el encaje profano de la madrugada.


He perdido mis aretes disueltos en el jabón de una lujuria breve


y las cremas señor untan tus sábanas, como veneno de diosas 


argentadas.


Mira como arrebatamos la libertad de sus mentes.


Abrimos la culpa en el paraguas dilatado de la tarde.


Regresamos con sus hijos ocultándole el verdadero apellido 


de sus genes.


En ropa interior leemos nuestras páginas persiguiendo sólo su 


deseo,


cada línea de arroz es un gemido.


Puedo esconderme en mis sombreros, sin ser descubierta…


¿Adivinan?


Un sayo y un escudo que esquive los golpes del amor.


Hay algo más debajo del sombrero, te lo juro.


Armo el rompecabezas de las palabras sobre la cama,


un plano blanco para patinar desnudos, ropa interior negra, sin 


dolor.


y aunque lo diga todo, no llega transparente a tus sentidos.


No lo entiendes. Tendrías que aprender a desnudarme.


Dejamos la antropología de un asentamiento grave,


un asentamiento cercano a esta cultura débil, sexo fuerte, 


inseguro, desterrado.


Leo  las líneas que subraya el editor pero no fumo,


no alivio mi ansiedad…y ya no puedo olvidar lo que he vivido.


Tu baño aún conserva mis pociones, mis esencias, mi estela, 


mi estampida,


guardo un tren, un alcatraz, una libélula


y la foto de espaldas que me hicieron dormida.


No soy encaje, ni concha ni malvada,


no es sólo lo que ves, porque me he ido.


Mis ideas son más que las espaldas profundas que ves en el 


museo.


Soy mi texto y lo que trato de ocultar en el peligro de la 


supervivencia,


ropa interior en frasco de otro baño. Otra humedad, mucho frío.


Los abrigos no existen, se regalan a otra mujer que fui en el 


ritual ajeno.


no hay nieve en el país y aunque rompa a llorar eternamente,


Solo en ropa  interior logro salvarme.


Dejo mis textos en tu casa pero hay más,


más frívolo y profundo, más pagano. Escribo en los espejos y te 


encuentras


nadando en este olvido de artificio…


Tus ojos curioseando en la cartera,


buceando en el pasado como un niño. Sólo ves:


las fotos de la infancia con mi madre.




Nicanor Parra


SOLO DE PIANO


Ya que la vida del hombre no es sino una acción a distancia,
Un poco de espuma que brilla en el interior de un vaso;
Ya que los árboles no son sino muebles que se agitan:
No son sino sillas y mesas en movimiento perpetuo;
Ya que nosotros mismos no somos más que seres
(Como el dios mismo no es otra cosa que dios)
Ya que no hablamos para ser escuchados
Sino que para que los demás hablen
Y el eco es anterior a las voces que lo producen,
Ya que ni siquiera tenemos el consuelo de un caos
En el jardín que bosteza y que se llena de aire,
Un rompecabezas que es preciso resolver antes de morir
Para poder resucitar después tranquilamente
Cuando se ha usado en exceso de la mujer;
Ya que también existe un cielo en el infierno,
Dejad que yo también haga algunas cosas:

Yo quiero hacer un ruido con los pies
Y quiero que mi alma encuentre su cuerpo.

miércoles, 11 de mayo de 2016

Roque Dalton


"Los muertos están cada vez más indóciles
Antes era fácil con ellos:
les dábamos un cuello duro una flor
loábamos sus nombres en una larga lista:
que los recintos de la patria
que las sombras notables
que el mármol monstruoso.

El cadáver firmaba en pos de la memoria
iba de nuevo a filas
y marchaba al compás de nuestra vieja música.

Pero qué va
los muertos
son otros desde entonces.

Hoy se ponen irónicos
preguntan.

¡Me parece que caen en la cuenta
de ser cada vez más mayoría!".

martes, 10 de mayo de 2016

Guillaume Apollinaire (1880-1918)




La linda colorada

Me presento ante todo como un hombre lleno de sentido
Que conoce la vida y la muerte como todo ser vivo puede conocerla
Que ha experimentado los dolores y la alegría del amor
Que ha impuesto algunas veces sus ideas
Que ha conocido múltiples lenguajes
Que ha viajado algo
Que ha hecho la guerra en la artillería y en la infantería
Herido en la cabeza, trepanada bajo cloroformo
Que ha perdido sus mejores amigos en la horrorosa lucha
Conozco lo antiguo y lo nuevo como un solo hombre puede conocerlo
Solo yo podría saber de esas cosas
Y sin inquietarme hoy por hoy por esta guerra
Entre nosotros y por nosotros mis amigos
Yo juzgo esta larga querella de la tradición y de la invención
Del Orden y de la Aventura
Ustedes cuya boca está hecha a imagen de la de Dios
Boca que es el orden mismo
Sean indulgentes cuando nos comparen
Con aquellos que fueron la perfección y el orden
Nosotros que buscamos en todos lados la aventura
Nosotros ya no somos sus enemigos
Queremos darnos vastos y extraños dominios
Donde el misterio en flor se ofrezca a quien lo quiere tomar
Allí hay fuegos nuevos de colores jamás vistos
Mil fantasmas imponderables
A los que hay que otorgar realidad.

Queremos explorar la bondad comarca enorme donde todo calla
También es el tiempo en el que uno puede cazar o hacer recobrar
Piedad de nosotros que combatimos siempre en las fronteras
De lo ilimitado y del porvenir
Piedad por nuestros errores piedad por nuestros pecados
Ahora que llega el verano la estación violenta
Y mi juventud está muerta como la primavera
O Sol es el tiempo de la razón ardiente
Y yo espero
Seguir siempre la forma noble y dulce
Que ella asume para que solamente yo la ame
Ella viene y me atrae como un hierro imantado
tiene la apariencia encantadora
De una adorable colorada
Sus cabellos son de oro se diría
Un bello rayo que durará
Donde esas llamas aparecen
En las rosas-té que se desvanecen
Pero no se rían de mí
Hombres de todo el mundo y sobre todo gente los de acá
Como hay tantas cosas que no me atrevo a decirles
Tantas cosas que ustedes no me dejarán decirles
Tengan piedad de mí



(Traducción Diego Bent)

Tomado de Caína Bella

sábado, 7 de mayo de 2016

Bruno Serrano (Chile)


“Dios es mi copiloto”, de Bruno Serrano







A Yuri Silva, chofer del recorrido “nuevo amanecer”
1
Hombre circular / ojos manubrio / cara de rueda /
nariz de tuerca o engranaje / brazos de diferencial /
vértebra de carburador / sonrisa parca de bujía /
2
Hombre apretador de embrague. Acelera. Mete la primera.
Señaliza. Corta boletos. Cierra la trasera. Frena.
Pasa con luz roja las esquinas.
3
Hombre mira por retrovisor, cuenta monedas, estira billetes,
entrega vueltos, mira el lateral, embala la segunda,
toca la bocina, embraga, adelanta, insulta,
enciende un cigarrillo
4
Dios es mi copiloto frenacelera se hace tarde enciende luces
otro rollo de boletos la radio aúlla cruje el cigueñalma
rechinan las válvulas del vientre se retuerce la caja
de cambios del cerebro
5
Ya no frena todoescalleachada avenidarepletaesquinacurva
Semáforo ojoinyectado balaag
onizatebocinas infernales
Todoelpaísrecorridoenlajornada
Todalagentedelpaístranportadaennunatarde
Todoslosinsultosdelpaísenuninstante
Todoslosmotoresdelpaísalunísonorugiendoenunmomento
Todosloschoquesdelpaísmilagrosamenteteevitadosenel día
Graaaacias
Graaacias Dios
Graaacias DIOS por ser mi copiloto


Bruno Serrano Ilabaca, nació el año 1943. Realizó estudios incompletos en Bellas Artes, Teatro y Filosofía en la Universidad de Chile. Fue miembro de la escolta (GAP) del presidente Salvador Allende. Estuvo preso en los Estadios Chile y Nacional. Ha impartido talleres literarios a pobladores marginales, prisioneras políticas, estudiantes e hijos de víctimas de la dictadura militar. Ha publicado los poemarios El Antiguo ha Sucumbido (1979); Poesía Subterránea (1981) y El Corazón Tiene Alas de Ave de Paso (2002), entre otros.




Tomado de  Descontexto (blog)

lunes, 2 de mayo de 2016

Louis MacNeice (Belfast, Irlanda, 1907 - Londres, 1963)






Oración antes de nacer

No he nacido aún; oh, escúchame.
No dejes que el vampiro o la rata o la comadreja o el
ogro deforme se acerquen a mí.
No he nacido aún; consuélame.
Temo que el género humano con altos muros me emparede,
con fuertes drogas me confunda, con hábiles mentiras me
seduzca,
en potros de tortura me atormente, en baños de sangre me
revuelque.
No he nacido aún; procúrame
agua que me acaricie, pasto que crezca para mí, árboles que me
hablen,
pájaros, un cielo que me cante, y una luz blanca
en el fondo de mi alma, que me guíe.
No he nacido aún; perdóname
por los pecados que el mundo cometa en mí, por mis palabras
cuando hablen por mí, mis pensamientos cuando piensen por
mí,
por mi traición generada por traidores fuera de mi control,
por mi vida cuando asesinen con mis manos,
por mi muerte cuando vivan por mí.
No he nacido aún; ensáyame
en los papeles que interpretar y apuntes que seguir
cuando los viejos me sermoneen, los burócratas me intimiden,
las montañas me desprecien, los amantes se rían de mí,
las olas blancas me inciten a la locura y el desierto
me llame a la perdición y el mendigo rechace mi
limosna
y mis hijos me maldigan.
No he nacido aún; oh, escúchame,
no dejes que el bruto o el hombre que cree ser Dios
se acerquen a mí.
No he nacido aún; oh, lléname
de fuerza contra aquellos que quieran congelar mi humanidad,
obligarme a ser un autómata mortífero, transformarme en un
diente
de engranaje, una cosa con un rostro, una cosa,
y contra todos aquellos que pretendan disolver mi
integridad,
aventarme como a una flor de cardo aquí y allá o
derramarme
aquí y allá, como agua entre las manos.
No los dejes convertirme en una piedra y no dejes que me
derramen.
De lo contrario, mátame.




(Versión Gerardo Gambolini)


(Tomado de Caína bella, blog de Jorge Rivelli)

domingo, 1 de mayo de 2016

Emilio Adolfo Westphalen (Perú, 1911 - 2001)



Mundo mágico



Tengo que darles una noticia negra y definitiva
Todos ustedes se están muriendo
Los muertos la muerte de ojos blancos las muchachas de ojos rojos
Volviéndose jóvenes las muchachas las madres todos mis amorcitos
Yo escribía
Dije amorcitos
Digo que escribía una carta
Una carta una carta infame
Pero dije amorcitos
Estoy escribiendo una carta
Otra será escrita mañana
Mañana estarán ustedes muertos
La carta intacta la carta infame también está muerta
Escribo siempre y no olvidaré tus ojos rojos
Tus ojos inmóviles tus ojos rojos
Es todo lo que puedo prometer
Cuando fui a verte tenía un lápiz y escribí sobre tu puerta
Esta es la casa de las mujeres que se están muriendo
Las mujeres de ojos inmóviles las muchachas de ojos rojos
Mi lápiz era enano y escribía lo que yo quería
Mi lápiz enano mi querido lápiz de ojos blancos
Pero una vez lo llamé el peor lápiz que nunca tuve
No oyó lo que dije no se enteró
Sólo tenía ojos blancos
Luego besé sus ojos blancos y él se convirtió en ella
Y la desposé por sus ojos blancos y tuvimos muchos hijos
Mis hijos o sus hijos
Cada uno tiene un periódico para leer
Los periódicos de la muerte que están muertos
Sólo que ellos no saben leer
No tienen ojos ni rojos ni inmóviles ni blancos
Siempre estoy escribiendo y digo que todos ustedes se están muriendo
Pero ella es el desasosiego y no tiene ojos rojos
Ojos rojos ojos inmóviles
Bah no la quiero



Blanca Varela (Perú)

A César Moro




El rayo ha perfumado ferozmente nuestra casa.
Tenemos sed, tenemos prisa por golpear
con el hueso de una flor en la tiniebla.
Hay un árbol talado en esta historia.
Contemplamos el cielo. No hay señales.
¿Es de día? ¿Es de noche?
Murió la araña que medía el tiempo,
sólo hay un viejo muro y una nueva familia de sombras.



Roque Dalton (El Salvador)

    

  Poema de amor   (A sus compatriotas)



Los que ampliaron el Canal de Panamá
(y fueron clasificados como “silver roll” y no como “gold roll”),
los que repararon la flota del Pacífico
en las bases de California,
los que se pudrieron en la cárceles de Guatemala,
México, Honduras, Nicaragua,
por ladrones, por contrabandistas, por estafadores,
por hambrientos,
los siempre sospechosos de todo
(“me permito remitirle al interfecto
por esquinero sospechoso
y con el agravante de ser salvadoreño”),
las que llenaron los bares y los burdeles
de todos los puertos y las capitales de la zona
(“La gruta azul”, “El Calzoncito”, “Happyland”),
los sembradores de maíz en plena selva extranjera,
los reyes de la página roja,
los que nunca sabe nadie de dónde son,
los mejores artesanos del mundo,
los que fueron cosidos a balazos al cruzar la frontera,
los que murieron de paludismo
o de las picadas del escorpión o de la barba amarilla
en el infierno de las bananeras,
los que lloraran borrachos por el himno nacional
bajo el ciclón del Pacífico o la nieve del norte,
los arrimados, los mendigos, los marihuaneros,
los guanacos hijos de la gran puta,
los que apenitas pudieron regresar,
los que tuvieron un poco más de suerte,
los eternos indocumentados,
los hacelotodo, los vendelotodo, los comelotodo,
los primeros en sacar el cuchillo,
los tristes más tristes del mundo,
mis compatriotas, mis hermanos. 


William Blake

La Esencia de lo Humano



No existiría la Piedad
si no hiciéramos pobre a alguien;
y no haría falta la Misericordia
si todos fuesen tan dichosos como
nosotros.
Y el miedo recíproco trae paz,
hasta que el amor egoísta se
incrementa:
entonces la Crueldad arma su trampa
y esparce sus cebos con cautela.

Se instala con santos temores,
y riega con lágrimas la tierra;
entonces debajo de sus pies
echa raíces la Humildad.
Rápido extiende sobre su cabeza
sombras lúgubres de Misterio;
y la Oruga y la Mosca
se nutren de tal Misterio.
Luego crece el fruto del Engaño,
rubicundo y dulce al paladar;
y el Cuervo su nido instala
en el ramaje más tupido.
Los Dioses de la tierra y el mar
escrutaron la Naturaleza para hallar tal
Árbol;
pero la búsqueda fue toda en vano:
crece uno en cada Cerebro Humano.
 

"Cantos de Experiencia", 1794