martes, 13 de octubre de 2015

Crhistian Bafomec (Perú)


///De cuando era un niño y me traumé con la poesía

Mi niñez fue áspera y conocí la poesía cuando me quemaron con agua hervida en las nalgas. En realidad dios me quemó mientras fingía ser un superhéroe. Y así con ampollas en mi potito y sin poder sentarme, boca abajo, miraba a las enfermeras cómo lamían las heridas de los infectados para desinfectarlos, y chupaban los penecitos de los recién nacidos para darles su luz, porque ellas eran la luz del nuevo mundo, porque ellas eran la tecnología del nuevo mundo, y el amor del nuevo mundo, y besaban a los asmáticos para devolverles el aliento, y se reían con los fracturados tomando café con leche y conversando del clima para suturar sus huesos, y se dejaban acariciar el sexo por los cancerosos porque en sus vellos púbicos estaba la gloria del Señor, y se dejaban penetrar por los sidosos para que sus fluidos les limpien hasta el alma. Pero a nosotros los quemados nos leían libros de poesía que te arañaban la piel como un serrucho romántico.
poesía que eran gusanos que ponían huevos en tu oreja y construían ciudades en tu cerebro,
poesía que eran hermosos dildos bailando en el agujero del culo,
poesía que era una máquina de cosquillas utilizada en los campos de concentración nazi,
poesía que era más caliente que el agua que nace en los volcanes y termina en tu piel de cebolla.
Poesía con clavos,
poesía rocoto,
poesía cuchillos,
poesía enfermedad mortal,
poesía humedad de la cosa,
poesía que te cogía del cogote y te quitaba toda tu plata,
poesía que te secuestraba por las noches y bebía contigo hasta el vómito,
poesía que era tu madre botándote de la casa por violador, por flojo, por ratero,
poesía que no se apiadaba de nadie y nunca daba limosnas,
poesía que te atropellaba sin Soat y se daba a la fuga,
poesía que lloraba como tu padre al no encontrar su casa,
poesía que era tu novia que te sacaba la vuelta,
poesía que creías que era tu novia descalza teniendo sexo con todos los poetas de Lima, pero que en realidad era tu novia mamándosela a su compañero de universidad,
poesía que era tu amigo diciéndote que a su novia no le vino la regla,
poesía que camina por una ciudad desierta con los ojos rojos y buscando un lugar dónde pasar la noche,
poesía que son tus abuelos hablando del ser, del estar, del morir, de la nada cosmopolita, de Kierkegaard, del chapulín colorado, del amor,
poesía que era la contaminación ambiental y el sida y la cárcel y las inundaciones,
poesía que era el fin de este planeta vulgarmente llamado Tierra,
poesía que es el big-bang de la nueva era tecnológica,
poesía que es el capitalismo,
poesía que es la quinta bomba atómica, la novena internacional y la enésima sinfonía de Beethoven,
poesía que me quitó la niñez de un susto, y yo lloraba porque el doctor me miraba con su jeringa, y las enfermeras que eran extraterrestres me regalaron un chupetín al terminar de leerme a Verástegui, para que no siga llorando.


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