sábado, 25 de agosto de 2012

Otra perla de Monopsonio


     Default        (Por Monopsonio F. Holding)

 

      El mundo de los negocios es el más inclusivo,
      incluso es la más alta expresión de inclusión:
      el único modelo inclusivo :
      nos  incluye  a  todos,  inclusive
      más allá de nuestra voluntad  ( esto
      es lo único innegociable )

      Hay negocios, negociantes, negociadores,
      negociaciones, negociados.
      No neguemos:
      Todos formamos parte de algún mercado
      Todo se puede negociar,  menos la muerte
      La vida no es un negocio,  es  un  derecho
      ( Pero entre los derechos siempre se impone
      el derecho a negociar)

      La  vida,  en  última  instancia,  está  definida
      y  expresada  en  la  función  metabólica:
      intercambio,  oferta y demanda,  aprovechamiento:
      puro  negocio    ( como  el  comercio  sexual
      de  donde  provenimos)

      No  neguemos:   negociemos
      Mientras  podamos  negociar  estamos  vivos.

                            Monopsonio Holding


5 comentarios:

  1. Agradecido por poder acceder otra vez a la voz impar y al pensamiento superador de Monopsonio. No es frecuente en una mente con tan alto nivel de desarrollo la capacidad de expresar sus ideas con tanta claridad. Todavía lo estoy elaborando; ya lo leí varias veces y en cada lectura encuentro nuevos sentidos (lo siento, no quería extenderme tanto)

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  2. Sí, Monopsonio es único, su voz, su pensamiento y la forma de expresarlo; todo en él es único, salvo el sentido: tiene muchos, y a medida que lo releemos aparecen otros. Sus textos, sus poemas, toda su obra tiene esa peculiaridad, como bien dijo alguien: posee más sentidos que funciones.

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  3. Monopsonio, como a veces Vicente Narioh y algún otro que aparecen aquí incorpora al discurso poético conceptos y terminología del lenguaje económico, lo cual es de suponer que le habrá hecho ganar muchos detractores, pero: ¿cuál es el sentido? ¿debe la economía colonizar también el espacio poético? ¿no habrá avanzado ya lo bastante sobre todos los órdenes de nuestras miserables vidas?
    Me pregunto

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  4. Una buena observación, la economía lo viene invadiendo todo desde hace tiempo, ganando terreno en diversos ámbitos, subsumiendo a la política a un papel secundario, subalterno y erigiéndose en la "ciencia" más influyente y excluyente en la vida de las sociedades modernas. (Y escribimos entre comillas porque no nos consta que dicha disciplina merezca ser considerada como tal, no habiendo podido dar cuenta de ninguna de las contradicciones propias de los sistemas de producción y distribución de bienes y recursos en el mundo actual, ni resuelto ninguna de las dificultades emergentes de los distintos niveles de desarrollo de las comunidades. Antes bien, lo que se observa, es un conjunto de axiomas que se siguen repitiendo a pesar de los fracasos, envueltos en un tejido cada vez más intrincado de neologismos y codigos encriptados a los que sólo pueden acceder unos pocos iniciados. En fin, no hay basamento científico, sino sólo presión de los poderes concentrados para imponer esa visión, una visión cargada de ideología.
    Desde este punto de vista, ni aún así, acaso sea posible hacer otra interpretación del sentido de las obras de Monopsonio,Vicente Narioh, R.Jara y algunos otros poetas publicados aquí... ¿No sería ésta una forma de exponer, de denunciar ese avance de la ideología sobre todos los aspectos de nuestras vidas y su consecuente y constante colonización de cuerpos y de almas?
    Gracias.

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  5. Bueno, desde esa interpretación las cosas cambian, y cambian diametralmente. Habrá pues que reconocer a estos poetas su carácter revolucionario al avanzar sobre algo tan omnipresente como la ideología? ¿Algo que viene impregnando todos nuestros actos y productos desde que la memoria es tal, puede ser combatido así, desde el ámbito poético, con andanadas centelleantes de materia antipoética devolviendo al mundo su carga negativa? ¿Era esta la cuestión? ¿Ahí estaba la fórmula superadora: llevar la hegemonía de los principios econcómicos teñidos de ideología al lugar menos pensado, obteniendo el fin supremo de todo hecho poético, la trasmutación, la alquimia del verbo que vislumbrara Rimbaud, o la propiedad de la materia pensante de resistir, seguir ofreciendo resistencia desde las entrañas mismas del lenguaje a la voluntad contaminante?

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