DAWSON (5 poemas)
LA LLUVIA
TIENE OJOS
Las horas
en el destierro
son como
túneles destruidos,
dispersos
en un planeta
que
agoniza día a día.
Con
frecuencia miro hacia lo alto,
como
buscando algo.
Un pedazo
de pan, un espejismo,
un ámbito
que me espera con sus alas abiertas.
Caen
cosas oscuras,
se abren
superficies, páginas,
en el
patio de alarma se encienden veloces
los
reflectores,
la lluvia
cae tristemente sobre los techos
aquí en
el sur de la Patria.
MÁS ALLÁ
DE LA TORTURA
Fuera del
espacio y la materia,
en una
región altiva (sin matices ni colores)
llena de
un humo horizontal
que
atraviesa pantanos invisibles,
permanezco
sentado
como un
condenado a la cámara de gas.
Descubro
que el temor es un niño desesperado,
que la
vida es una gran habitación
o un
muelle vacío en medio del océano.
Hay
disparos,
ruidos de
máquina de escribir,
me
aplican corriente eléctrica en el cuerpo.
Soy un
extraño pasajero en viaje a lo desconocido,
arden mis
uñas y los poros, los tranvías,
en la
sala contigua golpean a una mujer embarazada,
las
flores del amor y la justicia crecerán más adelante
sobre las
cenizas de todas las dictaduras de la tierra.
QUÉ HACER
A ESTA HORA
Qué hacer
a esta hora,
caminar
dentro de la celda,
dar
vueltas,
regresar
al vientre de la idea,
irse
definitivamente
al rincón
más oscuro de la angustia
o ver más
allá de este minuto,
buscar
una respuesta,
abrir las
ventanas de este momento,
reflexionar
mirando
las
vertientes de la historia.
COMPAÑEROS
Compañeros,
tenemos que buscar una razón
más
poderosa que el partido,
un cauce,
un islote, un diminuto ventisquero
que sirva
al menos como punto de inicio
y empezar
a caminar hacia el reencuentro,
que será
una casa – me imagino-amplia,
como los
patios de mi pueblo natal,
lleno de
grandes ventanales
para que
entre libremente el aire
y
escuchemos a los árboles del pensamiento;
ese día
que -pienso- no está lejano,
llegará
como un potro salvaje y se posará
sobre los
muslos desnudos de nuestras reflexiones.
UNA
ESPECIE DE CANTO
He
aprendido a amar entre barrotes
rodeado
de secretos, amenazas,
a conocer
los metales del desprecio,
el valor
de la unidad y la palabra,
a sentir,
a ser
valiente cuando me torturan,
contemplar
cómo crecen las semillas
en las
jaulas.
He
aprendido a distinguir los cánticos
del odio,
nacer,
caminar en la bruma,
y crecer,
y
escuchar risas que evocan garras,
muecas,
los pasos del verdugo,
el
temblor bullicioso de mis venas.
He
aprendido a ver en las cimas
transparentes
de lo humano,
el helado
resplandor de la ternura,
la otra
dimensión de la esperanza.
Aristóteles España, (Chile, 1955-2011) Fue uno de los
prisioneros políticos más jóvenes llevados al Campo de Concentración de Isla
Dawson luego del Golpe de Estado en Chile de 1973.2 Detenido el mismo 11 de septiembre de 1973 por la Fuerza Aérea a los 17 años de edad, por ser presidente de la
Federación de Estudiantes
Secundarios de Magallanes y dirigente regional de la Juventud Socialista
(Fuente: La Parada Poética)