jueves, 27 de noviembre de 2014

Jaime Gil de Biedma


JAIME GIL DE BIEDMA - APOLOGÍA Y PETICIÓN - POEMA


APOLOGÍA Y PETICIÓN

Y qué decir de nuestra madre España,
este país de todos los demonios
en donde el mal gobierno, la pobreza
no son, sin más, pobreza y mal gobierno
sino un estado místico del hombre,
la absolución final de nuestra historia.

De todas las historias de la Historia
sin duda la más triste es la de España,
porque termina mal. Como si el hombre,
harto ya de luchar con sus demonios,
decidiese encargarles el gobierno
y la administración de su pobreza.

Nuestra famosa inmemorial pobreza,
cuyo origen se pierde en las historias
que dicen que no es culpa del gobierno
sino terrible maldición de España,
triste precio pagado a los demonios
con hambre y con trabajo de sus hombres.

A menudo he pensado en esos hombres,
a menudo he pensado en la pobreza
de este país de todos los demonios.
y a menudo he pensado en otra historia
distinta y menos simple, en otra España
en donde si que importa un mal gobierno.

Quiero creer que nuestro mal gobierno
es un vulgar negocio de lo hombres
y no una metafísica, que España
debe y puede salir de la pobreza,
que es tiempo aún para cambiar su historia
antes que se la lleven los demonios.

Porque quiero creer que no hay demonios.
Son hombres los que pagan al gobierno,
los empresarios de la falsa historia,
son hombres quienes han vendido al hombre,
los que le han convertido a la pobreza
y secuestrado la salud de España.

Pido que España expulse a esos demonios.
Que la pobreza suba hasta el gobierno.
Que sea el hombre el dueño de su historia.


Jaime Gil de Biedma
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miércoles, 26 de noviembre de 2014

Poemas de leopoldo María Panero


-Las linternas de la luna:

«Tus ojos tienen la sed de los presos
y el amor de las salvas,
y caigo bajo la luna
que dibuja sola mi figura
en la celda del condenado a muerte
en la celda de la nada
donde los cuernos de un ciervo embisten a la razón».
«¿Qué hay en este bosque
además del esperma amarillo de los sauces?
La risa atormentada de los labios de una ninfa».
-El beso de los ahogados:
«Toco húmeda la vagina
en donde nadie me espera
oí tu voz una noche
en la cual los gatos hacían un collar de pétalos azules.
Luego había unas florecillas que olían a mierda
y una muchacha se recreaba
mirando el culo de una libélula,
era un 14 de febrero en Arrasate
mientras me mirabas el alfabeto
y el futuro yacía a los pies del desastre»

miércoles, 19 de noviembre de 2014

Pablo Neruda


"Siempre", de Pablo Neruda





Aunque los pasos toquen mil años este sitio,
no borrarán la sangre de los que aquí cayeron.

Y no se extinguirá la hora en que caísteis,
aunque miles de voces crucen este silencio.
La lluvia empapará las piedras de la plaza,
pero no apagará vuestros nombres de fuego.

Mil noches caerán con sus alas oscuras,
sin destruir el día que esperan estos muertos.

El día que esperamos a lo largo del mundo
tantos hombres, el día final del sufrimiento.

Un día de justicia conquistada en la lucha,
y vosotros, hermanos caídos, en silencio,
estaréis con nosotros en ese vasto día
de la lucha final, en ese día inmenso.

lunes, 17 de noviembre de 2014

Poema de César Seco


"Pessoa room", de César Seco





Todos vienen aquí puntuales
una vez ordenada la correspondencia
que legitima traslados de mercancía.
Aquí los recibo a todos
sin soñar por no poder dormir,
una vez hacen su entrada y ocupan
cada uno el espacio donde mejor
pueden avenirse al mobiliario
sus desteñidas siluetas.
Ellos son todo lo que me falta
y no he tenido, pero ninguno
es como soy, ninguno como aquel
que madre hubiese querido fuere:
casado, fútil, cotidiano y tributante.
Están todos aquí repartidos por igual
y en mí, diferentes.
Nada más punzante que todos ellos
mirándome sin hablar, sin proferir
un insulto siquiera, escrutando
al astro que la noche detiene
en el cielo de sus órbitas.
Alberto, Ricardo, Álvaro, Bernardo.
Me erijo en filtro de sus mudos latidos.
Me saco de ustedes, me vivo.
Hace un instante puse carta para Ofelia:
¡Oh! mi amor nada soy sin esto que hago
en torno a la espectral mesa de mármol.
A dónde iré, a dónde que no haya sido ya
el oscuro centro que me llama y escribe
esto.










a Hermes Vargas




domingo, 16 de noviembre de 2014

Tanaka Katsumi (*)


ENCUENTRO  CASUAL



En 1910 apareció el cometa Halley

(y yo nací al año siguiente) :

como su órbita es de setenta y seis años

y siete días, debe retornar en 1986 …




Eso leí, y mi corazón se deprimió.

Es improbable que alguna vez vea la estrella …,

y quizás eso mismo suceda con los encuentros

                    humanos.




Es tan poco frecuente hallar un espíritu comprensivo,

y tan raramente conquistamos un amor apacible …

Sé que mi verdadero amigo aparecerá después de

                    mi muerte,

y que mi amada murió antes que yo naciera.





(*) Versiones de Alberto Girri









jueves, 13 de noviembre de 2014

Cesare Pavese (Italia, 1908 - 1950)

 

 

Indisciplina



El borracho deja atrás las asombradas casas.
No todos se atreven a caminar borrachos
a la luz del sol. Tranquilo cruza la calle
y podría atravesar los muros, que los muros están ahí.
Sólo un perro se pasea de aquel modo, pero un perro se detiene
cada vez que siente a la perra y la huele con cuidado.
El borracho no mira a nadie, ni siquiera a las mujeres.

Por la calle la gente, molesta al verlo, no ríe
y no quiere que esté el borracho, pero muchos tropiezan
por seguirlo con la mirada, de nuevo mirando al frente
maldiciendo. Tan pronto pasó el borracho,
todos en la calle se mueven más lento
bajo la luz del sol. Si alguien corre
como antes, ese alguien nunca será el borracho.
Los otros miran, sin distinguir, a las casas y al cielo
que continúan estando, aunque nadie los vea.

El borracho no ve ni cielo ni casas,
pero sabe que están, porque tambaleante camina un tramo
claro como las franjas en el cielo. La gente confundida
no comprende para qué están las casas
y las mujeres no miran a los hombres. Todos
tienen cierto miedo a que de repente la ronca
voz explote cantando y los persiga por el aire.

Cada casa tiene una puerta, pero es inútil entrar.
El borracho no canta, pero tiene un camino
donde el único obstáculo es el aire. Suerte
que de este lado no haya mar, porque el borracho
caminando tranquilo entraría en el mar
y, desaparecido, seguiría en el fondo el mismo camino.
Afuera la luz siempre sería la misma.


(Versión de Juan Carlos Villavicencio)




en Trabajar cansa, 1933








Indisciplina

L'ubriaco si lascia alle spalle le case stupite. / Mica tutti alla luce del sole si azzardano / a passare ubriachi. Traversa tranquilo la strada, / e potrebbe infilarsi nei muri, ché i muri ci stanno. / Solo un cane trascorre a quel modo, ma un cane si ferma / ogni volta che sente la cagna e la fiuta con cura. / L'ubriaco non guarda nessuno, nemmeno le donne. // Per la strada la gente, stravolta a guardarlo, non ride / e non vuole che sia l'ubriaco, ma i molti che inciampano / per seguirlo con gli occhi, riguardano innanzi / imprecando. Passati che c'è l'ubriaco, / tutta quanta la strada si muove più lenta / nella luce del sole. Qualcuno che corre / come prima, è qualcuno che non sarà mai l'ubriaco. / Gli altri fissano, senza distinguere, il cielo e le case / que continuano a esserci, se anche nessuno li vede. // L'ubriaco non vede né case né cielo, / ma li sa, perché a passo malfermo percorre uno spazio / netto como le striscie di cielo. La gente impacciata / non comprende più a cosa ci stiano le case, / e le donne non guardano gli uomini. Tutti / hanno come paura a un tratto la voce / rauca scoppi a cantare e li segua nell'aria. // Ogni casa ha una porta, me è inutile entrarci. / L'ubriaco non canta, ma tiene una strada / dove l'unico ostacolo è l'aria. Fortuna / che di là non c'è il mare, perché l'ubriaco / camminando tranquillo entrerebbe anche il mare / e, scomparso, terrebbe sul fondo lo stesso cammino. / Fuori, sempre, la luce sarebbe la stessa.


(Fuente: Descontexto)







martes, 11 de noviembre de 2014

Un poema de Gonzalo Rojas (Chile)


"Al silencio", de Gonzalo Rojas





Oh voz, única voz: todo el hueco del mar,
todo el hueco del mar no bastaría,
todo el hueco del cielo,
toda la cavidad de la hermosura
no bastaría para contenerte,
y aunque el hombre callara y este mundo se hundiera,
oh majestad, tú nunca,
tú nunca cesarías de estar en todas partes,
porque te sobra el tiempo y el ser, única voz,
porque estás y no estás, y casi eres mi Dios,
y casi eres mi padre cuando estoy más oscuro.



en Contra la muerte, 1964














 


sábado, 8 de noviembre de 2014

Leopoldo María Panero (España, 1948 - 2014)


Yo, François Villon, a los cincuenta y un años,
gordo y corpulento, de labios color ceniza,
y mejillas que el vino amoratara,
a una cuerda ahorcado
lo sé todo acerca del pecado.

Yo, François Villon,
a una cuerda pendido
me balanceo lento, habiendo sido
peor que Judas, quien también murió ahorcado

Las viejas se estremecen al oír mis hazañas
pues no tuve respeto para la vida humana.

Que el viento me mueva, ya oigo las voces
de aquellos que mande a freir monas.
Me esperan en el Infierno
y alargan las manos
porque se ha corrido allí, del Leteo al Cocyto,
que al fin ¡Villon había muerto ahorcado!

Ya la luna aparece e ilumina la horca
dando a mi rostro el color de la sangre,
yo, que hice mal sabedor de que lo hacía
hasta que por fin he muerto ahorcado.

Ya los lobos ladran en torno al patíbulo
y los niños gritan parecidos a ratas:
¡Villon ha muerto ahorcado!

Que mis dientes sirvan
de jugo en tu caldera
bruja de los límites, tú a a quien admiro
sabedora de embrujos, de filtros y de hechizos
más poderosos que la fe y los apóstoles
de quienes se burló Simón el Mago, más apta que ellos
para conocer el dolor
de este ¡que un sepulcro merece!

Y que el viento diga, al amanecer, mañana
vanamente a ranas y a gusanos
Villon se ha hecho al fin celebre
pues al fin una horca dibuja su figura
¡Villón ha muerto ahorcado!

Y que de mi mano ajada caiga la rosa
que mis dientes estrujaron
pues ella supo mis crímenes
y fue mi confidente
y digalo ella al mundo, cayendo sobre el suelo:
¡Villón ha muerto ahorcado!

Pronto vendrá la canalla
a hozar en mi tumba
y orinarán encima, y los amantes
harán seguro el amor sobre mis huesos
y será la nada mi más escueto premio
para que ella lo diga,
no sé si nada o rosa:
¡Villón ha muerto ahorcado!

Sabrán de mí los niños
de edades venideras
como de un gran pecador
y asustados correrán a esconderse
bajo las sábanas cuando sus madres
les digan: ¡cuidado ahí viene!

Y será tal mi fama que prefiero el olvido
porque un día, mañana
de ese futuro que el hedor hace
parecerse al recuerdo, una mano
dejará caer, al oír mi nombre
el fruto del culo, el excremento
y mi vida, y mi carne, y todos mis escritos
¡promesa serán sólo para las moscas!

Leopoldo María Panero

William E. Henley (Reino Unido, 1849 - 1903)


El poema que le sirvió a Nelson Mandela para no desfallecer en sus 27 años de cautiverio. 



INVICTUS


Fuera de la noche que me cubre,
Negra como el abismo de polo a polo,
Agradezco a cualquier dios que pudiera existir
Por mi alma inconquistable.

En las feroces garras de la circunstancia
Ni me he gemido ni he gritado.
Bajo los golpes del azar
Mi cabeza sangra, pero no se inclina.

Más allá de este lugar de ira y lágrimas
Es inminente el Horror de la sombra,
Y sin embargo la amenaza de los años
Me encuentra y me encontrará sin miedo.

No importa cuán estrecha sea la puerta,
Cuán cargada de castigos la sentencia.
Soy el amo de mi destino:
Soy el capitán de mi alma.

William Ernest Henley