viernes, 27 de septiembre de 2013
Diálogos de Robert O. Jara
-Padre, ¿Qué es la necesidad?
-La necesidad, hijo, es aquello que no
puede no ser.
-Ah... ¿Y qué es ser?
-No se sabe.., pero no es necesario saberlo
para poder ser: alcanza con saber
necesitar.
domingo, 15 de septiembre de 2013
Textos escogidos: Antonio Di Benedetto
(De "El Silenciero")
El martirio de un poeta
Un poeta vive entre la casa de un herrero y la de un calderero.
Martirizado por los ruidos, les da dinero a los dos para que se muden.
Ellos aceptan y cumplen: el calderero se muda a la casa del herrero
y el herrero se instala en la casa del calderero.
lunes, 9 de septiembre de 2013
Fransicso Urondo (Santa Fé, 1930 - Mendoza, 1976)
Parece mentira
que haya llegado a tener
la culpa de todo lo que ocurre
en el mundo; pero es así. Han tratado
de disuadirme psicólogos y sociólogos de mi tiempo,
me han dado razones de peso técnico largamente
formuladas y
parcialmente ciertas. Pero
yo sé que soy culpable de los dolores
que aquí siento y recorren el mundo; de las soledades
que lo van vaciando: quisiera saltar
como Juan L. Ortiz, vociferar
como Oliverio Girondo, pero: primero, ellos me ganaron
de mano; segundo, no me sale bien y aquí
empieza todo nuevamente: otro sufrimiento
igual a diapasones y recursos
que conozco perfectamente y que no vale la pena
repetir: primero, para no emularlos; segundo, porque tendré que ir
reconociendo que no he sabido
hacerme entender. Y esto es agudo como un ataque
que nos traga la lengua; pido entonces disculpas
por la mala impresión, por las exageraciones.
Francisco Urondo
miércoles, 4 de septiembre de 2013
Poetas escogidos por V.N. : Jacobo Fijman
(Molino Rojo, 1926)
CANTO DEL CISNE
Demencia:
El camino más alto y más desierto.
Oficios de las máscaras absurdas; pero
tan humanas.
Roncan los extravíos;
tosen las muecas
y descargan sus golpes
afónicas lamentaciones.
Semblantes inflamados;
dilatación vidriosa de los ojos
en el camino más alto y más desierto.
Se erizan los cabellos del
espanto.
La mucha luz alaba su inocencia.
El patio del hospicio es como un
banco
a lo largo del muro.
Cuerdas de los silencios más
eternos.
Me hago la señal de la cruz a pesar de
ser judío.
¿A quién llamar?
¿A quién llamar desde el camino
tan alto y tan desierto?
Se acerca Dios en pilchas de
loquero,
y ahorca mi gañote
con sus enormes manos sarmentosas;
y mi canto se enrosca en el desierto.
¡Piedad!
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