¿Luchemos?

(De "Filosofía sustentable" por Vicente Narioh)

La necesidad se desarrolla,

un desarrollo necesario: somos

producto del desarrollo

-hoy tenemos más necesidades:

El desarrollo es sólo una-

Tenemos,  más necesidades

que funciones

La función de la necesidad

es restablecer las condiciones en

que un sujeto se reconoce funcional

La necesidad es conflicto

El conflicto es tensión en desarrollo

Desarrollo:

Sin conflicto no hay sujeto

Sin necesidad no hay lucha

“Todo lo que es, es lucha”

dijo un poeta popular

Hay opiniones divididas

en torno a la lucha

y a la necesidad de luchar

Hay formas de lucha

y hay distintas necesidades en pugna

pero nadie cuestiona el derecho

a luchar ni la libertad de elección

del enemigo a combatir

“Sólo nos unen nuestros enemigos”

dicen los enemigos

La necesidad de luchar

divide aguas entre defensores

y detractores:

“La vida es lucha” sostienen unos.

“La vida es lo que pasa cuando no

se lucha” afirman otros.

Se puede creer ó no en la lucha,

se puede querer que se luche ó no,
estar a favor ó en contra:

hay que estar en uno de los bandos...

Accidentes naturales (Tomás Mercante)

Se cuenta

Primero fue el verbo:

(contar -un verbo irregular-

el verbo divino

divinas irregularidades

después

vinieron otros verbos

otras divinidades, otros cuentos)

Haciendo cuentas, ya Pitágoras

atribuía a los números

carácter divino

Se cuenta

necesitamos que nos cuenten

¿cuántos somos?

Se contabiliza un número de almas,

de víctimas, un número impreciso

de contadores, peritos contables

y aspirantes en aumento

Un número de vocaciones

-vocaciones que cuentan y que no

cuentan-

Contamos

Un recuento siempre es útil

Hay novedades: se esperan nuevas

cifras que arrojen los guarismos que
justifiquen las expectativas cifradas
-los números no mienten-

La necesidad de utilidades

poder obtener

la toma neta: contante y sonante

Víctimas hubo siempre

Debe Haber

Una contabilidad precisa

clara, transparente

Contar: todo se reduce

Hay descuentos y redescuentos

Hay deducciones

Al fin del ejercicio

los números vuelven a arrojar

un saldo positivo:

Nuevas víctimas

hay que sumar, seguir sumando

una buena señal para los mercados

Contamos: Nos cuentan

Contado efectivo: suben los activos

la cifra: un número aceptable:

Aceptar / uno es un número

-el universo es uno-

Nos identificamos con un número

La vida: un número de funciones / un

número de aceptaciones / una cantidad

de repeticiones: una serie de números

idénticos entran y salen de la cadena

productiva: dentro ó fuera de servicio

Un número nos identifica de por vida

Somos números, hacemos números

Valor devengado, valor agregado

numerosas variables dentro de

los valores asignados, hay que esperar

Somos números

los alemanes lo sabían: cambiaban

por números los nombres

de las víctimas

Una simplificación: ó se era víctima ó

victimario: ario, pura sangre pura

Hay más números

millones de números de víctimas

Hay víctimas

que se hacen victimarios

-sin ser arios-

hay que ser sinceros.

Poemas de Asensio Escalante

Aspiraciones descendentes

Desciendo de imprecisas impresiones,

precisa la difusa voluntad
de precisión que aspira a ser poema

(No hay voluntad que no descienda)

Desciendo de otras voces,

dice el poema involuntario

(Un poema siempre es algo que

desciende,

cuando menos de una aspiración,

cuando menos de una necesidad)

Descender no es aspiración reconocida,

tan solo es necesario

Las aspiraciones -aún las que no acaban

en poemas- necesitan tiempo,

como los poemas que descienden

(El poema es escritura descendente)

Descender es condición histórica:

descendemos de otras historias,

no hay historia sin descendencia -no hay

una historia:  sólo versiones que descienden-

Todos los poemas descendemos de otros,

como los hacedores de poemas

Descender -como se dijo más arriba- es

necesario, más allá de aspiraciones y deseos;

Es un hecho: hechos y objetos, acciones y

pasiones, aspiraciones y deseos, 

descendemos de la Necesidad

   

(Parménides le atribuía carácter divino)

ó apenas somos argumentos

para que la necesidad descienda.

Diálogos escogidos (Robert O. Jara)

Oíd  el ruido

-La necedad no es un recurso renovable, dijo el sabio.

-Para renovar, primero hay que negar -dijo el necio-, el “no” es constitutivo de toda renovación.

-Negar por negar.., no conduce a nada, no siempre es oportuno.

-Las oportunidades no existen: sólo existen los oportunistas.

-La astucia, la destreza ó la técnica pueden hacer aparecer como sabiduría enunciados necios.

La necedad lleva al error -e incluso lo contiene-.

-Todo error es relativo; no hay error absoluto.

-Pero el necio es incapaz de capitalizar el error...

-Sí, es lo que lo hace superior; no capitalizar, negarse.

-Claro, y así convierte el error en experiencia inútil. No se capitaliza, luego no hay aprendizaje:

una cadena de signo negativo; el error puede ser repetido al infinito, sin evolución.

-La sabiduría consiste en crear cadenas de signo positivo: Crear y creer, en las cadenas...

¡Oíd el ruido! ¿Concatenaciones ó encadenamientos? ¡Qué maravilla, podemos elegir nuestras

cadenas!

-¡Poder elegir es sinónimo de libertad! Un concepto de difícil acceso sin el conocimiento.

-La libertad es hija de la duda. Pero según su pensamiento, vacilar es algo negativo... Usted

prefiere la seguridad de las cadenas, es eso lo positivo. Las cadenas que permiten capitalizar:

¿Cadena productiva? ¿Cadena alimentaria? ¿Cadena de mandos?

-La agudeza es un juego, que por lo demás no conduce a nada, ó en todo caso a la obtención de un

cierto placer por quien la practica.

-¿Se le soltó la cadena?

-Ahi tiene.., se solaza en su propia necedad. ¿Siente placer?

-¿Estaría mal sentirlo? ¿No se capitaliza? ¿No sirve?

-En todo caso, es un placer efímero.

-Ud. prefiere los placeres prolongaaados.., esos que pueden encadenarse... ¿Una cadena de

oración, tal vez?

-Sigue en el juego. En el placer de jugar juegos se dirime el único sentido que puede reconocer

la necedad... La forma de relacionarse con el placer es lo que distingue la virtud del vicio. La

conciencia que otorga el conocimiento -condiciones ajenas para el necio- es lo que hace la

diferencia: dominar ó ser dominado.

-¿Y las cadenas?

-Cadenas son las que arrastran a los necios como Ud., que por no poder dominar el placer, son

dominados por la pasión y el vicio.

-Sabias palabras. Espere que tiro la cadena.