Cabeza quemada
En un depto de mierda,
multitud de invasoras cucarachas,
a derecha y a izquierda,
circulaban en rachas
y por el centro, también, de la covacha.
Un alma atormentada,
desde un mugre sillón menesteroso,
nerviosa la mirada
seguía, sin reposo,
sus giros sin parar, vertiginosos.
Por el piso, el techo,
las paredes, ellas se descolgaban;
él meditaba el hecho,
su cabeza llameaba:
era ascua que un incendio alimentaba.
Nunca, meditaciones
de su mente lo habían provocado,
¿eran sus confusiones
las que habían causado
en su cabeza, un incendio de tal grado?
Ah!, su pensar político,
sus gustos, sus amores, sus jugadas.
Ah!, su sentido crítico,
¿Ángel? ¿Cucaracha alada?
¿Cuál vela su cabeza calcinada?
En Encontrados en la basura
(Fuente: Biblioteca Ignoria)
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