miércoles, 25 de septiembre de 2024

Alberto Hernández (Venezuela, 1952)

 

QUE NO CALLE EL POEMA VI 

 


 


La poesía

hace potable

el agua envenenada

 

Chantal Maillard

 

una dictadura es un sistema enfermo

y todo el que se opone a ella está perfectamente sano

 

Herta Müller

 

Las alas solo son libertad cuando están abiertas en pleno vuelo.

Plegadas en la espalda son una carga.

 

Marina Tsvetáyeva

 

 

POEMA PARA SER HERIDO

 

Si algún poema cuelga de mis vísceras

Será porque la bestia desata la ira oculta

Que habrá de macerar el tiempo cuajado entre las venas.

Desde la calle donde mueren los días

Donde cae un cuerpo y se levanta una sombra

Una bandera ondea su lenguaje el eco de una mano estrangulada.

Cuántas veces no hemos caído heridos sometidos por el filo de la cólera

Cuántas veces hemos sido árboles votivos frente al hacha

Cuántas veces alma rota por la fuerza de un trueno

Por el fuego de un disparo

O por la calumnia de un grito.

Hemos sido metáforas y sombras destrozos personales

Rasguños y huesos designados por la incuria:

Habremos de pedir permiso para destilar la sangre

La paz asida al firmamento la libertad sobre los hombros

El tiempo revelado en un aluvión en una tempestad

Bajo los párpados.

Si algún poema se desnuda en plena calle

No quedará fórmula posible para anclar el mar en nuestra muerte:

Han corrido las décadas y andamos de manos sobre asfalto ardiente

Mientras los ojos orwellianos nos espían

Desde una pared con el rostro desvaído del silencio.

Ya hemos arribado al puerto donde el rojo es un simulacro

Y así el cielo abierto en su carne invisible

Adjetiva las horas

Borra las heridas sutura la angustia y colma con su fuerza

Todo el olvido que el poema recuerda.

 

(Fuente: La Parada Poética)

 


 

 


No hay comentarios:

Publicar un comentario