Este mundo
Si la noche es el tiempo más arduo, más cercano, vienen los días. La mañana se abre con la luz en la ventana. Después, igual que ahora, el sol se trepa al cielo azul. Al mediodía en la playa podría pasarme toda la vida contemplando estas olas relucientes seguir el ruido que hacen hasta lo más profundo de la mente y los ecos: que la luz como el aire sea un alivio. El viento tironea la cara y las manos, se enfría. ¿Qué puede pensar uno? La playa es una piedra innumerable. Pasan nubes con la panza gris, racimos blancos de aire, puro aire. El agua circula por los bordes, espuma que se arremolina azul, verde, blanca. Lo que se pierda entonces, será recuperado. ¿Qué importa en este mundo como si fuera uno?
Traducción de Ezequiel Zaidenwerg
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