martes, 24 de septiembre de 2024

Ángel Cerviño (Galicia, España, 1956)

 

Poco Lázaro


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[En la morgue]

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En la morgue no había lectores de poesía moderna* / teo-remas y salmos ronronean o dormitan / acumulando eterni-dad en los estantes / entre frascos de formol y redomas de eficacísimas  esencias / extendido  sobre  la  mesa  de mármol
/ frías las nalgas (¡al tuntún la Providencia!) / el muerto no está actuando / cayó el telón a escena abierta / callaron los figurantes / ahora sin pestañear acumula generosas dosis de realismo / ahora el huidizo se queda quieto / desanda a cie-gas su rostro / ¡dejó sin resolver tantas hambres de luz! / en los  poemas apenas la nombra / ni brizna / ni nube / ni todo lo que desde entonces atormenta su apetito de detalles y le tensa los metatarsos / tampoco escribió sobre el polvo que pesa en los párpados / y aunque vio el rasgón zurcido con hilo negro en la capa bermeja del Maligno / optó por repar-tir el peso y mostrar su  lado  amable (Vuelo Rasante le llamó a aquel gorrión1 ) / esperando quizá que en el otro mundo se le pague con la misma moneda.

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COMENTARIOS DEL EMPLEADO DE LA FUNERARIA: dicen que de niño se orinaba en las flechas incendiarias / que levitó sobre el emparrado y se tiznó de herrumbre en la campa-na / dicen que en el océano profundo caminó las aguas / pero iba cabeza abajo / que se probó el disfraz de náufrago / y nunca simuló ayudar apretando los labios2/ palabra por palabra eso está escrito y no seré yo quien lo desdiga / al fin y al cabo todos tuvimos una infancia y cada uno sopla como puede su fantasma / desganas ya no quedan / en estos recipientes vuelca la noche sus pertenencias / la Sagrada Capilla del Escurridizo Azar es tan pe- queña que no siempre se encuentra (o quizá su ubicación carece de la estabilidad suficiente) / dicen que paró el viento al comen-zar la batalla / que en la guerra de posiciones saboreó la razia y el botín / pero se mantuvo atrincherado / dicen que su madre lo arrullaba con la melosa tonada “El hombre invisible es un buen encajador” / de qué podemos culparlo ahora / al final trató de mejorar el expediente dejando apalabrado a un coreógrafo para su funeral.

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1. Parece ser entre ellos una rara habilidad.
2. El escultor Franz Xaver Messerschmidt (1736 – 1783) llegó a con- tabilizar, y modelar en otros tantos bustos, sesenta y cuatro muecas protectoras o curativas, entre las que se encuentran: “Cómo el artista se imagina a sí mismo riendo”, “Un anciano irascible de mirada fatigada”, “Dolor interior oculto, “El fagotista incapaz” o “Salvado antes de aho- garse”. Cada una de ellas, ejecutada en el momento preciso, le ayudaba a conjurar los asedios de alguna clase de demonios, muy especialmente los de su principal enemigo: El Demonio de la Proporción.
 

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[Campos de urnas]

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Comisura y Circunspecto fueron las palabras más repetidas en mi cabeza esa temporada / cada tarde una ciega me guiaba por los sesteaderos de la liebre hembra / ella va delante / buena espal-da para las trenzas y el asiento en el banquete / su dulzor atem-pera mis visiones (bodijos de chusma y centella) / sin volverse esperó a que le diera alcance y cuando estuve a su altura me susurró  al  oído  /  nunca  olvides  que  los  falsos  dioses  son  los  más
crueles
/ y tras una leve pausa / ya en un tono más distendido / completó  su  admonición / esforzándose  en  parecer  amables  /  en  el Purgatorio los condenados hacen caricaturas de los ángeles / sus risas son sirvientes a columpiarse / sus toses leche quemada la víspera de la boda / la visión se desvaneció y oí venir al silencio / afectando recogimiento visité mi tumba en un embarrado ce-menterio / “Qué bien lo pasé” decía el epitafio / cuando desperté la ciega me llevó de la mano a restituir lo soñado (un montonci- to de conchas semi hundidas en la franja de arena que empieza a clarear y secarse / dos niñas en cuclillas orinando en la playa / y un pez varado con el rostro moribundo de mi padre).

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EL MIMETISTA: en un trance similar yo también he visto
pasar la vida entera en un instante / pero no era la mía.

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.[La máquina de la suerte]

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La máquina de la suerte funciona a base de dependes y días de asueto / también admite saltitos a la pata coja (de esos que sólo nos llevan hacia los flancos) / en épocas de escasez se ali-mentan de tareas de poca importancia / aunque así nunca van a ser exactas / en sus calderas suele avivar pequeñas hogueras con camisas de serpientes o maromas embreadas / al final del invierno puede parecer un armario con las puertas abiertas abandonado entre las zarzas (y todo el que se pare a mirar recibe una invitación al baile) / las  verdaderas  máquinas  de la suerte cuando se agachan son mirlo por dentro / sin dejar de sonreír pueden mostrar adormecimiento / y rodillas de odalisca las más lentas.

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EL VAGABUNDO QUE VIVE EN EL SÓTANO DE LA CASA DE MI MADRE: ¿sabes qué? / a pesar del gesto hospi-ciano con que te adornas / siempre has sido un consentido de las suertes / de niño corrías tras los lindes del aguacero / tan enclenque como el hijo del levantador de piedras / te he oído rezar a lo improbable / y pedir clemencia a desconocidas que nunca están listas cuando se hace tarde / fingiste dormir cuan-do creías que nadie estaba mirando / aunque de sobra sabías que así como una sima bajo el agua provoca en la superficie remolinos / una mala postura de tu alma puede encharcar los tobillos de mamá camino de la fuente / cuando los deseos se sientan a conversar no hay quien los encienda / y tú ya eras equidistante en el patio de recreo / ¿un disfraz que se lleve durante mucho tiempo / sigue siendo un disfraz?

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MI MADRE DESDE EL TENDAL DEL PATIO: dejadlo estar / es poesía de datos / la emoción no apremia.

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[No pide nada]

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–No pide nada el acróbata que pestañea antes del salto.
–Porque en la grada se encogen de hombros sus familiares.

–No pide nada el suicida que hace equilibrios sobre un
taburete cojo.
–Porque el maquillador le lee los labios.

–No pide nada la rama que juega con el peso del pájaro.
–Porque cuando arrecia el viento se agradece el esfuerzo
organizativo de la clorofila.

–No pide nada tu labio-piragua para distancias suficientes
–Porque ¿qué sabe el remo de itinerarios?

–No pide nada la visita nerviosa que no se decide a irse ni
a quedarse.
–Porque mostrando el forro y las costuras da por desacti-
vado el disfraz.

–No pide nada el que reclama estar soñando los sueños
de otro.
–Porque mientras hablamos mi colección de bastones en
el trastero ramifica.

–No pide nada el espejismo invisible.
–Porque raramente le encuentra utilidad a sus apetitos.

–No pide nada la plomada azul del mediodía
–Porque carece de premeditación su añil taoísta.

–No pide nada el niño títere.
–Porque en el pupitre esta mañana fue un viudo escar-
mentado.

–No pide nada el ogro que muestra al sonreír patitas de
jilguero entre los dientes.
–Porque no siempre es el ratón el que hechiza a la sierpe.

–No pide nada un Robespierre decapitado en figurita de
porcelana.
–Porque Maximilien fue un niño pausado, razonable y la-
borioso.

–No pide nada la musa de los mendigos que cantan ebrios.
–Porque al final del programa un clown repite todas las
escenas parodiándolas.*

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RECITADO:
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Al final del programa un clown repite todas las escenas
parodiándolas.
Viktor Shklovski, Zoo o cartas de no amor.

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[Poesía e hipnosis]

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Fui a ver a la pitonisa como si tuviera un plan / pero sólo quería un pequeño adelanto de todas las nimiedades que repasaremos el día del Juicio Final.

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SOBRESALTADA DESPIERTA LA VIDENTE DE SU ENSUEÑO: tu mente cree que se abandona mecida poroleadas de recuerdos / pero en realidad boquea sobre un lecho de hojas de higuera en la cesta que pende del hombro del pescador.

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A.

Ángel Cerviño. Galicia, 1956Artista plástico, escritor y comisario de exposiciones, de nacionalidad española. Como escritor ganó o XV Premio de Poesía Ciudad de Mérida con la obra El Ave Fénix solo caga canela. Ha publicado: Exogamia (Ediciones Liliputienses, Cáceres, 2017); ¿Salpica Dios como un expresionista abstracto? (Editorial Balduque, Cartagena, 2016); Impersonal (Amargord Ediciones, Madrid, 2015); ¿Por qué hay poemas y no más bien nada? (Amargord Ediciones, Madrid, 2013); El Ave Fénix solo caga canela (DVD Ediciones, Barcelona,
2009); Teleprompter (Centro Torrente Ballester, Ferrol, 2009); Kamasutra para Hansel y Gretel (Ediciones Eventuales, Madrid, 2007). También es autor de textos críticos sobre nuevas prácticas artísticas en diferentes revistas, catálogos y libros de arte contemporáneo.

 

(Fuente: Poesía.us.edu.ve)

 

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