química orgánica
todo el tiempo que tarda el corazón en olvidar la música
y acostumbrarse al ruido de hojas muertas
que desprende el recuerdo cuando avanza
todo el tiempo que tarda en separar
hebras impuras del oxígeno
latido de temblor
señales en la falla
todo el tiempo que tarda en reaccionar su ángel sometido
la boca azul contra la noche
ese torrente oscuro que va en la cicatriz
como un pez por el cauce del misterio
todo el tiempo que tarda en corromper
la ruta del carbono
y arder bajo la nuca el tronco de su árbol
se rasga en las mejillas una alfombra de seda
la lengua flota en una ciénaga
y es un beso de sal sobre la llaga
todo el tiempo que tarda el corazón
en dejarte partir
del libro «la llave marilyn»
gato a las finas hierbas
a las 10 la pastilla de sentir
algo mejor
el esmalte de la sonrisa
la pasta
ayuda
usar desodorante perlas de nacar
25 horas garantizadas
sin oler como un camionero
tomar rejuvenece
no olvides tomar agua baldes de agua
a media tarde
comprimidos de no enloquecer
cuando pasa el trencito de la alegría
con tres tristes niños y un pato gigante semidesnudo
sólo 15 minutos de TV
la vida afuera no es para vos
hay violadores sueltos
billetes falsos
trenes que descarrilan
colgá fotos del face
hacete amigos en el acto
ganate un toque
ese me gusta arriba
abajo
ponete un color que levante
las chalinas disimulan la edad
aliméntate bien
hay papa con sabor a loquequieras
gato a las finas hierbas
no olvides la píldora de las 4
vitaminas para sentirte
menos peor
a las 7 el piyama de frisa
la placa dental
te clavás dos pastillas de conducir
el coma
las medias de descanso
el antifaz de terciopelo
no sufras
los colores se deslucen con el sol
y al final de la noche todo cuelga
de la misma soga
nunca quise tocar el cielo con las manos
los niños cantores de lotería
no irán al cielo
los elefantes blancos
los curas vírgenes
ni las vírgenes
irán al cielo
las enfermeras y los equilibristas
tampoco irán
a ese lugar helado
inhóspito
ni una silla para descansar
ni una pared donde apoyarte
san perro callejero
no me dejes caer a rubia teñida
ni me condenes a integrar eternamente
el coro menopáusico de esta mujer
no me arrojes con las muñecas rotas
en el túnel de la gorda aburrida
te prometo huesitos san perro callejero
no me dejes caer
por su casa
ese país en toque de queda
donde tengo pedida la captura
y un número tallado en el corral
no me dejes caer a virgencita de repisa
ni a señora entendida en el arte
de negar los colores de su edad
no me dejes caer san perro de la calle
en los brazos de un hombre con corbata
prefiero ser la amante del carnicero
viajar toda la vida en transporte público
te prometo los cortes más tiernos
la carne más jugosa
no me dejés caer
seré tu perra
fiel
del libro «pequeñas criaturas de lo incesante»
llave marilyn versión libre
el domingo a la hora de la muerte
tu sombra es una perla que rueda para nadie
los bares están llenos
en el aire resiste la arpillera del sábado
el ruido un entramado de colillas y rouge
una pared de clavos las voces de los otros
y el volumen del fútbol supera el decibel
de los hombres que lloran sobre una chica fácil
el domingo a la hora del escándalo
hay un cambio impreciso en la velocidad
y los minutos pasan su mirada de vaca
sobre tu pasto tierno
en la mesa de al lado una pareja rompe
la tarde en pedacitos
y una aureola de vidrios va empapando el mantel
yo pensaba en sus brazos
el domingo a la hora de la muerte
como si no estuviera
(Fuente: poesíabogotá.org)
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