Carta revolucionaria nro, 2
El valor de la vida individual es un credo que nos enseñan para inculcarnos miedo y pasividad, “se vive una vez sola” una niebla en los ojos, somos interminables como el mar, no somos por separado, morimos un millón de veces por día, nacemos un millón de veces, cada respiración es vida y muerte: levantate, ponete los zapatos, empezá que alguien va a terminar La tribu un organismo, una única carne, que respira alegría mientras las estrellas nos soplan el destino desde el cielo, que se pone en marcha, que se agarra de la mano, se ocupa de lo suyo, miles de hijes van a tomar la posta cuando caigas, vas a crecer mil veces en la panza de tus hermanas
Traducción de Ezequiel Zaidenwerg
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