domingo, 22 de septiembre de 2024

Russell Edson (Connecticut, EEUU, 1935-2014)

 


 
EL OTOÑO
 
Érase un hombre que encontró dos hojas y entró en la casa sosteniéndolas con los brazos extendidos y dijo a sus padres que era un árbol.
Ante esto ellos dijeron entonces ve al jardín y no crezcas en la sala o tus raíces arruinarán la alfombra.
Él dijo estoy bromeando no soy un árbol y dejó caer las hojas.
Pero sus padres dijeron mira es otoño.
 
 
THE FALL
 
There was a man who found two leaves and came indoors holding them out saying to his parents
that he was a tree.
To which they said then go into the yard and do not grow in the living room as your
roots may
ruin the carpet.
He said I was fooling I am not a tree and he dropped his leaves.
But his parents said look it is fall.

LA AUTOPSIA
 
En un cuarto trasero un hombre realiza la autopsia de un viejo impermeable.
Su mujer aparece en el vano de la puerta con una lámpara y pregunta ¿cómo va eso?
Aún falta, aún falta, todavía voy por el forro, murmura él con impaciencia.
Sólo quiero saber si has encontrado algún coágulo de sangre.
¿Un coágulo de sangre?
Para mi collar.
 
 
THE AUTOPSY
 
In a back room a man is performing an autopsy on an old raincoat.
His wife appears in the doorway with a candle and asks, how does it go?
Not now, not now, I'm just getting to the lining, he murmurs with impatience.
I just wanted to know if you found any blood clots?
Blood clots?
For my necklace.

UNA TARDE SOLITARIA
 
Desde que el helecho puede ir al fregadero a beber agua, de buena gana me he impuesto la tarea de llevar dos vasos al fregadero.
Y así nos sentamos, mi helecho y yo, bebiendo juntos agua a pequeños sorbos.
 
Por supuesto, soy más complejo que un helecho, tan lleno de profundos pensamientos estoy, pero los arrincono a favor de la agradable compañía de una amistad vespertina.
 
No me importa beber agua con un helecho, es más, si por mí fuera cruzaría el cielo hasta Estocolmo bebiendo un bloody mary con un chorrito de lima.
Y así nos sentamos, bebiendo agua juntos en una tarde solitaria. El helecho contemplando sus frondas, y yo las mías.
 
 
ONE LONELY AFTERNOON
 
Since the fern can’t go to the sink for a drink of water, I graciously submit myself to the task, bringing two glasses from the sink.
And so we sit, the fern and I, sipping water together.
 
Of course I’m more complex than a fern, full of deep thoughts as I am. But I lay this aside for the easy company of an afternoon friendship.
 
I don’ mind sipping water with a fern, even though, ad I my druthers, I’d be speeding through the sky for Stockholm, sipping a bloody mary with a wedge of lime.
And so we sit one lonely afternoon sipping water together. The fern looking out of its fronds, and I, looking out of mine...

EL SUELO
 
El suelo es algo contra lo que debemos luchar.
Aunque parezca una mera plataforma para que el ser humano adopte una postura, es ese lugar al que los hombres caen.
No estoy mareado. Me elevo como una torre, como un faro; el pálido rayo de mis sentidos fluye de mi rostro.
Pero si me marease me estrellaría contra el suelo; mi rostro daría contra él; mi atención sangraría entre sus grietas.
Querido lugar horizontal, no quiero ser una alfombra. No tires de la difícil cabeza, del oscilante bulbo de espanto y sueño.
 
 
THE FLOOR
 
The floor is something we must fight against.
Whilst seemingly mere platform for the human stance, it is that place that men fall to.
I am not dizzy. I stand as a tower, a lighthouse; the pale ray of my sentiency flowing from my face.
But should I go dizzy I crash down into the floor; my face into the floor, my attention bleeding into the cracks of the floor.
Dear horizontal place, I do not wish to be a rug. Do not pull at the difficult head, this teetering bulb of dread and dream.

EL BUEY
 
Érase una vez una mujer cuyo padre se había convertido con los años en un buey.
Por las noches lo oía mugir solo en su habitación.
 
Un día levantó la vista hacia su cara y de pronto reparó en el buey.
¡Eres un buey!, gritó.
Y él empezó a mugir con su lengua grande y rosada colgando fuera de la boca.
 
Se puso delante de su periódico y empezó a pasar las páginas con la lengua, mientras evacuaba sobre la alfombra.
Cuando se dio cuenta de esto empezó a mugir de pena, y lentamente subió las escaleras hacia su habitación, y allí pasó la noche emitiendo lúgubres bramidos.
 
 
THE OX
 
There was once a woman whose father over the years had become an ox.
She would hear him alone at night lowing in his room.
 
It was one day when she looked up into his face that she suddenly noticed the ox.
She cried, you’re an ox!
And he began to moo with his great pink tongue hanging out of his mouth.
 
He would stand over his newspaper, turning the pages with his tongue, while he evacuated on the rug.
When this was brought to his attention he would low with sorrow, and slowly climb the stairs to his room, and there spend the night
in mournful lowing.

LOS FILÓSOFOS
 
Pienso, luego existo, dijo un hombre, y de inmediato su madre le dio un golpe en la cabeza diciendo le doy un golpe en la cabeza a mi hijo, luego existo.
No, no, lo entiendes todo mal, gritó el hombre.
Entonces ella le dio otro golpe en la cabeza y gritó luego existo.
No es así, no es así; se supone que tienes que pensar, no dar golpes en la cabeza, gritó el hombre.
 
...Pienso, luego existo, dijo el hombre.
Doy golpes en la cabeza, luego ambos existimos, el que los recibe y el que los da, dijo la madre del hombre.
Sin embargo, llegados a este punto el hombre había dejado de existir; inconsciente, ya no podía pensar. Pero su madre sí podía. Entonces pensó, luego existo, y luego soy mi hijo inconsciente, aunque él no lo sepa.
 
 
THE PHILOSOPHERS
 
I think, therefore I am, said a man whose mother quickly hit him on the head, saying, I hit my son on the head, therefore I am.
No no, you’ve got it all wrong, cried the man.
So she hit him on the head again and cried, therefore I am.
You’re not, not that way; you’re supposed to think, not hit, cried the man.
 
...I think, therefore I am, said the man.
I hit, therefore we both are, the hitter and the one who gets hit, said the man’s mother.
But at this point the man had ceased to be; unconscious he could not think. But his mother could. So she thought, I am, and so is my unconscious son, even if he doesn’t know it.

EL PILOTO
 
En lo alto, una ventana sucia en una habitación oscura es una estrella que un anciano puede ver. La mira. Puede verla. Es la estrella de la habitación; una peca eléctrica que ha caído de su cabeza y se ha clavado en la suciedad de la ventana.
El anciano piensa que esa estrella puede guiarlo. Piensa que puede usar el respaldo de una silla como el timón de una nave y conducir su habitación a través de la noche.
Se dice a sí mismo ¿tienes miedo, valiente capitán?
Sí, tengo miedo; no soy tan valiente.
Sé valiente, mi capitán.
Y toda la noche el anciano conduce su habitación a través de la oscuridad.
 
 
THE PILOT
 
Up in a dirty window in a dark room is a star which an old man can see. He looks at it. He can see it. It is the star of the room; an electrical freckle that has fallen out of his head and gotten stuck in the dirt on the window.
He thinks he can steer by that star. He thinks he can use the back of a chair as a ship's wheel to pilot his room through the night.
He says to himself, brave Captain, are you afraid?
Yes, I am afraid; I am not so brave.
Be brave, my Captain.
And all night the old man steers his room through the dark...

Traducción y nota: JONIO GONZÁLEZ

RUSSELL EDSON (Connecticut, EEUU, 1935-2014). En su juventud estudió arte. Obtuvo varias becas, entre ellas la Guggenheim en 1974, y el premio Whithing en 1989. Considerado por muchos críticos el más importante autor de poesía en prosa de su país, su obra incluye novelas (Gulping’s Recital; The song of Percival Peacock), relatos breves (The Very Thing that Happens; Tick Tock; Appearances, etc., casi todos ellos con ilustraciones del propio autor), obras de teatro (The Falling Sickness: A Book of Plays), libretos de ópera (Ketchup y The Song of Percival Peacock, ambos con música de Franklin Stover), así como los siguientes poemarios: Ceremonies in Bachelor Space (1951); The Brain Kitchen: writings and woodcuts (1965), The Childhood of an Equestrian (1973); The Clam Theatre (1973); The Intuitive Journey and other works (1976); Edson’s Mentality (1977); The Reason why the Closet-Man is never sad (1977); With Sincerest Regrets (1980); The Wounded Breakfast: ten poems (1985); The Tunnel: selected poems (1994); The Tormented Mirror (2001); The Rooster’s Wife (2005) y See Jack (2009). Sobre su propio proceso creativo, escribió: «Me siento ante una página en blanco con la mente totalmente en blanco. Adonde quiera que el órgano de la realidad (el cerebro) quiera llevarme, lo sigo con el lápiz de la conciencia».

 

(Fuente: El coloquio de los perros)

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