20 esculturas en una hora
1 El problema es ver 20 esculturas en una hora. Una hora parece mucho tiempo. Pero 20 esculturas son un montón de esculturas. Y aún así, una hora parece mucho tiempo. Si hacemos la cuenta, vemos que una hora dividida por 20 esculturas nos da tres minutos por escultura. Pero aunque la cuenta sea correcta, nos parece que nos equivocamos: tres minutos es poquísimo tiempo para ver una escultura, y además es muy poco margen, habida cuenta de que teníamos una hora entera. El problema, según suponemos, es que haya tantas esculturas. Sin embargo, por más esculturas que haya, seguimos pensando que el tiempo debería alcanzarnos si tenemos una hora. Debe ser que, aunque que la cuenta sea correcta, no representa correctamente la situación, si bien aún no hemos descubierto cómo podría representarse de manera correcta la situación por medio de una cuenta, ni por qué será que esta cuenta no es verdaderamente representativa. 2 A lo mejor acá esté la respuesta: una hora es mucho más corta de lo que nos habíamos acostumbrado a creer; y tres minutos, bastante más largos. De modo que podríamos dar vuelta el problema y decir que partimos de un periodo bastante corto de tiempo, una hora, para ver 20 esculturas, y según la cuenta tendríamos un periodo sorprendentemente largo, tres minutos, para mirar cada escultura, si bien a esta altura podría empezar a parecer problemático que tantos períodos tan largos, de tres minutos cada uno, quepan en otro tan corto, de una hora.
*Los textos de esta semana fueron seleccionados por Graciela Speranza y están dedicados a la memoria de Marcelo Cohen.
Traducción de Ezequiel Zaidenwerg
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