los hijos del socavón
La mar no conoce
a los hijos del minero.
El minero y sus hijos
no trepan Laurel ni Canelo.
Corren por laberintos
en profundos socavones
pulsan la vida
Los hijos del minero
tienen el rostro empolvado
sediento el corazón
la sonrisa amplia
los ojos teñidos de sal
Y en su norte
la profundidad de la tierra.
Emma Gunst
(Fuente: La comparecencia infinita)
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