POEMAS EN PROSA
LA REPETICIÓN
Nada
tan melancólicos como los viejos barrios del centro de la ciudad, donde
al mediodía suelen pasear fantasmas más elusivos y sombríos que
aquellos que se pasean a la medianoche.
En esos
vecindarios desdibujados por el tiempo, no queda asomo de la risa de
los niños y escuchamos, en cambio, el eco de nuestros pasos, rondando
los lugares visitados en el pasado... Como si en ellos se nos hubiera
perdido algo indefinible que nunca hemos vuelto a encontrar.
Si
nuestra identidad personal la define la imagen de nosotros mismos que
reflejan las vitrinas callejeras, se explica que, volviéndoles la
espalda, queramos caminar hacia ninguna parte y sin rostro alguno…A
falta de tener el valor de romper el cristal de un puñetazo o una
pedrada.
EL MAZO DE CARTAS
Tener
como destino los caprichos de la fortuna, con el As de la locura al
lado derecho y un irresoluto rey de copas al izquierdo y luego intentar
franquear ese círculo vicioso que separa los celos del amor…que es como
navegar a vela en un mar borrascoso, o permanecer, semana a semana, en
sus aguas quietas sin viento a popa o a proa que nos acerque a la
orilla.
En fin, en el mazo de cartas, la solución a la trama
de la propia vida parece tenerla no las tres hilanderas, sino el
ermitaño de la lámpara o el mismo diablo hermafrodita que en el pasado
nos acompañara en los lances del amor y el desamor. Mientras pasamos las
noches en blanco en el cuarto de un hotel suburbano, esperando el
amanecer que no llega o siempre nos llega tarde.
LA COMEDIA
Hay
entreactos en la penumbra de aquella comedia teatral en la que fuimos
Fausto o Don Juan, donde al bajar el telón nos queda solo la certeza de
que debemos abandonar la escena representada sin que el conocimiento o
el amor nos otorguen finalmente la gracia de recobrar la juventud
perdida años atrás.
Y es al encenderse las luces del pasillo
que a pesar del desaliento y la desilusión debemos formular nuestro
tercer deseo, y escapar del edificio ruinoso del drama personal a la
intemperie de las calles citadinas…Donde en las tardes parece escucharse
todavía el eco de los pasos y las voces de la multitud, pero en las
noches se pasea la luna y en las mañanas el sol.
LA LLAVE OCULTA
“El árbol de la ciencia no es el árbol de la vida”.
(Gerald de Nerval)
Este
atardecer soleado de agosto, he conseguido abandonar el paisaje
citadino, para adentrarme en un parque suburbano del pasado, donde
reencuentro siempre el rostro que llevaba de niño, a pesar de que mi
aspecto y apariencia actuales sean las de un hombre viejo.
Sus
pasajes y calzadas estaban franqueados a lado y lado de árboles
frondosos. En uno de sus costados, se levantaba una iglesia blanca de
cúpulas doradas y en el costado opuesto un teatro de barrio donde, ya
adolescente, vi las primeras películas del cine mexicano y me enamoré de
los pechos de alguna actriz del momento.
Bajando por una de
sus calles laterales se llegaba a la casa de la abuela, hada o bruja de
la infancia, donde siempre me persiguió el aroma del lirio y los rosales
que florecían en el jardín interior, al que inexplicablemente nunca
tuve acceso, sino a través del ojo de una cerradura en cuya tapa se
encontraba sobrepuesto un escarabajo egipcio.
Había que hallar
la llave de la puerta, que a pesar de estar a la vista de los
habitantes de la casa e incluso de las visitas inesperadas, nunca fue lo
suficiente real o tangible para que yo, en particular, recordara el
sitio donde la escondía la abuela, como pasa cada noche con los sueños
que no conseguimos recordar al despertar en la mañana.
A la memoria del pintor inglés Philip West.
CERRANDO EL CÍRCULO
“La noche por doquier, esto me satisface y casi expreso mi satisfacción
estirando los brazos como si bostezara” (Braulio
Arenas)
¡Amores de invierno efímeros como
la flor del cacto o frágiles como la semilla del diente de león! Pero
lo vasto de la comarca alrededor, señala que debemos reanudar el camino,
al modo que se enhebra el hilo en el ojo de la aguja, ya que no nos
retuvo en su cubil el canto de las sirenas o los encantos de la Circe
lugareña.
Aunque no contemos con el sello de aprobación del
guardafronteras, debemos sortear esos muros aledaños y adentrarnos en el
país vecino, donde cosecharemos quizás el grano que antes no pudimos
separar de la paja de nuestros actos descuidados o negligentes.
Pasaron
los años de andanza juvenil, pero debemos mantener la espalda enhiesta,
como si la suerte nos hubiera favorecido y no mirar atrás, ni siquiera
para celebrar los obstáculos que hemos allanado y excedido.
Para
bien o mal hay que cerrar el círculo alrededor, un círculo que ha sido
también el blanco de nuestras flechas. El horizonte se levanta delante
como la gradería de un coliseo o teatro al aire libre, y aunque no
escuchemos los aplausos a la comedia representada, no nos reprochemos lo
incautos que fuimos o la insuficiencia de nuestra sabiduría mundana.
Para Darío Restrepo Soto.
LOS COJONES
A
primera hora de la mañana, me visita una mujer de silueta desleída que
me parece haber conocido en un sueño anterior cuando todavía me
resultaba fácil separar el sueño de la vigilia, porque ahora, ya no
estaba seguro de haber despertado. En fin. La mujer me aseguraba que nos
habían presentado en la inauguración de una exposición de pintura
surrealista que mostraba en sus paredes todas las formas posibles de
acoplarse a una pareja humana o animal, y recordé al respecto, aquel
acoplamiento monstruoso de Maldoror -un ser humano- con la hembra de un
tiburón, descrito por el Conde de Lautréamont, aquel escritor uruguayo
afrancesado, que repugna, al igual que seduce, a los lectores de la
más diversa catadura o condición… Pero en la visita matinal atrás
mencionada, faltaba todo ingrediente erótico oral o genital, que había
sido sustituido por una escala musical indefinida, arrastrada desde una
habitación contigua. Me incorpore del lecho y fui a llamar a mi vecino
con el propósito de que apagara o le bajara el volumen a su equipo de
música del cual provenían seguramente esas notas descoloridas como el
agua que corre en una alcantarilla. Pero no respondió a los fuertes
golpes que propiné en su puerta. Opté entonces por bajar en el ascensor y
dejar la queja por escrito en la portería del edificio. Saqué un grueso
marcador rojo y retoqué cuidadosamente los caracteres latinos de mi
escritura como se retoca una estatua de mármol. Me preguntaba por el
comentario de prensa que publicaría al día siguiente aquel poeta
anacrónico e inquisitorial que venía escandalizando con sus crónicas
mediáticas la localidad literaria de mi país y que veía como algo
anómalo o amoral toda referencia a la antigüedad clásica en un escritor
de impronta contemporánea, cuando era sabido que él mismo se complacía
mostrando en público a sus lectores sus grandes cojones, copiados de
algún museo romano o florentino.
(La Llave Oculta. Todogràficas. Medellìn. 2020)
Raúl Henao (Cali,
1944) Poeta y ensayista. Ha vivido en EE.UU. Venezuela y México.
Escribe, básicamente, en revistas y catálogos de exposiciones, que a
través del mundo moderno mantienen vigente el ideario poético y
libertario del surrealismo como Transformaction (Devon, Inglaterra,
1977-78) Dunganon Again (Suecia, 1984) Ojo de Aguijón ( Paris,1987)
Arsenal / Surrealist Subversion (Chicago, USA. 1989) Het Gerucht (
Alkmaar Holanda 1990) Droomschaar (Amsterdam,1990-92) Phases (Paris,
1952-2001) Surrealismo Siglo 21 (Tenerife, España,2006) La tortue-liévre
( Montréal, Québec,1997-2008) Brumes Blondes (Amsterdam, 2005-10) O
Reverso do Olhar (Coimbra, Portugal, 2008) Iluminaciones Descontínuas /
Surrealismo actual (Lagoa, Portugal, 2009) El Umbral Secreto (Santiago
de Chile, 2009 ) Hydrolith / Surrealist Research & Investigations
(Berkeley, USA. 2010). Ha publicado: Combate del Carnaval y la Cuaresma
(Editorial Gamma, Medellín, 1973); La Parte del León (Ed. Monte Ávila,
Venezuela, 1978); El Bebedor Nocturno (Ed. Instituto de Cultura y
Bellas Artes, Cúcuta, Colombia, 1978); El Dado Virgen (Ed. Fundarte,
Caracas, Venezuela, 1980); Sol Negro (Dos ediciones en Ed. Unicornio,
Medellín, 1985 y en la Colección de Poesía de la Universidad Nacional de
Colombia, Bogotá, 2006) ); El Partido del Diablo (Poesía y Crítica
(Ed. Lealón, Medellín, 1989); El Virrey de los Espejos (El Oso
Hormiguero, Editor, Medellín, 1996); La Vida a la Carta / Life a la
Carte (Ed. Festival Internacional de Poesía en Medellín, 1998). La
Belleza del Diablo (Madrid, España, 1999) La Doble estrella: El
Surrealismo en Iberoamerérica / Notas y Entrevistas Poéticas (Dos
ediciones en Editorial Endymión. Medellín 2008 y en El oso hormiguero
editor, 2010) La Belleza del Diablo (Editorial La Bella Cristalera,
Madrid, España, 1999); La Verdad en el Vino (Edición del Instituto Caro y
Cuervo, “Homenaje” del Festival Internacional de Poesía de Bogotá,
2012) Selected Haiku/ Haikus Selectos (Medellín, 2010) Poemas de
Amor-Rosa (Antología bilingüe, francés & español. Ediciones
Sonámbula, Canadá 2012) Una Alberca en la luna (El Oso Hormiguero
Editor. Medellin. 2014) La Llave Oculta (Poemas en prosa. Todogràficas.
Medellìn. 2020) Mors Osculi /1980-2012. AP Editores. Medellin. 2021) La
Reinvenciòn del Amor / Poemas Erotico-Amorosos. (AP Editores.
Medellin. 2021)
(Fuente: Alpialdelapalabra)
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